Revista digital
TRIBUNA
marzo 2017

La importancia de hacer equipo

Mariano Zúñiga Roger,
responsable de Comunicación y Marketing de Up SPAIN

 
Mariano Zúñiga RogerLas empresas son los profesionales que las integran. Así de sencillo. Tomar conciencia de este axioma es el primer paso para que cualquier organización elija el camino del éxito. El siguiente punto es saber nutrir la plantilla de los profesionales adecuados y capitanearlos a través de un líder que ejerza autoridad y sepa motivarlos. Y en este sentido, el departamento de Recursos Humanos es clave.
Seguro que todos recordamos el Barça de Pep Guardiola. Un equipo que hizo historia y conquistó, y no solo en el terreno de juego, a culés y aficionados de otros equipos de la liga española. Sus toques en el campo y el buen ambiente que se respiraba en el banquillo fueron los ingredientes para su receta del éxito. El mérito no fue únicamente del equipo, sino también del entrenador y del director deportivo que supieron escoger los mejores perfiles para cada puesto y animarles para que dieran lo mejor de ellos mismos. Además, tuvo que lidiar con los egos, que a veces llevan a la perdición a los equipos y a las empresas.

La selección de perfiles idóneos, labor propia del departamento de Recursos Humanos, es esencial para el buen funcionamiento de cualquier empresa y no solo de un equipo de fútbol. Elegir y atraer el mejor talento a las filas de una compañía es una tarea difícil, que requiere de un buen equipo en gestión de personas y de la total confianza de la cúpula directiva. De ahí que muchas empresas ya hayan incluido al director de Recursos Humanos en el consejo.

Conocer las necesidades de la compañía y la eficacia de los equipos que la componen siempre será más sencillo desde una visión 360. Y si no, siempre tendremos ejemplos de lo que no se debe hacer. HP, para su desgracia, es uno de estos casos. Este gigante del hardware, que deslumbró al mundo gracias a su innovación y sus sólidos principios de gestión, se dejó llevar hace años por la fiebre del salvador corporativo y, desde entonces, encadena CEO con la esperanza de encontrar su particular superhéroe. Un esfuerzo estéril pues, según Schumpeter en un artículo para The Economist, esta tendencia, a pesar de tener un efecto positivo a corto plazo en términos de cotización bursátil, no da resultados porque olvida dos puntos esenciales: el directivo no trabaja solo, y su luz puede cegar al resto de colaboradores. Es decir, esta estrategia ignora que la empresa no es un fichaje estrella sino el trabajo de todos sus colaboradores, y sin un buen reparto del juego la eficacia es imposible. Un equipo de Recursos Humanos sano y en el eje de la acción corporativa es el mejor antídoto para cualquier organización que necesite volver a ponerse en valor. Entre sus cometidos destacan detectar el talento, saber atraerlo y fidelizarlo.

Talento

La búsqueda del talento ha evolucionado desde la época de las montañas de currículos y las entrevistas personales. Ahora, el imperativo de contar con una plantilla funcional, profesional y motivada obliga a las compañías y, por ende, a sus departamentos de Recursos Humanos, a poner en marcha fórmulas que van más allá del típico CV. Los seleccionadores no solo deben analizar los currículos de los candidatos, también tienen que prestar atención a sus redes sociales, a sus experiencias laborales previas y, en algunos casos, también sus porfolios.

El proceso de selección también ha variado. Ahora no se limitan a las entrevistas personales, y muchas compañías optan por poner a sus aspirantes a prueba a través de juegos y situaciones que desvelen sus personalidades, sus formas de trabajar y de colaborar con el resto del equipo. Y el reclamo tampoco es ya únicamente el puesto, sino un ambiente de trabajo, políticas laborales que apuesten por fórmulas de conciliación, culturas corporativas que busquen la innovación interna y la formación continua. Ya no se busca solo un sueldo.

Una empresa que no ofrezca estas ventajas no será competitiva y perderá al mejor talento que, hoy día, se mueve con el objetivo de un desarrollo de carrera que le permita el éxito profesional y mantener una vida familiar.

Las empresas que durante estos años han obviado la importancia del equipo y de la capacidad de crearlo son las que están lamentando las consecuencias. Pasada la peor etapa de la crisis y sus devastadores efectos en las plantillas de casi todas las organizaciones, llega el turno de los profesionales de altura. Estos ya no creen en un trabajo para toda la vida, sino en las ventajas que puedan lograr, tanto para su carrera como para su vida personal. Aquellas compañías que hayan sabido contar con el departamento de Recursos Humanos y hayan prestado interés en la gestión de personas seguirán en la primera división, pues contarán con la fidelidad del mejor talento.
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