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27/06/2016 El análisis de las debilidades y fortalezas de una persona, a un nivel laboral y personal, permite que el individuo pueda identificar qué aspectos, pensamientos, formas de trabajo y actuaciones debe modificar o reforzar para aumentar la confianza de la empresa hacia su persona, permitiéndole ascender de nivel dentro de la misma.

La presión dentro de las empresas es cada vez mayor, por ello conocerse a uno mismo es fundamental para conocer y corregir aquellos aspectos que están impidiendo que su confianza interior aumente y que, por tanto, está se proyecte en la manera correcta hacia el resto del equipo del entorno de trabajo y sus altos mandos. Los mismos que pueden estar observando esta evolución y facilitar, al final, el ascenso dentro de la compañía.

Por ello, Forbes ha elaborado una lista con diez consejos que le facilitarán la terea de reforzar o aumentar el nivel de confianza:

1. Enfocarse en uno mismo. Es importante darse tiempo para trabajar en todos los aspectos que sean necesarios. Dedicarse el tiempo suficiente para identificarlos, mejorarlos o retenerlos y observar cómo se siente al respecto. No hay que abusar de esta táctica, pero, a menudo, en los entornos de trabajo estresantes olvidamos dedicar un tiempo a cuidarnos por dentro y por fuera.
   
   
2. Identificar las fortalezas y reforzarlas. El autoanálisis es fundamental, empezando por aquellos aspectos que destacan de nosotros mismos y que ya han sido valorados positivamente por los compañeros o la empresa, para continuar trabajando en esa línea. Puede que, a veces, la recompensa no sea inmediata, pero todo aquello que hace bien contará para una valoración positiva a la hora de delegar proyectos de mayor responsabilidad en su persona.
   
   
3. Identificar las debilidades y modificarlas. A veces no se trata tanto de corregir los fallos, que también, si no de ver qué cosas, como actitudes, formas de comunicación y de desarrollo del trabajo, son susceptibles de ser mejoradas. El cambio puede ser más o menos difícil en función de si esos aspectos pertenecen o no a la propia personalidad, sin embargo, su mejora, no sólo le ayudará a mejorar su consideración y, por tanto, confianza, dentro de la empresa, sino que también lo hará en la dirección social, con sus amigos, compañeros y familiares.
   
   
4. Creer en uno mismo. Si uno no cree que es capaz de hacerlo ¿cómo lo van a creer los demás? El lema “yo quiero, yo puedo” funciona porque asienta las bases en la confianza y seguridad en uno mismo, porque de otra forma -cuando el trabajo se vuelve duro o difícil- esos esfuerzos acaban por desgastar a la persona física y mentalmente. Asentar unas bases firmes permitirá que esa confianza en la que se está trabajando no sólo aumente si no que, además, será estable ante las dificultades laborales y personales.
   
   
5. Supervisar los éxitos obtenidos. Hay que analizar qué se hizo bien y mal antes de haber obtenido un éxito. Eso permitirá agilizar los procesos futuros que le permitirán conseguir alcanzar nuevas metas. Además, el hacer una lista de ellos le reforzarán a la hora de pasar por malos momentos, recordándole que todo pasa y que la perseverancia lleva al éxito.
   
   
6. Amenazas de la confianza. A menudo, estas dificultades, malos momentos o el propio agotamiento pueden tentar a la confianza, haciendo que ésta disminuya. Saber que puede pasar, le permite crear un “salvavidas” que le mantenga a flote durante esas rachas, sabiendo que cuando pase la tormenta la base de esa confianza, creada con anterioridad, seguirá en pie.
   
   
7. Buscar estímulos en otros. Otra de las alternativas que pueden permitirle no soltar la confianza obtenida es buscar estímulos externos. Hablar con los compañeros, con el entorno social fuera de la oficina. Cuando hablábamos de darse un tiempo, no sólo nos referíamos a un autoanálisis sino también de encontrar ese espacio -con hobbies y aficiones- que le permitan tomar el oxígeno necesario para volver “a la carga” al día siguiente.
   
   
8. Desafiarse a uno mismo. Buscar nuevas metas a alcanzar le facilitará la tarea de mantenerse activo, motivado e, incluso, entusiasta en el trabajo. La rutina puede quebrar la confianza en uno mismo, ya que da la sensación que sólo puede hacer una serie de tareas, de una misma manera, una y otra vez.  Estos retos no tienen por qué venir de la empresa, puede marcarse nuevas formas de desarrollar un proyecto, cronometrarse las tareas, ver cuánto mejora su productividad, por ejemplo.
   
   
9. Convertirse en un modelo a imitar de la actitud positiva. La constancia es una de las claves de la confianza, especialmente para su base. Generar una serie de actitudes, comportamientos y formas de trabajo ejemplares permite salir del egocentrismo que lleva un autoanálisis. Saber que lo que haga puede ser imitado por otros, le permite crear un modelo que debe mantener todos los días.
   
   
10. Observar cómo reaccionan a sus acciones el jefe y los compañeros. Finalmente, comprobar que estos pequeños y grandes cambios están teniendo efectos en sus compañeros y jefes, le permitirá reforzar en este trabajo diario.

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