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Lecciones de gestión de la difícil situación de Los Ángeles Lakers

El equipo de la NBA afronta su peor temporada desde que se estableció en Los Ángeles, en 1960

 
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22/04/2014 Los Ángeles Lakers, 16 veces campeones en la NBA y ganadores de tres anillos consecutivos han sido durante mucho tiempo sinónimo del más alto nivel de excelencia en la organización. Sin embargo, este año están teniendo los peores resultados de su historia desde que se trasladaron a Los Ángeles desde Minneapolis, en 1960, es decir, hace más de medio siglo.

Y no parece que la solución vaya encontrarse a corto plazo. El colapso de los Lakers ofrece algunos puntos de inflexión sobre como organizaciones grandiosas pueden desvanecerse como un castillo de naipes. He aquí algunas observaciones del colaborador de Forbes Rob Asghar, especialista en liderazgo, sobre cómo debe una empresa evitar seguir el camino del equipo californiano.

1. El proceso de deterioro no es repentino. La situación de Los Lakers parece sorprendentemente brusca par muchos observadores, y se atribuye a factores difícilmente predecibles ni evitables como las lesiones de Kobe Bryant. Sin embargo, son factores que llegan seguidos a años de deterioro interno y abandono de la gestión. Y mientras los Lakers se dedicaban a celebrar sus festejos, los demás buscaban como mejorar para superarlos.

2. Los grandes egos necesitan respuestas acordes. Los jugadores de los Lakers han estado durante años dándose codazos para ver quien se quedaba una parte más grande del pastel. Es imposible en los equipos de deportistas de élite evitar la presencia de cracks con egos muy desarrollados, pero hay que esforzarse al máximo en trabajar un equipo comprometido con el club y cohesionado entre sí.

3. El nepotismo tienen un coste. A pequeña escala las sucesiones familiares ya son complicadas, pero resultan absolutamente disfuncionales en engranajes de la talla de un equipo de la NBA si no se basan en el mérito. El anterior propietario, Jerry Buss, legó el equipo a su enigmático hijo con una preparación casi inexistente, hecho que aprovechó su hermana para erguirse como la salvadora de la situación. Ridículo para un equipo que mueve semejante volumen de dinero.

4. Los mejores talentos necesitan el mejor equipo. No basta con tener grandes profesionales, sino que es necesario generar una cierta alquimia entre ellos para conseguir unos resultados mayores que la suma de las partes. Los Lakers perdieron este hecho de vista y construyeron un equipo basado en una figura, la de Kobe Bryant, con la esperanza de que el escolta tirara del resto del equipo. Pero no es posible sin el apoyo de la organización a todos los demás miembros.

La decadencia de los Lakers demuestra que entre el éxito y el fracaso hay una línea muy fina, y que aunque se producen señales que advierten lo que se avecina, son difíciles de detectar. Durante años, el equipo se benefició no solo de un buen liderazgo, sino también de una racha de buena suerte. Pero hay que estar preparado para incluso el peor azote del azar.
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