09/09/2016 · Algunas de las habilidades que buscan las empresas en los candidatos de hoy, se alejan cada vez más de las capacidades técnicas, en favor de otras relacionadas con aspectos como la inteligencia emocional o la creatividad. Estas habilidades blandas son difíciles de evaluar, pero las áreas de Recursos Humanos de las compañías están comenzando a realizar pruebas que van más allá de las preguntas clásicas de las entrevistas de trabajo. Conocer qué pruebas realizan los RRHH para identificar si se posee o no un pensamiento divergente y, en caso de no tenerlo, saber cómo funciona y qué actividades fomentan el desarrollo de la creatividad en una persona, pueden derivar en un aumento de las oportunidades de conseguir el empleo deseado.
Todos podemos aprender a activar el lado creativo de nuestro cerebro y entrenarlo diariamente, permite aumentar nuestras posibilidades de salir bien parados en las pruebas de aptitud sobre creatividad, que los Recursos Humanos de las empresas realizan a los candidatos de una oferta de trabajo.
Los científicos llaman a este tipo de pensamiento ‘divergente’, y si uno lo posee o lo trabaja, supone disponer de un elemento de cambio que fomenta el ingenio y la productividad. Dos condiciones que, cada vez más, las compañías sitúan en la cúspide de su escala de criterios positivos y mejor valorados.
Pero ¿qué hay detrás del pensamiento divergente? Personas que trabajan con lóbulo temporal derecho del cerebro y son capaces de generar múltiples ideas relacionadas para un tema o problema determinado, mediante la exploración de muchas soluciones posibles. En otras palabras, su espontaneidad para encontrar soluciones a problemas. Una habilidad que es extremadamente valiosa. De hecho, este tipo de pensamiento se ha convertido en un tema clave en el campo de investigación de la creatividad.
Y ¿cómo se prueba que la persona cuenta con un pensamiento divergente? Expertos de 99U han aportado cinco ejercicios, publicados en un artículo de INC, que sirven para conocer el grado de creatividad de las personas. Unas pruebas que, dado que cuentan con un respaldo científico, han comenzado a adaptar algunas empresas en sus procesos de selección.
Una vez hemos realizado estas pruebas en casa, si descubrimos que carecemos de un pensamiento creativo, no hay que alarmarse ya que esta capacidad -innata en algunas personas- puede ser entrenada y adquirida a través de tres hábitos simples.
La investigación del científico alemán Ulrich Wagner indica que el sueño puede mejorar drásticamente la capacidad de resolver problemas desde una perspectiva creativa. Según el estudio, el grupo de prueba que durmió durante ocho horas obtuvo una tasa éxito del 60% ya que -al reincorporarse a la tarea que habían dejado pendiente- realizaron el reto marcado de una forma más fluida.
De hecho, es recomendable realizar las cinco pruebas anteriores en diferentes horas del día (mañana, tarde y noche) para conocer en qué momentos se está más lúcido y activo a nivel mental y, además, empresas como Uber o Google han adaptado tiempos de sueño y descanso en el trabajo, para tratar de recargar y mantener la creatividad de sus empleados durante todo el día.
El humor permite pensar de manera más amplia y creativa. Una conclusión a la que llegó el psicólogo Marcos Beeman tras realizar una prueba a dos grupos de estudiantes universitarios. Ambos debían resolver una serie de puzles después de visionar una película, sin embargo, al primero se le dio una comedia y, al segundo, un contenido aburrido. Los resultaron fueron que el primer grupo fue más rápido y eficiente a la hora de finalizar la tarea, con un 20% más de puzles resueltos.
Y es que la risa libera endorfinas en el cuerpo, una sustancia química 10 veces más potente que la morfina, que tiene el mismo efecto estimulante que una intensa sesión de ejercicios en el gimnasio. Algo que parece haberse trasladado al mundo laboral ya que, otro estudio, revela que un alto porcentaje de los ejecutivos encuestado considera que los empleados con sentido del humor, trabajan mejor que los que no lo tienen o no ríen tan a menudo.
El psicólogo David Abramis en Cal State Long Beach encontró que las personas que se divierten en el trabajo son más creativos, más productivos, toman mejores decisiones y se llevan mejor con sus compañeros de trabajo. También son menos propensos a enfermar o a llegar tarde al trabajo que las personas que no se divierten.
Otro estudio, realizado por Adam Anderson de la Universidad de Toronto dice que, para desbloquear el potencial creativo, es importante desconectar a través de la diversión para levantar el estado de ánimo y luego volver el problema que nos estaba dando problemas.
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