Claves para enamorar a los profesionales en el proceso de OnBoarding

La experiencia de los empleados es lo que determina su motivación y vinculación con la empresa. De hecho, según un estudio de Wynhurst Group, la estructuración del proceso de entrada de un empleado a la compañía incrementa en un 58% la probabilidad de que éste permanezca en ella tras tres años.

Por este motivo, las organizaciones han comenzado a volcarse para que éste primer contacto con ella sea el mejor posible o, al menos, resuma lo que se es como compañía y a dónde se quiere llegar. En este sentido, las empresas, dentro del proceso de ‘OnBoarding’, incluyen una serie de dinámicas encaminadas a facilitar la incorporación de los nuevos empleados.

El objetivo es, en definitiva, asegurarse de que el profesional conozca a todos los miembros del equipo –compañeros, responsables y líderes- y que éste encaje en él, así como asegurar su alineación con los valores, cultura y formas de trabajar de la empresa, haciendo que dicha experiencia sea memorable y acelerando su curva de aprendizaje para que alcance su nivel más alto de desempeño, en el menor tiempo posible.

Con el fin de garantizar su eficacia, un artículo publicado en Glocal Thinking destaca la importancia de contar con herramientas digitales que permitan automatizar y facilitar los procesos de incorporación. “Hoy en día, resulta complicado que las organizaciones puedan llevar a cabo un proceso de Onboarding sin contar con una herramienta tecnológica de apoyo”, destaca.

En cuanto a sus ventajas, desde Glocal Thinking indican que éstas permiten simplificar los trámites administrativos y asegurar el cumplimiento de las normas legales, reduciendo los costes asociados y liberando recursos que podrán dedicarse a tareas de mayor valor añadido, además de facilitar la creación de redes de contacto y la comunicación con otros miembros de la organización.

Finalmente, se destaca que una herramienta de Onboarding debe “aportar información corporativa sobre la compañía”, antes de la incorporación del profesional. También debe “disponer información del futuro empleado y permitir que éste la pueda modificar y consultar”, así como facilitar una “conversación con el manager y con el futuro equipo de trabajo”, “la conexión con un pool de personas con intereses afines o complementarios” y el conocimiento sobre las “acciones de formación y desarrollo” que dispone la compañía.

Una vez ya dentro de la empresa, este sistema debe ofrecer “actividades de inmersión relacionadas con la actividad de la compañía” y “extender este proceso a otras fases del Employee Journey”.