Revista digital
TRIBUNA
septiembre 2015

La necesidad de la oratoria

Jaime Batlle,
Profesor de ESIC Business & Marketing School

 
Jaime BatlleSe ha vuelto imprescindible en el ejercicio de la mayoría de profesiones -en el 89% de ellas- según estudios recientes - la habilidad para comunicarse en público. Es decir, el arte de la oratoria. Es descorazonador observar a personas excelentemente formadas que carecen de esta habilidad, que como todas, al margen del talento natural del que pueda disponer cada cual, puede aprenderse.
En España la cuestión es más grave que en otros países de nuestro entorno, entre otras cosas porque nuestro sistema educativo no contempla la oratoria como asignatura en ninguno de sus planes de estudio, ni siquiera en los grados relacionados con la comunicación, lo cual no deja de ser sorprendente.

Para ser un buen orador, además de talento y mucha práctica, como en casi todo en la vida, relacionado con las habilidades y las ahora de moda "competencias", hay que tener en cuenta tanto a los que nos escuchan como a la competencia del orador.

Desde la óptica del auditorio, el cerebro de quién escucha, como el de todo el mundo, no esta preparado para retener ni aprender datos no significativos, sin embargo si esta preparado para aprender y retener lo que le produce curiosidad, lo que le emociona, lo que entiende y lo que puede aplicar. También recuerda mejor las imágenes que las palabras.

Aprende y retiene haciendo y, sobre todo, enfocando lo que quiere aprender desde los cuatro enfoques que acabo de describir.

Las personas que nos escuchan desean entender y poder relacionar lo que les exponemos, con su propio enfoque práctico, y por supuesto agradecen poder conectar sus emociones al tema sobre el que nos prestan su tiempo y su atención.

Que implicaciones tiene esto para un orador?. Técnicamente, las siguientes:

Para generar curiosidad en el auditorio, introduzca el tema y hable del mismo con pasión. Pasión en las palabras, pasión en el lenguaje corporal. Demuestre que es un tema que a Vd le genera emociones y que esas emociones están relacionadas con su vocación.

Exponga ejemplos reales, que pueda conectar a su experiencia y también a la experiencia de sus interlocutores.

Invite a reflexionar a sus escuchantes sobre sus propias experiencias en relación a lo que esta tratando en su conferencia pero no abuse de esta técnica. En una conferencia de una hora puede hacerse en un máximo de 2 ocasiones.

Para trasladar emociones sea innovador en su lenguaje corporal. No tenga miedos. Utilice "trucos visuales y juegos" siempre, claro está, en función del auditorio y del contexto.

Traslade emociones a su auditorio. Dele trascendencia al mensaje, como si su tema fuera el único del universo en ese momento. Concentre las energías del cosmos en su espacio auditorio y sea al mismo tiempo discreto con su lenguaje verbal y no verbal.

Domine el espacio con su movimiento corporal y/o con su mirada y exponga ejemplos reales relacionados con el asunto que trata.

Utilice imágenes con cuidado, seleccionando cuidadosamente tanto las mismas como el momento. Pasados 15 minutos desde el inicio de su disertación su auditorio desconectara y Vd deberá estar preparado para entrar en la fase emocional donde las imágenes y el intercambio emocional serán de gran ayuda.

Para hacerse entender relacione de forma racional lo que esta diciendo con la realidad, aportando pruebas de hechos reales. Si están relacionados con la experiencia personal, mucho mejor. Incluya los casos de éxito y también, porque no, los fracasos, exponiendo con realismo los condicionantes en ambos casos.

Utilice un lenguaje adaptado al auditorio y no presuma de exceso de erudición. Será fatal porque afectara negativamente al invisible "contrato emocional "que el auditorio tiene con el orador y se corre el riesgo de que no le entiendan.

En función del escenario y tipo de auditorio haga feed back para asegurarse que le entienden. Una conferencia no permite ese FB, aunque ello dependerá del escenario del auditorio y del contexto.

Cierre su exposición en dos fases recapitulando y con un intercambio emocional con su auditorio. Sea innovador en este sentido. Utilice juegos, imágenes, y herramientas de forma breve e impactante.

Al margen de todo esto, atienda a las recomendaciones clásicas. A saber; gestione el tiempo, analice a su auditorio y prepárese para las preguntas que puedan hacerle.
Tenga controlado el entorno, prepare su material. Anticipe la idea, desarrollela y recapitule. Practique y entrene. Sólo así será capaz de transmitir naturalidad, convicción, credibilidad y confianza.

No hay termino medio en la calidad de una disertación en público. Es buena o muy mala. Sólo hay matices cuando es buena.

Las consecuencias de una disertación en público de mala calidad son nefastas. Una pérdida de tiempo para Vd, y lo que es peor, para cada uno de sus escuchantes, con el agravante de que estará Vd, maltratando sus mentes.
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