Revista digital
TRIBUNA
noviembre 2008

Un Quijote para nuestra empresa

Ignacio Pérez-Laorga,
gerente de la Solución Liderazgo Epise.

 
Ignacio Pérez-LaorgaNuestra capacidad para actuar movidos por nuestros sueños nos distingue del resto de los animales. Esta aracterística sirve también para diferenciar entre personas. No hay, en efecto, mejor manera de conocer a alguien que preguntarle por sus opiniones e ideas acerca de cómo deberían ser las cosas y por sus esfuerzos encaminados a “realizarlas”. La abundancia en ambos términos de esta ecuación definiría, en mi opinión, a Don Quijote: alguien al que le bullen en el magín ideas de todo tipo acerca de cómo debería ser el mundo y sale luego al camino con ellas como única guía.
Esta postura vital del de La Mancha siempre me ha parecido una excelente metáfora del líder. Éste, en efecto, es alguien con ideas acerca de cómo debería ser lo que le rodea, que hace nacer en otros parecida visión del mundo y alguien que se empeña en influir sobre su entorno para ajustarlo a como él quiere que sea. Alguien que no se deja amilanar por el entorno, ni por la crisis, sino que se enfrenta valientemente a ello. Esta capacidad de idear y esta inquietud por transformar la realidad u orientación a la acción transformadora es, en mi opinión, una característica del líder.

Consideradas así las cosas, propongo estudiar como factor predictor de liderazgo lo que yo llamo el “índice de quijotismo”. Sería un IQ alternativo al IQ anglosajón al uso (intelligence quotient).

IQ: f (cantidad x calidad de ideales x acción productiva ligada a ellos).

En mi opinión, un grado elevado de IQ sería una condición necesaria, pero no suficiente, para ser líder, porque faltaría considerar las competencias relacionales y de influencia de la persona. Avanzando un paso más, propongo servirnos de la octogonalidad de ambos factores para describir un ensayo de tipología humana aplicable también en el terreno directivo.

Siguiendo la matriz adjunta, encontramos que una alta presencia de ideas e ideales unida a una alta orientación a la acción caracteriza al tipo Quijote ya descrito. Usando una metáfora marina, son gente con motor propio y brújula.

En otro extremo encontramos a los soñadores, gente con brújula y mapa que les gusta imaginar cómo deberían ser las cosas y el mundo que les rodea, pero carentes de motor.

A quienes tienen, por el contrario, un fuerte motor propio, ímpetu y ganas de actuar, pero carecen de norte, de ideal, los llamo aventureros. Salen al mundo y actúan sobre él en función de los problemas que se van presentando. Un buen gestor estaría probablemente en este cuadrante.

Finalmente, los veletas son gente sin una gran preocupación ni en uno ni el otro sentido. El motor se lo proporciona la fuerza del viento, las circunstancias que le mueven de su posición de confort. La dirección de su movimiento la marcan las modas, la presión del entorno.

Sólo conseguiría un alto IQ, un alto “índice de quijotismo”, aquel soñador que cultivara su proactividad y sus estrategias de influencia. Aquel aventurero que se detuviera a marcar en su mapa de coordenadas sus metas, es decir, sus objetivos, sus indicadores intermedios de avance. Aquel veleta que, renunciando a servir al viento, decidiera bajarse del tejado y reflexionar adónde quiere ir y cómo hacerlo.

Sirvan estas reflexiones como modesto granito de arena que se sumará al montón de advertencias y consejos para tiempos de crisis que, de seguro, tiene ya el lector. Si tuviera que resumirlos, diría que en tiempos de crisis, igual que en tiempos de bonanza, la postura inteligente sigue siendo la de mayor IQ. No en vano decía el hidalgo manchego aquello de que “en los tiempos arduos y dificultosos, en un mismo punto han de andar el consejo y la obra”.
entrevistas  |  reportajes  |  almuerzos  |  tribunas  |  noticias  |  proveedores  |  nombramientos  |  estudios  |  agenda  |  libros  |  el equipo  |  enlaces  |  mapa web

© 2007 CUSTOMMEDIA S.L. edita EQUIPOS Y TALENTO  |  Equipo de redacción  |  Contacto  |  Política de privacidad

Av. Diagonal, 463 bis 5ª planta, Barcelona 08036  Tel. 93 4195152  Fax. 93 4101755