La habilidad de liderazgo que todos los CEO deberían aprender de los padres y madres

08/07/2016 · Ser padre es un trabajo a tiempo completo. Aunque suene a tópico, educar a los hijos implica grandes dosis de tiempo, esfuerzo y paciencia. Sin embargo, rara vez nos fijamos en las competencias que éstos adquieren en la crianza y que sin duda pueden ser de gran ayuda en el ámbito laboral, sobre todo en puestos directivos.

Cada día los padres deben enfrentarse a retos con sus hijos. Por ejemplo, dudar entre ser suave con una mala conducta o ser demasiado estricto, y es exactamente esta habilidad para saber cómo y cuándo dejar de lado el control y marcar las expectativas que también podrían aplicar como líderes en el trabajo.

Cómo lideran los padres y madres

Los padres y madres siempre está bajo la presión de darles a sus hijos la suficiente atención y atender a sus necesidades, además de la presión auto-impuesta de asegurarse que están a salvo y felices, y precisamente por eso a medida que se van haciendo mayores aprenden a lidiar con ella. Destinan mucha energía a buscar el equilibrio, pero con el tiempo aprenden a organizarse, priorizar y a ser efectivos en sus decisiones. En otras palabras, adquieren una serie de competencias que también son vitales en el entorno empresarial.

Sin embargo, muchas veces es más fácil decir "no se puede ir a ese lugar" que enseñar a tu hijo a jugar con seguridad en un entorno poco protegido. Es más fácil desalentar su amistad con un niño cuya influencia no te gusta que contrarrestar esa influencia o discutir por qué su comportamiento es un problema. Es emocionalmente más fácil ejercer una "microgestión" de la conducta del niño, señalando cada vez las cosas que hace mal, que darle autonomía y dejar que tome riesgos y se equivoque para que crezca y madure. 

Los expertos apuntan que cuánto más control ejerces sobre un niño menos llegará a desarrollar su propio juicio e iniciativa, un aspecto vital cuando éste llegue a la difícil etapa de la adolescencia y no digamos, cuando ya es adulto y ha de lidiar con problemas profesionales y personales.

Una crianza efectiva implica el establecimiento de límites: explicar por qué existen, y luego confiar en que los niños aprendan a abordar las situaciones por su cuenta.  También es bueno hacerles partícipes de la vida adulta de sus padres, haciéndolos parte activa de las conversaciones acerca de qué hacer el fin de semana, por ejemplo, o darles tareas y responsabilidades de la casa. Se trata de dar a los hijos tanta iniciativa como puedan a su edad para que desarrollen esta capacidad también al ser adultos.

Ahora recuerda cuando eras niño. ¿Te gustaba cuando tus padres te controlaban demasiado?  ¿O preferías que te dieran confianza? Ahora piensa en cómo te sentirías, como adulto, siendo controlado y sin ningún margen de confianza por parte de sus compañeros de trabajo o responsables. Traslada este aprendizaje a tu rol como líder de equipos: la dependencia y la escasa autonomía de tus empleados siempre va a jugar en su contra y en la de la organización, por eso se recomienda otorgar toda la autonomía y confianza posible a los miembros del equipo para que puedan abordar cualquier situación por sí mismos.

Esa sensación es algo que siempre deberíamos tener en cuenta como líderes cuando nos preocupa si nuestro estilo de liderazgo está siendo bien recibido. Establece límites en el lugar de trabajo en lugar de ejercer una microgestión y deja que los empleados asuman riesgos y se involucren en la toma de decisiones.

Propósito y Estrategia

Pero, ¿cómo reducir el control sin poner en peligro el crecimiento?

La adopción de un enfoque de gestión extraída de un combate militar puede parecer inadecuada para el mundo de la empresa, y sobre todo para el de la crianza familiar. Pero aunque parezca mentira, hay una sorprendente similitud entre la esfera doméstica y militar:

En la guerra es imposible que los líderes puedan controlar todo lo que sucede en la tierra de combate. La acción del enemigo y los accidentes imprevistos obliga a las tropas a adaptarse. Pero para que estos cambios sean eficaces, se tienen que aplicar las mejores medidas que tengan al alcance. Por eso es tan importante que a las tropas se les guíe previamente con un propósito bien comunicado, o lo que es lo mismo, unos objetivos debidamente descritos.

El "propósito" es el objetivo de la batalla, la campaña o incluso la guerra. Para un negocio, se trataría de los objetivos de la empresa, tanto a largo como a corto plazo. Por lo tanto, asegúrate de comunicarlos e incluso compartirlos. De esta manera, el empleado va a estar mejor preparado para su 'batalla' particular y tomar decisiones de acuerdo al propósito.

En cambio, la "estrategia" es un conjunto de directrices y tácticas  para lograr ese propósito. En este caso, no les proporciona a los 'soldados' qué decisiones tomar, pero sí les enfoca en el cómo.

En la mayoría de organizaciones, el equivalente de la estrategia serían los planes de desarrollo y estratégicos que afectan a la dirección de la empresa. Deben ser suficientemente claros y estar bien definidos para que todos remen en la misma dirección, pero a la vez nunca deben ser lo suficiente específicos o estrictos como para cohartar la libertad de movimientos del equipo. Siempre hay que dejar espacio para la iniciativa del propio empleado.

Visto así, la conexión del símil militar, empresarial y familiar es bastante clara. Pero una de las razones por las que rara vez pensamos en los padres o generales militares como ejemplos de liderazgo en contextos de negocios se debe a que no somos capaces de ver cómo éstos consiguen lograr el equilibrio entre dotes de liderazgo y capacidad de delegar o dar autonomía a sus hijos.

Después de todo, dar espacio es complicado. Es igual de difícil para un padre confiar en que sus hijos tomarán decisiones inteligentes y seguras por su propia cuenta, que para un general dejar en manos de sus subordinados la puesta en marcha de la estrategia. Y del mismo modo, es difícil para un gerente dejar que otros tomen decisiones por su cuenta.

Para ello, tanto el próposito como la estrategia son fundamentales para mejorar la efectividad de los equipos y proporcionarles bienestar y satisfacción laboral.

TAGS: liderazgo

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