22/02/2016 · Muchos líderes narcisistas son muy buenos en lo que hacen. Su seguridad para saber que pueden con todo les permite tomar riesgos que otros ni siquiera imaginan. Su encanto les ayuda a ganar fieles seguidores que están dispuestos a promover su causa. Sin embargo, algunos directores generales narcisistas convierten su complejo de superioridad en un problema para la empresa.
Cuando su necesidad de destacar y de ser admirados se interpone en el camino de la empresa pueden venir los problemas y la caída de su equipo. Veamos cuáles son los 5 mayores síntomas del líder narcisista:
Una cosa es alabar el trabajo duro de los empleados, pero la otra es añadir la coletilla #greatestcompanyever -la mejor compañía de todas- en todos las comunicaciones y posts en redes sociales. Cuanto más se jacte un CEO de lo impresionante que es su empresa más narcisista y por tanto menos competente lo verán los demás. Y es que los clientes, socios y empleados son propensos a ver que hay poca verdad detrás de tanto regodeo.
Un líder verdaderamente valioso no necesita recordar al personal que ha creado la mejor compañía del mundo. En cambio, la energía y entusiasmo que transmita puede ayudar a que los clientes se decidan a convertirse en embajadores de la compañía.
Los CEOs narcisistas creen que son la mejor cara visible de la empresa. Quieren ser los protagonistas del vídeo promocional, las fotografías que encabezan la web o el ponente estrella de cada feria. Pero por desgracia, su deseo de ser visto desvía la atención de la verdadera misión de la empresa.
Los líderes humildes no quieren que todo gire en torno a ellos. De vez en cuando permiten a otros empleados coger la iniciativa y centrar la atención, y mantienen el foco en la visión de la empresa, no en sus agendas privadas.
Un CEO narcisista presupone que cualquier mensaje, producto o servicio es fundamental para todos. Ven el mundo entero como una audiencia cautiva y su falta de comprensión de quién es realmente su público se hace evidente en sus esfuerzos de marketing, mensajes en redes sociales y de marca.
En cambio los mejores líderes quieren aprender de sus clientes. Se implican en la comunicación con su público para transmitir la misión de la empresa e interactúan con él. Cuando hacen discursos, se centran en comunicar beneficios de su organización, no en presumir de sí mismos.
Este tipo de directivos ocultan constantemente sus tropiezos. Dan excusas y culpan a otras personas -incluso a los clientes- de sus errores. Se niegan a pedir disculpas, incluso cuando sus errores son más que evidentes.
Por el contrario, los líderes efectivos aprenden de sus errores. Son lo suficientemente humildes como para admitir sus equivocaciones y se muestran interesados en aprender de sus errores para poder hacerlo mejor la próxima vez.
Escuchar los comentarios con una mente abierta no es una práctica común para los CEOs narcisistas. Descartan y desoyen las críticas y minimizan las ideas de los demás. Invierten su energía en defenderse a sí mismos en lugar de escuchar lo que otros tienen que decir.
Ya se trate de la preocupación de un empleado o de la queja de un cliente, los líderes verdaderamente poderosos acogen positivamente las opiniones diferentes. Están dispuestos a escuchar, incluso cuando son palabras difíciles de oír. Están abiertos a crear un cambio positivo si eso beneficia a su compañía.
Me gusta el artículo. Recomiendo un libro de Daniel Goleman, que va en la misma línea. "COMO SER UN LIDER " Espero les guste.