Revista digital
TRIBUNA
septiembre 2012

La salud emocional (una actitud responsable de nuestras emociones)

Silvia Escribano,
socia directora de ISAVIA Consultores

 
Silvia EscribanoSentir que la enfermedad puede tener un lado positivo implica un cambio de actitud muy importante
Vivir, tiene que ver con sentir.Es escuchar la sabiduría del corazón.

Vivir con salud implica, aprovechar la energía positiva de nuestras emociones y hacernos dueños de lo que sentimos. Escuchar las emociones es escucharnos a nosotros mismos.Requiere atención, voluntad y, sobre todo, humildad.

Mantener una buena salud emocional es responsabilidad de cada uno de nosotros.

Las emociones no son sino respuestas naturales del organismo ante las circunstancias de la vida. No son ni buenas ni malas, simplemente son. El cuerpo es el vehículo de manifestación de nuestras emociones y de los cambios que se producen en la mente.

La salud y la enfermedad
Podríamos hablar de salud, cuando hay equilibrio entre mente, emoción y cuerpo, con una comunicación regular. Escuchando nuestro interior, influiremos de manera positiva en nuestra salud.

A todos nos gustaría vivir instalados en el éxito, la salud
y en definitiva en la felicidad, pero con frecuencia aparece la tensión, el dolor y la enfermedad. Suelen aparecer en el momento menos oportuno. Muy a pesar nuestro, se quedan a nuestro lado durante algún tiempo. La primera reacción es tratar de echarlos o hacerlos desaparecer de manera fulminante. Pero ¿y si la enfermedad tiene algo que decirnos?

Claro que tiene algo que decirnos… ¡Es un regalo! Aparece cuando no superamos algo en nuestras vidas. Cuando repetimos determinados comportamientos no muy positivos para nosotros. Cuando nos sentimos presos de nuestros miedos.Cuando sufrimos sentimientos intensos de culpa. Cuando nos negamos a cambiar algo de nuestro carácter aún a sabiendas de que nos hace daño…En definitiva, cuando existe para nosotros un desafío o sentimiento negativo, que el cuerpo no ha sido capaz de enfrentar.

Cuando se produce la enfermedad, se comprende y libera el mensaje no escuchado.Comprender la enfermedad permite afrontarla desde una actitud interna más eficaz.Contribuye a una recuperación más rápida. En ocasiones, elegimos no oir o no comprender su mensaje, porque de hacerlo, tendríamos que cambiar alguna cosa de nuestra forma de vivir y eso, no siempre es fácil.

Hemos aprendido que la enfermedad es algo que hay que combatir. Es como una sombra que desestabiliza nuestras vidas. Quizá sea cultural.Queremos estar bien y queremos que sea ya.Si nos duele el cuello, porque andamos por la vida queriendo controlar todo lo que acontece a nuestro alrededor, o la espalda, porque llevamos demasiada carga en nuestra vida, lo único que queremos es que no nos duela…

Si suprimimos la información con medicamentos para anular los síntomas, la energía irá cogiendo más fuerza. Será más difícil liberarla, produciéndose enfermedades más graves o incluso crónicas.

La única posibilidad de que este proceso no se dé es ir integrando las experiencias de la vida.Estar abiertos a lo que nos quieran enseñar. Sentir que la enfermedad puede tener un lado positivo implica un cambio de actitud muy importante. En definitiva, podríamos decir, que la enfermedad es una parte de la vida y un medio de autoconocimiento importante.

Quizá sea éste un buen momento para que aprendas a conocer y gestionar tus emociones. No dejes que sean ellas las que te dirijan a tí. Estamos a tiempo de empezar a conocernos mejor y a relacionarnos de manera más saludable con nosotros mismos y con los demás. Nunca es demasiado tarde. Nadie está condenado a ser como es durante el resto de su vida. Ésto, como tantas otras cosas, es una elección. La elección de cómo quieres sentirte. Cómo dice Serrat “hoy puede ser un gran día, date una oportunidad…”

Ahora ya sabemos que las emociones nos aportan información relacionada con nuestro bienestar. Que tienen un mensaje para nosotros acerca de si estamos satisfaciendo o frustrando nuestras metas o ilusiones.Que envían información al cerebro y lo preparan para la acción.Que están íntimamente ligadas a nuestra fisiología. Que nos relacionamos con el mundo a través de nuestras emociones. Que vivir, significa sentir y que sin ellas no podremos disfrutar de una vida plena.

¿Puedes a estas alturas imaginarte una vida sin emociones?

Las emociones y la salud
Cada una de ellas, tiene un mensaje para ti. Escúchalo.

El miedo activa tu organismo para la supervivencia , te moviliza para que puedas defenderte de una amenaza real o imaginaria. Es probablemente la emoción que nos ha hecho sobrevivir a lo largo de miles de años.Te has preguntado alguna vez que harías si no tuvieras miedo?

La rabia busca poner límites , marcar el territorio y expresar lo que uno quiere y necesita. Sirve para enfrentarnos a aquellas amenazas, reales o imaginarias contra nuestra integridad o la de aquellos que nos importan.Nos proporciona fuerzas para reaccionar y defender nuestro entorno, aunque su expresión puede ser tremendamente destructiva.La rabia está ligada a nuestra propia supervivencia y cumple una misión importante a lo largo de nuestra vida.

La tristeza busca recogimiento, reflexión, centrarse en uno mismo. Acompaña procesos generados por el duelo, fracaso, desilusión o separación. Experimentarla nos ofrece
la posibilidad de reflexionar sobre las circunstancias de la vida y la forma en la que vivimos. La tristeza nos invita a tomar una pausa antes de iniciar nuevas acciones o de continuar nuestro camino.Escucharla es aprender más de nosotros y desde ahí recuperar fuerzas para seguir nuestro camino de crecimiento.

La alegría es una emoción intensa y positiva que nos ayuda a vivir la vida con más ligereza. Se contagia y te abre para que te relaciones con los demás y disfrutes de ellos.Es gratuita y generosa y nos permite sentirnos valiosos frente a nosotros mismos y facilita la relación con los demás.La alegría alarga la vida.

El amor tiene un noble poder que nos hace más seguros, confiados, mas libres. El amor no se puede aprender. Para que sea auténtico y real debe provenir de tu crecimiento interior.Está dentro de tí.El amor es necesario para hacer que no tengas miedo, para que sientas que eres aceptado, que eres útil. El amor te fortalece como persona. El amor en su forma más pura consiste en compartir la alegría.No pide nada a cambio. No espera nada.

Sabemos también que desarrollar emociones positivas no es una cuestión de altruísmo sino de sano egoísmo.
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