Revista digital
TRIBUNA
noviembre 2017

¿Quiénes serán los futuros jefes?

Gemma Juan Giner,
Community Manager y Redactora de Contenidos de Escuela de Negocios y Dirección (ENyD)

 
Gemma Juan GinerAna Isabel Lizuain, tras terminar sus estudios de Pedagogía y empezar la búsqueda laboral, se topó con que nadie sabía cuáles eran sus competencias, motivo por el cual su campo profesional se cerró. Así que se vió en la situación de que su única salida eran los servicios sociales, donde según indica, los sueldos “son miserables, sujetos a subvenciones, se trabaja más horas de las que realmente se cobran y la rotación de voluntarios y personal de prácticas provoca que el trabajo sea muy precario”.
En este sentido, Lizuain, actual alumna del Máster Oficial de RRHH en la Escuela de Negocios y Dirección (ENyD), destaca que los reclutadores “deben tener un mayor conocimiento de las competencias de las personas que provienen de letras”, ya que por su experiencia, “hay un gran desconocimiento de hasta dónde podemos llegar y cuál es nuestro campo de actuación. Por eso no le gusta nada la frase “si tienes perfil tecnológico puedes trabajar en la empresa, si tienes perfil de letras, dedícate a dar clases o talleres”. Es una situación que Lizuain desconocía hasta que llegó el momento de enfrentarse al mundo laboral.

Nuevos profesionales

Las humanidades necesitan la tecnología, y viceversa. Según un estudio de la consultora norteamericana Burning Glass Technologies que analiza las tendencias del mercado de trabajo, concluye que si los graduados en letras adquieren competencias en una de ocho habilidades técnicas, como redes sociales o análisis de datos, su acceso al mercado laboral aumenta sustancialmente.

Elena Cobo-Reyes, IT&Telco Consultant de Spring Professional, está completamente de acuerdo con esta conclusión y añade que no sólo en perfiles humanísticos, sino que la tecnología “es la bandera de la generación millennial y la generación Z”. La adaptabilidad de estos nuevos profesionales a las herramientas digitales que se pondrán a su disposición en su puesto de trabajo, “es algo esperado y deseado para las compañías”.

“No olvidemos el viaje en el que nos estamos embarcando, el mundo del mañana estará completamente orientado a IA, IoT, ciberseguridad…y las habilidades técnicas formarán parte de nuestra vida”, argumenta Cobo-Reyes.

Aunque en España la tendencia aún es incipiente, muchas multinacionales avisan ya de que irá a más, en las áreas digitales sobre todo. En un futuro muy próximo, las empresas de tecnología van a complementar los perfiles tecnológicos con perfiles humanistas para avanzar en la robotización e inteligencia artificial. De hecho, ya se está experimentando una incipiente demanda de perfiles con formación en filosofía y lingüística sobre todo para posiciones del ámbito de seguridad digital, aunque todavía suponen un porcentaje pequeño.

“Es evidente que nos enfrentamos a un entorno altamente tecnológico donde las competencias técnicas son imprescindibles para el perfecto desarrollo de la función directiva. Si bien es cierto que, cada vez con más frecuencia, las empresas tecnológicas están incorporando perfiles humanistas: sociólogos e incluso filósofos”, explica Lucio Fernández, Director de RRHH y RSE de Redyser Transporte.

Además, añade que un perfil debe disponer “tanto de competencias humanistas como técnicas, pues las personas y, por extensión, las organizaciones, son organismos complejos donde las competencias son transversales”.

En este sentido, el cine nos da ejemplo de cómo la ficción imita a la realidad. En el film “La llegada” (Denis Villeneuve, 2016) una lingüista consigue entablar contacto con vida extraterrestre. Para Cobo-Reyes, la robótica sufrirá esa misma transformación, ya que “el fin de la inteligencia artificial es el razonamiento en sí mismo, alcanzar la capacidad de que un código pueda empatizar con la imperfección”.

“Sociólogos y filósofos se están incorporando a empresas tecnológicas como Google. El por qué es evidente, el Big Data proporciona una serie de datos muy interesantes que necesitan ser interpretados de manera que se puedan ajustar las acciones derivadas a las personas. No podemos olvidar que la clave del desarrollo productivo sigue estando en manos de las personas”, añade Fernández. Por otro lado, el avance tecnológico “está suponiendo un análisis humanista y ético de la sociedad, donde los filósofos están encontrando su nuevo nicho de mercado”, destaca el director de RRHH.

Diferentes perfiles para puestos directivos

“Cada vez se buscan más perfiles de personas para puestos directivos en los que hay que manejar equipos; en los que más que el conocimiento específico de la materia en cuestión, precisan otras habilidades a la hora de negociar, establecer prioridades y objetivos, gestionar conflictos. Es ahí donde las personas “de letras” tienen ese bagaje que los técnicos no”, ha añadido Sergio García, profesor del MBA en la Escuela de Negocios y Dirección (ENyD) y, en estos momentos, alumno del Máster de RRHH en la misma escuela.

Sergio García, además de ser economista, es Coach Certificado, Practitioner en PNL; tiene varios cursos en liderazgo y gestión de equipos, y desde muy joven ha tenido conciencia de que es necesario tener habilidades más allá de las técnicas.

En el caso de ENyD, los alumnos que cursan el Máster de RRHH proceden, la gran mayoría de letras, pero...¿pueden adquirir rápidamente habilidades técnicas?, ¿vienen bien formados en cuanto a habilidades digitales?

Fernández responde claramente que sí. “Siempre he defendido que cualquier persona es capaz de aprender cualquier oficio. Como se dice vulgarmente “el secreto está en las ganas”, y añade que hoy en día “los perfiles digitales no solo están reservados para los mal llamados millennials. Todo directivo debe disponer de un conocimiento digital alto si quiere realizar correctamente su trabajo”.

Además, el hecho de estudiar hoy en día una titulación universitaria, “te sirve en tu mayor parte para adquirir hábitos de aprendizaje continuo y de desarrollo de capacidades cognitivas, lo que posteriormente a nivel técnico aprendas no importa”. De hecho, al ritmo que cambian las empresas, los expertos apuntan que “lo que hoy en día están aprendiendo los alumnos en las universidades, cuando terminen el Grado es probable que no puedan utilizarlo en las organizaciones al haberse quedado obsoleto”.

En este sentido, Cabo considera que la educación formal sólo es una parte del aprendizaje de una persona. “Aunque aún nos conformemos con evaluar el potencial de un perfil junior con las mismas herramientas que hace 10 años (por fortuna, esta tendencia está cambiando a nivel de reclutamiento, ya que empresas y candidatos no llegaban a un entendimiento a través de los canales tradicionales), considero que la curva de aprendizaje de estas personas es más corta que la de cualquier otra que esté experimentando una etapa distinta de su vida”.

“La inquietud y el abanico de posibilidades que tienen estos jóvenes, además de la exposición más masiva de la historia a cualquier tipo de información a la que deseemos acceder, hacen de ellos personas altamente compatibles con las habilidades técnicas, ya que el formato de aprendizaje, como el de comunicación, ha sufrido una gran revolución”, explica Cabo.

El caso de Ana Isabel Lizuain es un poco particular. Ella pertenece al grupo “de letras”, actualmente está cursando el Máster de RRHH en ENyD, ha estudiado también un Grado de Pedagogía, pero su anterior formación es Técnico Superior Delineante en edificios y obras, por lo que el manejo de programas informáticos y de diseño, así como conocimientos matemáticos, físicos y visión espacial, ya los poseía. No obstante ha seguido formándose en el mundo digital a pesar de que en grado tuvo dos asignaturas en las que le enseñaron a utilizar las redes sociales, y programas y periféricos relacionados con competencias profesionales, como puede ser la herramienta Moodle o diseñar cursos online.

¿Cuestión de Talento?

Según el último informe de Empleabilidad y Conocimiento de Adecco, las carreras de la rama de Artes y Humanidades recuperan peso específico en su aportación al conjunto de las titulaciones universitarias, pasando de generar poco más del 2% del total de ofertas de empleo en 2014 al 3,16% actual. Dentro de esta categoría, las titulaciones más demandadas han sido Filología (1,33%), Artes y Diseño (0,88%) y Traducción e Interpretación (0,34%).

Por lo que respecta a las carreras técnicas más demandadas por las empresas son Ingeniería Informática (8,6%), Ingeniería Industrial (4,3%), Telecomunicaciones (2,7%) e Ingeniería Mecánica (1,9%). Es decir, los ingenieros siguen teniendo más fácil encontrar trabajo. Pero el talento que combine los conocimientos en Humanidades con habilidades técnicas y de liderazgo tiene cada vez más oportunidades de convertirse en sus jefes.

¿A qué se deben estos resultados? Cabo no considera que sea una cuestión de talento, sino “la resaca económica el país”. El boom tecnológico “también ha sufrido estragos en los últimos años y ha resultado ser una recuperación dura e incesante tanto para la demanda (cuyas categorías y salarios han sufrido su propia especulación hasta establecerse) como para la oferta”.

Los perfiles que saben entender la parte técnica y la gestión de equipos y clientes, son los activos más valiosos para las empresas (el año pasado, un estudio demostraba que la figura de Account Manager era una de las más demandadas del año).

A nivel de demanda, los profesionales del mercado están abocados a la tendencia del sector. La tecnología trabaja bajo el principio de mejora continua, nunca permanece estática en el tiempo. Es por ello que las capacidades que se demandan “tienen relación con la capacidad de comunicación, abordar distintos proyectos y ganas de convertirse en los responsables del mañana”.

“Es un error contratar a personas de ciencias o de letras. Hay que contratar a personas con unas determinadas competencias. De hecho, hay organizaciones que están contratando personal sin puesto asignado. Saben que son buenos y serán ellos los que determinen dónde desarrollan mejor sus capacidades, señala Lucio Fernández.

El director de RRHH concluye exponiendo que “si somos capaces desde RRHH de conseguir establecer unas políticas adecuadas de desarrollo del talento estaremos consiguiendo la máxima competitividad de nuestra organización” y precisamente el Máster de RRHH de la Escuela de Negocios y Dirección está muy enfocado en diseñar y ejecutar políticas de atracción, gestión y retención del talento.
entrevistas  |  reportajes  |  almuerzos  |  tribunas  |  noticias  |  proveedores  |  nombramientos  |  estudios  |  agenda  |  libros  |  el equipo  |  enlaces  |  mapa web

© 2007 CUSTOMMEDIA S.L. edita EQUIPOS Y TALENTO  |  Equipo de redacción  |  Contacto  |  Política de privacidad

Av. Diagonal, 463 bis 5ª planta, Barcelona 08036  Tel. 93 4195152  Fax. 93 4101755