Cómo mejorar la relación entre el reclutador y el manager de selección

La atracción de talento, la fidelización de los profesionales y el posicionamiento de la marca con respecto a ellos depende de la relación personal que se impulse desde la compañía. Una tarea que depende tanto del director de recursos humanos como de los reclutadores, que deben alinear sus mensajes para que haya una coherencia en las percepciones posteriores emitidas por talento interno y externo.

En este sentido, para garantizar que toman las decisiones correctas, hay que ser proactivos en el desarrollo y la consolidación de la relación entre el reclutador y el manager de selección. Algo que según publica Wilson HCG puede impulsarse de tres maneras.

En primer lugar, hay que desarrollar una buena relación entre ambos, compartiendo un objetivo común: el de contratar a los mejores profesionales, al tiempo que se ofrece a los candidatos una experiencia excepcional. Por tanto, ambas funciones tienen un peso importante para las organizaciones y es clave que, tanto uno como el otro, reconozcan la importancia del trabajo desarrollado.

Por otro lado, el artículo incide en la importancia de la comunicación, la cual indica debe ser “regular, honesta, auténtica y oportuna”. Por ello, recomienda “establecer llamadas semanales”.

Asimismo, desde Wilson HCG explican que, del mismo modo que los líderes de contratación deben proporcionar actualizaciones a la empresa (por lo que necesitan conocer de qué recursos disponen); los reclutadores deben mantener a sus candidatos comprometidos y conocer cuándo presionar o pausar una búsqueda de talento. Por lo que “es una calle de dos vías”.

En este sentido, el artículo expone el ejemplo de la cultura de relaciones que impulsa Netflix, la cual se sustenta en tres elementos: libertad de managers sobre las decisiones de contratación, sinceridad de ambos profesionales en sus comunicaciones y empatía. De hecho, se hace eco de las declaraciones de Chrissy Running que explica que "cuando existe la mentalidad de que la contratación es la máxima prioridad, realmente valoras la asociación que tienes con los reclutadores".

Finalmente, el tercero de los puntos a tener en cuenta es el establecimiento de expectativas correctas y realistas. Con este fin, “es vital –señala el artículo- durante las etapas iniciales de la asociación hablar abiertamente del proceso de reclutamiento, de una manera que conduzca a expectativas justas. Pero avanzando un paso más, estas expectativas deben ser claras para todas las partes, ya sea a través de acuerdos de nivel de servicio, indicadores clave de rendimiento u otras vías. Y ambas partes deben rendir cuentas al otro.”