Cómo tratar con las interrupciones en el trabajo

Human Performance ha publicado un artículo donde aborda el problema de las interrupciones en el trabajo. De este modo, los expertos han elaborado una lista de consejos que permite mejorar la eficacia en la respuesta que los profesionales dan a este tipo de situaciones.

Al respecto indican que el primer paso a dar es identificar el problema para después buscar soluciones al mismo. En este caso, ante la pregunta de “¿Tienes un minuto?”, hay que valorar si realmente se dispone de tiempo para consultas, ruegos, preguntas y quejas. De hecho, destacan que, aunque suelen ser “pequeñas”, estas interrupciones a menudo generan frustración en el receptor de los mensajes por la pérdida de tiempo que implican.

“Hay un tiempo perdido retomando tus pensamientos y recursos. Hay frustración al tener que reconstruirlos, lo que disipa la energía con la que prospera el trabajo”, señalan desde Human Performance. “Existe la angustia y la fatiga de tener que recuperar el tiempo perdido, lo que puede causar errores”, añaden.

Por otro lado, invitan a reconocer el motivo por el que no se está rechazando ser ‘molestado’ en determinados contextos. Esto cobra especial relevancia cuando quien interrumpe está posicionado jerárquicamente por encima.

“Si es tu jefe –indican los expertos- tienes miedo de que piense que no puedes manejar tu carga de trabajo. Si es un cliente, temes que lleve su negocio a otro lado. Si se trata de tus colegas, de que no suenes como un compañero de equipo”.

En este sentido, recomiendan basar la decisión del ‘no’ en función de los datos. Es decir, reconocer si lo que se está haciendo, en el momento de la interrupción, es lo suficientemente poco importante como para que sea pospuesto.

No obstante, desde Human Performance advierten de la importancia de negarse, sin tener que decir ‘no’ de forma directa. “Guía tu negociación y ensaya como lo transmites, adaptada para cada uno de tus ‘ladrones de tiempo’ principales”, recomiendan. Además, apuntan que, en caso de postergar la comunicación para otro día, en el momento que se produzca es interlocución hay que ser especialmente comunicativo.