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Cinco señales de que podrías ser un adicto al trabajo

Trabajar a todas horas y priorizar las relaciones laborales a las personales son algunas de las pistas

 
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24/11/2014 Si bien a muchos empleados les encantaría disfrutar de más tiempo libre, la actual inseguridad laboral y las posibilidades de las nuevas tecnologías hacen que estemos constantemente pensando en el trabajo... o directamente trabajando. Sin embargo, hay quien se ha acostumbrado a esto y hasta le gusta. Si te identificas en los cinco puntos que se desgranan a continuación, es que te has convertido en un workaholic.

1. Trabajas más que tus compañeros. Los adictos al trabajo son normalmente los primeros en llegar a la oficina y los últimos en salir, pero además, cuando llegan a casa, siguen trabajando de noche. Pero esto no implica ser el más productivo, como han puesto de relieve diversos estudias, así que hay que establecer un mínimo de tiempo para las pausas durante la jornada y para el tiempo libre antes o después.

2. No eres capaz de desconectar. La adicción al trabajo no se define simplemente por trabajar largas horas. La verdadera adicción al trabajo es la incapacidad para apagar los pensamientos de trabajo. Un adicto al trabajo es alguien que en las pistas de esquí está soñando con estar de vuelta en la oficina, cuando lo sano es estar en la oficina soñando con estar en las pistas de esquí. Una cosa es que nos guste nuestro trabajo y la otra que no sepamos disfrutar de nada más.

3. Te sientes mal físicamente. Los adictos al trabajo tienen una gran cantidad de malos hábitos que pueden obstaculizar su salud, la mayoría de ellos porque no le dedican suficiente tiempo: comen en el escritorio o en un restaurante de fast food, no tienen tiempo de hacer ejercicio y beben y/o fuman para aliviar el estrés. Esto sumado al exceso de horas trabajadas puede generar problemas gastrointestinales, dolores de cabeza y aumento de la irritabilidad y el cansancio.

4. Tus relaciones personales se deterioran. Mirarse en el espejo de los seres queridos es una buena forma de descubrir si uno se está excediendo con el trabajo, puesto que los familiares y amigos cercanos son los primeros en poner de manifiesto tus ausencias. Cuando las personas que nos quieren nos dicen “trabajas demasiado” o “nunca te veo” es el momento de evaluar el equilibrio entre trabajo y la vida personal. Además, los adictos al trabajo tienden a perderse hitos importantes hitos como aniversarios y cumpleaños a causa del trabajo.


5. Defines tu satisfacción solo por los éxitos laborales. Los adictos al trabajo definen su autoestima y miden sus logros según sus resultados en el trabajo. Esto implica que se condicionan las grandes satisfacciones en otros ámbitos, lo que implica la mayoría de las veces no poder disfrutarlas. Con estas estrictas limitaciones, un workaholic raramente se sentirá satisfecho consigo mismo.

Según los expertos, si uno se siente identificado en estos puntos, puede hacer dos cosas: o aceptar esa eterna insatisfacción por darlo todo en el trabajo, o empezar a relativizar la dedicación laboral y comenzar a disfrutar de otras cosas en la vida.
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