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3 maneras de superar el aburrimiento en el trabajo

El aburrimiento es un catalizador de las frustraciones laborales

 
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20/09/2016 Según algunos estudios el aburrimiento afecta a casi la mitad de los trabajadores estadounidenses. La búsqueda, por parte de las empresas, de nuevas formas de incentivar la satisfacción de los empleados y la conciliación con sus vidas personales, parece no estar surgiendo efecto en gran parte de la fuerza laboral de EE.UU.

Las nuevas estrategias empresariales para abordar cuestiones relacionadas con la satisfacción laboral no están teniendo los efectos buscados. El aburrimiento en la oficina sigue cundiendo como estado de ánimo entre los trabajadores de las compañías y, España, no es una excepción.

Quizás, la cuestión del problema radique en el enfoque desde el que están aplicando algunas de estas medidas. Casi como si las empresas estuvieran más interesadas en poner parches que distraigan la atención del trabajador, que encontrar la raíz del problema. Por ello, INC ha publicado en un artículo las tres claves a tener en cuenta para tratar de superar el aburrimiento en los espacios de trabajo.

1. Un mal planteamiento de base

La motivación es interna. A pesar de los empeños del sector por lograr encontrar técnicas infalibles que mantengan elevados los niveles de motivación de sus empleados, esta actitud debe nacer del interior de la persona.  

Por muchas recompensas que demos por un trabajo bien hecho, si el trabajador se encuentra desconectado del ambiente laboral, es muy poco probable que estas medidas aumenten sus niveles de motivación.

Tal vez el origen del problema de ese aburrimiento radique en una sobre cualificación del empleado para el puesto que desempeña o, simplemente, ese trabajo no cubre sus aspiraciones de ascenso -económico o jerárquico- hacia la dirección que le gustaría.

Esta sensación de insatisfacción produce un efecto que va más allá de la frutración, y que puede derivar en resentimiento hacia la empresa, una emoción mucho más nociva que el propio aburrimiento.

La buena noticia es que esa sensación, a menudo, puede ser un gran catalizador para el cambio y está en la mano de las empresas, a través de sus áreas de recursos humanos, el poder de llevarlo a cabo. A través de un análisis de la situación del empleado o área afectada, se puede mejorar no sólo su motivación y productividad, sino que también, corregir las deficiencias del sistema de trabajo que no habían sido vistas antes.

2. Una mala planificación de trabajo

La falta de actividad alimenta al aburrimiento. Hay ocasiones en que abarcar un gran volumen de trabajos y departamentos nos impide ver que carecemos de una distribución equitativa de las tareas diarias. Mientras que algunas áreas pueden estar sometidas al estrés de una sobrecarga de trabajo, otras pueden estar “durmiéndose” en tareas rutinarias y limitadas.

No todos los días van a estar llenos de cosas por hacer, pero evaluar el plan de trabajo y ver qué áreas van a necesitar de apoyo, anula la posibilidad del aburrimiento y permite fomentar aspectos como la colaboración, la interrelación empresarial y, en general, un ambiente de trabajo activo y flexible.

El reto de tener que probarse a sí mismo puede ser un gran motivador, así que hay que tratar de no rehuir la búsqueda de oportunidades para contribuir al negocio.

3. Expectativas son demasiado elevadas

Otro caso que se da de forma frecuente en los empleados es una aspiración a estar siempre motivado, dando el 100% de nuestras capacidades, a través de una estimulación constante. Sin embargo, estas altas expectativas revierten en todo lo contrario ya que, al ser imposible cumplirlas los 365 días del año, el trabajador se vuelca en un estado de aburrimiento, insatisfacción, frustración y resentimiento.

Para un alto rendimiento, la función de un puesto de trabajo debe estar dirigida a proporcionar una solución a todos los niveles de la jerarquía de las necesidades: una fuente de ingresos, un constructor de relaciones laborales, un refuerzo de la autoestima y, ​​en última instancia, un lugar donde actualizarse como profesional.

Una tarea ardua y que parte del mismo empleado y su perspectiva laboral. Desde las empresas se debe transmitir que hay muchos logros que puede conseguir, que no dependen de que una jornada sea más o menos dura. Buscar en nosotros mismos en qué podemos contribuir -ya sea a nivel interno o externo- genera una barrera entre el aburrimiento y la motivación, impidiendo que la primera afecte a la segunda.

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