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4 mitos contraproducentes sobre el conflicto

La resolución de conflictos permite avanzar en la evolución y desarrollo de una empresa

 
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18/10/2016 El conflicto en una empresa tiene una mala reputación ya que puede ser destructivo, según algunos expertos. Sin embargo, también puede generar oportunidades. La resolución no violenta de conflictos puede generar sinergias entre los empleados que mejoren sus relaciones, formas de colaboración y proyección de los trabajos que desarrollan.

Un artículo publicado por Fast Company revela los cuatro mitos vinculados a los conflictos dentro de una organización y defiende que el surgimiento de choques de ideas, planteamientos y formas de pensar favorece la conexión entre el avance empresarial con el surgimiento de nuevas formas innovadoras que, de otro modo no surgirían. Y es que la confrontación controlada genera un intercambio que es vital en un mundo empresarial de competencia feroz.

  1. La paz es la ausencia de conflicto. Fast Company defiende que no hay que confundir la paz con tranquilidad o la falta de gritos con la ausencia de conflicto. Las contestaciones pasivo-agresivas, la manipulación y retención de información o los juegos de poder todavía gobiernan el día a día y, sin embargo, no están vistos como un problema grave. El conflicto saludable no debe ser entendido como la cooperación sin perjuicio para los demás, ya que impide abordar nuestras diferencias y desacuerdos. La diversidad es un hecho básico de la sociedad humana y eso implica un cierto grado de conflicto.
  2. El conflicto es destructivo. Es cierto que la falta de formas puede derivar al caos o el desorden pero no el conflicto, por sí mismo, no tiene por qué destruir de manera taxativa. Los conflictos crean energía que puede ser constructiva, hasta llegar a permitir reinventar nuevas formas de abarcar una crisis.
  3. El conflicto ha de ser mínimo, gestionado y controlado. ¿Alguna vez has querido algo que no tenías? Probablemente sentiste una energía real detrás de esa incomodidad, esa motivación para perseguir los objetivos es la respuesta de nuestro cerebro ante situaciones no agradables. Por otro lado, cuando logramos esa meta, podemos llegar a sentirnos vacíos y eso sucede porque la energía del conflicto se ha marchado. La solución en este punto es establecer varias metas, generar más conflicto y utilizar esa energía para lograr algo nuevo. Tratar de eliminar o controlar el conflicto en sí mismo, es muy probable que reduzca nuestro potencial creativo.
  4. La compasión es el antídoto para los conflictos. Muchas personas creen que la compasión tiene que ver con la empatía, la compasión, el cuidado, apoyo o hacer el bien a los demás. Pero ser compasivo significa estar en las trincheras con alguien, sufriendo juntos y compartir la difícil tarea de crear algo a través de los conflictos, sin pretender resolverlos. La compasión no significa hacer que el trabajo de alguien sino colaborar con él.
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