Revista digital
TRIBUNA
marzo 2018

Las 10 tendencias de formación que debes conocer de cara a 2018

Benjamin Joseph,
CEO de Learnlight

 
Benjamin JosephCon el comienzo de un nuevo año, muchos nos paramos a ¬hacer balance, repasamos nuestro inventario personal y buceamos en nuestro interior en busca de nuevas dosis de optimismo y energía. Metas, sueños, propósitos... Da igual cómo los llamemos; los planes que hagamos, tanto personales como profesionales, pueden transformar los doce meses siguientes.
En el mundo del aprendizaje, la planificación estratégica es una parte fundamental del día a día, y adelantarse a las tendencias de formación puede suponer una gran ventaja para una organización. Si estás buscando una estrategia de formación nueva y rompedora para tu empresa de cara al año que ha empezado, es posible que estas tendencias sean la inspiración que necesitas.


1. Gamificación

Si las tendencias de formación fuesen un grupo de rock, la gamificación sería el vocalista. Esta tendencia es, en este momento, la auténtica "estrella del rock" del mundo del aprendizaje. Los equipos de RRHH y Formación han comprendido que la clave está en motivar e implicar al alumno, por lo que muchas de las conversaciones sobre formación corporativa giran en torno al aprendizaje a través del juego.

¿Cómo funciona? La gamificación aumenta el nivel de implicación y retención de información del usuario, que ve en el juego un descanso del estrés que suponen los métodos de aprendizaje tradicionales. Alimenta nuestra tendencia natural a aprender jugando.
Se pueden crear juegos para cualquier tema, adaptados a distintos niveles. Son la solución ideal cuando nos enfrentamos a conceptos difíciles o queremos poner a prueba los conocimientos del alumno de manera algo menos formal. Acuérdate de la última vez que participaste en un role play durante una sesión de formación. Si recuerdas lo fácil que te resultó involucrarte, entenderás inmediatamente por qué la gamificación se está convirtiendo en una de las técnicas más relevantes en el entorno de la formación corporativa.


2. Aprendizaje móvil

No hay duda de que, en 2018, el aprendizaje móvil está pegando fuerte, pero ¿por qué?
Mira a tu alrededor. Verás a más de uno con un smartphone o una tableta en la mano. Más de la mitad de la población mundial tiene un smartphone. La mayoría se pasa hasta tres horas al día usando un dispositivo móvil. El aprendizaje móvil canaliza la experiencia formativa a través de estos dispositivos, y esto permite llegar a un mayor número de usuarios. Además, el acceso flexible permite a dichos usuarios aprovechar lo que antes era tiempo perdido—los ratos de autobús, metro...—y convertirlo sobre la marcha en una sesión de formación.


3. Contenidos digitales

Tras 244 años en formato impreso, uno de los referentes mundiales en libros de consulta anunció que iba a dejar de publicar ediciones en papel. La Enciclopedia Británica es, desde 2012, un recurso exclusivamente digital. Y, al igual que esta enciclopedia legendaria, los libros de texto son otro recurso que está en plena transición hacia el formato digital. Este formato no solo es más rentable, también le facilita la vida al alumno. Las búsquedas de información son mucho más rápidas cuando podemos usar un link o una palabra clave para acceder a los contenidos que nos interesan.


4. Webinars

Reúne a varios alumnos motivados, escoge un tema y permite que todos los presentes participen en el debate. Acabas de crear un seminario. Ahora aprovecha una tecnología que está prácticamente al alcance de cualquiera y es totalmente móvil. Ya no hace falta que estéis todos en la misma sala, ni siquiera en el mismo país. Así de sencillo es un seminario web o webinar.

Hoy en día, hay formadores por todo el mundo que ofrecen webinars a sus alumnos para facilitar la asimilación de los conocimientos que imparten. Este formato permite a los participantes hacer preguntas, resolver problemas y participar en actividades sociales, sin importar en qué lugar del mundo estén.


5. Formación personalizada

La satisfacción que sentimos al probarnos un traje hecho a medida solo se puede comparar a la que nos proporciona el servicio individualizado. Se ha impulsado mucho la formación personalizada gracias a tecnologías como los sistemas de gestión de aprendizaje, que permiten hacer un seguimiento del desarrollo formativo de todos los alumnos a través de una plataforma única. Esta información se puede emplear para personalizar cada aspecto del aprendizaje. El sistema actúa como un orientador profesional, haciendo un seguimiento del progreso y sugiriendo recursos adicionales en función de los logros y objetivos del alumno.

En términos sencillos, solo con tener acceso a un sistema de gestión de aprendizaje, el alumno puede adaptar su itinerario pedagógico según sus metas personales. Literalmente, con solo apretar un botón tendrá a su disposición los consejos de un experto.


6. Microaprendizaje– Contenido en pequeñas dosis
Ya en los 90, hubo un grupo radical de instituciones progresistas que comenzaron a experimentar con lecciones de 10 minutos intercaladas con recompensas, tiempo de ocio u otras actividades poco exigentes.

El sistema probablemente se inspiró en la idea de que la mejor manera de aprender algo nuevo es ir poco a poco, asimilando la información en pequeñas dosis. Lo tradicional es que la sesión formativa dure una hora (45-50 minutos si hablamos de una hora académica). Sin embargo, los estudios más recientes demuestran que el máximo período de tiempo que podemos permanecer centrados en una cosa son 20 minutos. A partir de ahí, la atención empieza a disminuir.
El microaprendizaje consiste en lecciones en formato mini que pueden durar entre 60 segundos y 20 minutos, para aprovechar al máximo la capacidad de concentración del alumno. Esto puede suponer mejores resultados a largo plazo, lo cual es fundamental cuando se trata de formar a un empleado para un trabajo.


7. Evaluación entre compañeros

Resulta enriquecedor tener la oportunidad de evaluar a un amigo o compañero de forma inteligente y constructiva, sobre todo si nuestra motivación es ayudarles a desarrollarse y mejorar.

Pedirle a un alumno que corrija el trabajo de otro, le explique una teoría compleja o le ayude beneficia a ambos. Este modelo de aprendizaje en equipo ofrece múltiples oportunidades a los alumnos para ampliar sus conocimientos mientras se genera un sentimiento de comunidad y responsabilidad.

Además, para los proveedores de formación y las empresas supone una reducción de costes si se compara con el uso de un formador tradicional. Tanto el ahorro en tiempo fuera del puesto de trabajo y en tiempo de formador como la mejora en los resultados convierten el aprendizaje entre pares en una gran inversión.


8. Realidad aumentada y realidad virtual

La realidad virtual crea un entorno simulado de inmersión, y la aumentada combina la información generada por el ordenador con los sentidos naturales del usuario. El uso de estas tecnologías en los programas de aprendizaje permite involucrar al alumno a un nivel mucho más profundo y crear un entorno más interactivo. Esto puede activar la imaginación del alumno e incrementar los niveles de aprendizaje. Los proveedores de formación se están dando cuenta del potencial de estas soluciones para ofrecer programas de desarrollo más detallados y personalizados.


9. Aprendizaje social

A todos nos gusta sentir que encajamos, y el hecho de aprender en grupo puede motivarnos para que nos impliquemos más y consigamos mejores resultados. Hace ya 60 años que los formadores saben que no hay nada mejor que aprender unos de otros. Por eso los programas formativos incluyen trabajo en grupo, debates e intercambio de ideas. Hasta hace poco, todo esto solo era posible en un entorno presencial.
Internet, combinado con los dispositivos móviles, nos permite compartir de manera online ideas, información e incluso el proceso de aprendizaje y desarrollo de nuestras capacidades profesionales. Gracias a la emergencia del aprendizaje social ya no tenemos que estudiar solos—podemos pertenecer a un grupo de alumnos que compartan nuestra forma de ver la vida.


10. El aprendizaje informal se digitaliza

Este medio de formación no tiene objetivos formales aprendizaje, y el alumno nunca lo emplea intencionadamente. El aprendizaje informal es una vía por la que muchos obtenemos conocimientos en entornos sociales e informales. El cambio se ha dado con la incorporación del aprendizaje informal a ciertos entornos de eLearning. Al incluir contenidos nativos y herramientas colaborativas, las empresas pueden ofrecer una estrategia integral que al alumno le funciona mejor. Todas las interacciones e ideas quedan registradas, lo cual permite que se pueda acceder a ellas posteriormente, convirtiéndolas en un recurso aún más valioso.
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