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Irene Bayarri: 'El estrés laboral puede provocar rechazo al trabajo'

La psicóloga afirma que el síndrome 'bournout' se debe a la falta de recursos para cumplir los objetivos

 
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12/05/2017 El estrés laboral sabotea la concentración, genera inseguridad y provoca rechazo al trabajo. Así lo ha asegurado Irene Bayarri, psicóloga y experta en problemas de ansiedad y traumas, quien revela además que muchas veces el ‘queme’ laboral está motivado por la falta de maniobrabilidad y recursos para afrontar lo exigido en un puesto de trabajo.

La psicóloga Irene Bayarri señala la ansiedad laboral como el principal enemigo en el trabajo, ya que afecta directamente a la productividad y a la consecución de los objetivos. “Sabotea la concentración, nos llena de preocupaciones y nos hace dudar de nosotros mismos", afirma. "Tardamos más en hacer las cosas y las hacemos peor, transmitimos nuestra inseguridad a los demás y el trabajo se convierte en una fuente de malestar y nos genera rechazo”.

Sin embargo, la experta puntualiza que hay un nivel de ansiedad mínimo que puede ser útil para el desarrollo de la actividad profesional. “Por ejemplo cuando estamos ligeramente nerviosos antes de una reunión crucial, un mínimo de ansiedad nos mantiene atentos a cada cuestión y nos exprime el cerebro, pero cuando se supera ese punto óptimo, la ansiedad se convierte en un enemigo”, apunta.

Causas del estrés laboral

Para la experta en trastornos de ansiedad y traumas, el origen del estrés laboral se encuentra a menudo en la sensación por parte del trabajador de no disponer de recursos para la consecución de su trabajo. “Cuando por ejemplo un trabajador tiene un alto grado de responsabilidad pero también un bajo grado de maniobrabilidad, es decir, cuando se le exigen resultados pero no se le da capacidad para hacer cambios, tomar ciertas decisiones, es cuando afloran estos trastornos”, argumenta.

El ambiente laboral también tiene consecuencias directas en el bienestar de los trabajadores y es lo que se conoce como “queme” laboral o síndorme del 'burnout'. “Cuando las funciones no están claramente delimitadas, cuando se producen conflictos entre personas o departamentos, cuando se prima el 'calentar la silla' en lugar de los objetivos conseguidos, cuando hay despidos día sí y día también, incertidumbre, desmotivación generalizada… es difícil que hasta el trabajador más optimista no se venga abajo”, afirma la psicóloga.

Cuando afecta al ámbito personal

Insatisfacción personal, pérdida de la calidad de vida, problemas para conciliar el sueño, dificultades en la pareja o con la familia son en muchos casos las consecuencias sociales del estrés en el trabajo y que llevan a las personas que lo padecen a acudir a especialista.

Bayarri que insiste en que el éxito profesional no asegura el personal y que muchos de sus pacientes son profesionales autoexigentes que deciden aprender a gestionar esa aceleración propia de su trabajo y separarlo de su vida personal. “Son personas que quieren aprender a parar su cabeza, dormir bien por las noches y volver a reírse”, apunta. "Antes esa persona hubiera creído que no hay solución, que con el éxito vienen estas cosas, pero, ahora, acude a un profesional porque espera que sí la haya y está dispuesto a invertir un tiempo y un dinero en su bienestar a largo plazo”.

Consejos para no sufrir ansiedad laboral

La psicóloga y terapeuta trabaja esta enfermedad laboral a través de técnicas conocidas como ‘terapias de Tercera Generación’, como el E.M.D.R o el Mindfulness, con las que se reducen las preocupaciones excesivas, los miedos, los ataques de pánico y otras dificultades emocionales. No obstante, Bayarri da una serie de consejos:

  1. Blindar el tiempo dedicado al trabajo. En horario laboral no hay que dedicar tiempo a correos personales, blogs o cafés que se alargan incomprensiblemente.
  2. Gestionar el tiempo, por ejemplo programando las reuniones, desplazamientos, etc. en el mismo día de la semana, pero nunca a última hora y siempre preparándolas y limitando previamente el tiempo que se dedica a ellas.
  3. Evitar la multitarea y las distracciones.  Hacer primero la tarea más importante y que más desagrade, o una fracción muy pequeña y concreta de ella, y centrándose en terminarla.
  4. Construir la agenda en torno a unas pocas actividades personales intocables. Hay que priorizar la actividad física que más atraiga, pasar tiempo con los seres queridos y personas optimistas, las actividades creativas, el contacto con el aire libre, el tiempo para el descanso (incluyendo lo que llamamos “no hacer nada”, que no es ver la televisión ni navegar por Internet).

“Si por el contrario dejamos lo personal para cuando el trabajo nos permita dedicarle tiempo, descubriremos que siempre sacrificamos lo personal. El trabajo tiende a “expandirse”: si asignamos a una tarea un tiempo, nos llevará ese tiempo. Y si le asignamos el doble, curiosamente nos llevará el doble. Y sacrificar el tiempo de descanso no sólo destruye la salud y las relaciones, sino que afecta negativamente a la productividad”, finaliza la experta.

  • Teresa 14/05/2017 a las 13:59

    He leído atentamente su artículo y quiero felicitarla por la forma rigurosa en que expone una realidad que produce tanto sufrimiento. Las sugerencias que propone son claras y remarcan, aún más ,su coherencia y profesionalidad en la forma de convivir con el estrés. laboral . Le agradecería me mantuviera informada de sus próximas publicaciones.

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