03/05/2016 · La autenticidad es un rasgo frecuentemente asociado al liderazgo, pero no debe quedarse solo en eso, en una moda. La búsqueda de la autenticidad debe ser una prioridad para cualquier líder y uno de sus valores diferenciales de su gestión. Y es que el liderazgo auténtico consiste precisamente en eso: inspirar a tus empleados brillando con luz propia.
Para hacer crecer tu negocio es indispensable ejercer un liderazgo auténtico, transparente y que promueva una mentalidad de crecimiento en lugar de una mentalidad fija. Y es que la autenticidad inculca una cultura de trabajo de desarrollo personal, responsabilidad e innovación.
Según Up SPAIN, la empresa especialista en la gestión de beneficios para los empleados, estas son las 7 características que todos los líderes auténticos deben compartir:
Este es el rasgo más importante el liderazgo auténtico, ya que no se pueden poseer las otras seis características si primero no sabes cómo eres, a quién representas y tu principal cometido. No tengas miedo y deja que los demás conozcan tus valores.
Tu equipo debe conocerte y saber a qué atenerse cuando se dirijan a ti. La mentalidad abierta y la honestidad son rasgos muy valorados en las empresas porque se alejan de prácticas como decir y hacer cosas sólo para complacer a otros o mantener el status quo sólo para evitar tensiones en el grupo.
Si consigues conocerte a ti mismo y a la empresa y compañeros que representas, entonces también estarás en sintonía con tu instinto. Es clave escucharlo y tomar decisiones absorbiendo los comentarios y opiniones de los demás.
La autenticidad denota una ética inherente al negocio y a tus relaciones personales. Algunas profesiones, como el derecho y la medicina, cuentan con sus propios códigos de ética pero si no es tu caso, debes adoptar uno propio y seguirlo en todas tus actuaciones.
Si quieres mejorar la vida de tus empleados, proyecta una imagen del negocio y del trabajo que les ayude a sentirse piezas fundamentales de la organización y sientan pasión por lo que hacen.
Debes tener la humildad de admitir los errores y tomar medidas para solucionar cada problema, y el compromiso de asumir la última responsabilidad de los errores de tus empleados. Tampoco abuses de la palabra "lo siento": resérvala para las circunstancias más apropiadas.
Los auténticos líderes no pueden exhibir todas estas características al mismo tiempo, porque el liderazgo auténtico implica el desarrollo de una mayor tolerancia a la vulnerabilidad, lo cual es difícil.
Y es que el liderazgo auténtico y una cultura de trabajo transparente son un todo y es todo un proceso conseguirlo. Un líder no se convierte de repente en auténico, al igual que una cultura de trabajo no es transparente en un día: el liderazgo auténtico es un viaje que implica un compromiso constante con tu propio crecimiento, el de tu equipo y el de la empresa.
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