5 claves para un cambio organizacional de éxito

Las empresas necesitan innovar si quieren ser competitivas y la única vía para hacerlo es exponerse a un cambio continuo. Sin embargo, los trabajadores no siempre perciben estos procesos como una oportunidad para avanzar en su carrera, sino como una amenaza para su puesto de trabajo.

¿Qué hacer entonces? La clave está en la comunicación. Hay que ser transparentes, dar los datos que son importantes para el empleado, explicando al detalle cómo y cuánto va afectar dicho cambio organizacional a su situación. “Ser claros, pero no alarmistas”, recomiendan los expertos.

También hay que ser pacientes. No todo el mundo asume de igual forma una misma situación por lo que hay que tratar de dar un margen de asimilación a los trabajadores y estar abiertos a resolver a aquellas dudas que puedan ir surgiendo durante el proceso.

Una vez digerida la decisión, es importante focalizarse en el propósito del cambio y sus beneficios, pues será lo que mantenga la motivación en el empleado. Además, la transformación necesita estar conectada con un profundo sentido de propósito para poder avanzar.

En este sentido, el cambio y sus efectos negativos tienen que estar alineados y tener un objetivo. De nada sirve recortar sueldos o personal, si eso –en caso de crisis- no va a tener un efecto positivo para el fin de la empresa. Una alternativa a esta situación sería la de formar a los empleados en aquellas materias que podrían impulsar a la compañía hacia los buenos resultados.

En línea con esto, es importante inculcar una cultura de aprendizaje continuo. Algo que permitirá a los trabajadores estar preparados, tanto en su terreno profesional actual, como en el caso de que la empresa decida prescindir de ellos. De este modo, no se sentirán tan desamparados a la hora de iniciar una búsqueda de empleo, pues sus nuevas capacidades podrían ser la respuesta para las necesidades de otras empresas.