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14/03/2017 Las nuevas tecnologías están impactando en todas las facetas que intervienen en el comportamiento organizacional de una empresa, tanto externa como internamente. Todo y pese a que los procesos de transformación digital corporativos apenas acaban de empezar: en 2018, el 50% de los puestos de trabajo habrá desaparecido o transformado y el empleo digital se incrementará en un 500% según las previsiones de gartner. En este sentido, CrossKnowledge ha analizado porqué las habilidades de siempre no son suficientes para sobrevivir a esa transformación.

A pesar de la omnipresencia de las tecnologías digitales en las organizaciones hoy día, las estadísticas revelan que las personas que trabajan en ellas no están preparadas. Casi el 40% de los trabajadores europeos carecen de habilidades digitales y se estima que para cerca de 60 millones de personas esta carencia supondrá una limitación al acceso al empleo. De hecho, casi el 20% de los adultos estadounidenses no utilizan Internet en casa, en el trabajo o en la escuela, una cifra que, sólo en Reino Unido, abarca los 6 millones.

Por ello, CrossKnowledge señala en un artículo que las organizaciones no tienen más remedio que repensar la manera en la que desarrollan a su gente y la forma en la que impulsan el talento a fin de mantener sus niveles de competitividad, rendimiento y eficacia.

Para este proveedor de servicios de aprendizaje y formación online, la clave del éxito de la digitalización no está en la tecnología por sí misma, sino en las capacidades de las personas que la usan. Por este motivo, existe una necesidad de reorganizar, replantear y sistematizar el proyecto formativo de las mismas.

En su opinión, las habilidades tradicionales ya no bastan para afrontar los nuevos retos –como la transformación de los clientes a usuarios, por ejemplo- y se debe impulsar una cualificación que redunde en la idea de la formación continua, dado que si algo distingue a esta nueva era digital es la aparición constante de nuevos perfiles profesionales, con competencias renovadas y trabajando con herramientas innovadores que están constantemente redefiniendo el mercado y los sectores empresariales y productivos.

“Para dominar el cambio perpetuo, tanto las personas como las organizaciones deben considerar el aprendizaje y el desarrollo como un interminable ciclo de mejora continua. Al contrario de hace una década, un título universitario ya no es suficiente para asegurar las habilidades necesarias que permiten construir una carrera de por vida. El espacio de trabajo del siglo 21 se basa en el cambio de las habilidades que requieren aprendizaje y desarrollo continuo, puesto que el estancamiento repercute en un riesgo profesional de pérdida del empleo y una cadencia de las organizaciones que pueden llegar a no sobrevivir a la transformación”, señalan desde CrossKnowledge.

Sin embargo, estos cambios no sólo han modificado las obligaciones de empresas y empleados, sino también la forma en la que se aprenden y desarrollan esas nuevas capacidades. Cada vez hay menos tiempo para dedicar a la formación, aunque esta sea online. Además, las nuevas generaciones también están impulsando un cambio en el ritmo de los ciclos y en el contenido que se proyecta a través de los mismos.

La colaboración, la interactividad, la multiplicidad de canales y vías de transmisión de conocimiento, la priorización de la experiencia por encima de la teoría o la necesidad de autonomía y de una estructura formativa más dinámica y menos lineal son sólo algunos de los parámetros que se han ido modificando. “Los modelos didácticos tradicionales se han vuelto incompatibles con los nuevos hábitos de trabajo: las personas no pueden aislarse y concentrarse durante largos períodos de tiempo”, explica CrossKnowledge.

Los objetivos de la formación también se han diversificado con la llegada de las habilidades digitales. No se trata sólo de aprender el uso de una nueva herramienta, sino la de extraer soluciones a problemas no conocidos con anterioridad, predecir posibles problemas y avances que permitan posicionar a la compañía como referentes. Y para lograr este objetivo, CrossKnowledge recomienda diseñar una estrategia de desarrollo empresarial para lograr la alfabetización digital que permita obtener las habilidades técnicas, funcionales y conductuales necesarias.

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