El futuro del trabajo y los RRHH, analizado en un webinar de SAP y Equipos&Talento

Tal y como comenzó su intervención Mónica Gálvez, directora de Contenidos de Custommedia, “debemos ser conscientes de que cuando hablamos del futuro del trabajo, ya es el presente, es ahora; y hablamos de un futuro sostenible e inclusivo”. Y sobre ello conversó con Pilar Rojo, directora del Centro de Recursos Humanos y del Programa Superior de Coaching y profesora de IE Business School (IE), Lucía Velasco, directora del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (Ontsi), e Íñigo Merino, responsable del Innovation Council para el Sur de Europa e ingeniero de Soluciones Senior para SAP y consultor independiente sobre nuevas tecnologías, el Futuro del Trabajo y la Industria 4.0World Economic Forum.

Mónica Gálvez recordó que en la última reunión del World Economic Forum hace pocos meses se establecieron tres objetivos: por un lado, la necesidad de cerrar la brecha de las principales skills poniendo en foco en las más demandadas en el futuro -como pensamiento crítico, resolución de problemas complejos, autogestión, uso de la tecnología…- y, por otro, conseguir lugares de trabajo más inclusivos; y el tercer reto planteado es priorizar la salud y el bienestar. Tres ámbitos en los que trabajar para conseguir un futuro mejor para todos en un escenario que en los últimos meses ha dado un vuelco enorme en nuestro país. En este sentido, Pilar Rojo, de IE, destacó que: “El mundo ha cambiado en un año de una manera drástica, ya hacía más de una década que se venía hablando de cómo la evolución de la tecnología impactaba o impactaría en el mercado, y en las propias áreas de RRHH. Cambios que requerían nuevas competencias y un nuevo liderazgo que respondiese a esta nueva forma de trabajar. Ya que se ha comprobado que el teletrabajo es factible y no impacta negativamente en la productividad, por lo que la mayoría de las organizaciones tenderán a un sistema híbrido, y creo que en España las empresas tienen muchos recursos para ponerse al día, y nosotros desde el IE en colaboración con la ONU estamos trabajando sobre ello, para ayudar a que esos líderes estén preparados y que el uso de la tecnología como herramienta aporte valor”.

Sobre la declaración del futuro ya es presente también se pronunció Íñigo Merino, de SAP, al comentar que: “Hay un paradigma que se lleva hablando desde hace un par de años, pero creo que no es el futuro del trabajo, sino el presente del trabajo. Evidentemente, el Covid-19 ha hecho revolucionar los paradigmas de transformación digital de las compañías y de la experiencia que ofrecen a sus empleados, y se ha convertido en un elemento prioritario en este entorno tan competitivo en el que en muchos casos la ventaja diferencial la aportan las personas. España está en una buena posición, por encima de la media, es un país en el cual el futuro del trabajo no es solo implementar una herramienta tecnológica al servicio de los empleados, sino un proceso transformacional, en el cual tanto líderes como empleados deben saber que los paradigmas de trabajo han cambiado, como las jornadas laborales, más basadas en objetivos; con un networking más digital que presencial, y que la cultura debe acompañar esos cambios”.

El futuro del trabajo no es solo implementar una herramienta tecnológica al servicio de los empleados, sino un proceso transformacional 

Y Lucía Velasco, de Ontsi, coincidió en que el proceso de digitalización lleva años en marcha, pero el Covid-19 y la crisis económica posterior han hecho que todo se haya acelerado, y asistimos a un proceso de reajuste de los planes tanto públicos como privados”. En su opinión, “hay nuevos criterios de decisión, si antes de digitalizaban las tareas más repetitivas, ahora es más probable que se digitalicen aquellas que requieran cercanía mientras estemos en contacto con el virus, y más en una economía como la nuestra que está basada en la cercanía y los servicios, por lo que, probablemente, se priorizará de forma diferente la digitalización en estos casos. Y a eso nos ayudarán los fondos europeos que vamos a recibir de los que el Gobierno piensa dedicar el 30 % a estos proyectos”.

Todos coincidieron en que actualmente la digitalización implica tecnología, cultura y comportamientos, y en ella influyen muchos factores que determinan la velocidad de adopción. Así, Pilar Rojo, del IE, explicó que: “En nuestro HR Center, tenemos muchas empresas que trabajan con nosotros y vemos que hay muy distintas velocidades y teorías, desde quienes están convencidos de que esto ha venido para quedarse, con nuevas formas de trabajar y han puesto los pilares para seguir avanzando en ese terreno, hasta otras organizaciones, que ya sea por el sector en el que operan o por el tipo de trabajadores que tienen, se cuestionan la falta de equidad entre unos tipos de trabajadores y otros, porque no todos pueden trabajar en remoto”. Para ella, esta cuestión es algo en lo que trabajar ya que crea una brecha entre los diferentes tipos de trabajadores: “El gap es el que es, el caso es cómo manejamos esa diversidad y cómo afrontarla para que la gente no lo perciba como algo discriminatorio, qué medidas se pueden implementar en las organizaciones para paliar esta diferencia, porque se las va a mirar y juzgar también por ello -destacó-, y los directores de RRHH son conscientes de que tienen que abordar este reto que es multicausal”.

Y es que como comentó Íñigo Merino, de SAP, nos encontramos en un mercado laboral que tiende “hacia una U, en un lado están profesionales altísimamente cualificados, en el otro, profesionales cuyo trabajo no puede ser tan digitalizado, que implican un mayor trato personal o presencia física. Y la gran masa laboral del medio necesita un upskilling o un reskilling para poder adaptarse a ese futuro, y ese es uno de los grandes retos de RRHH actualmente, porque necesitamos nuevos perfiles laborales”.

Recogiendo el hilo de la alusión a la función de gestión de personas, Mónica Gálvez preguntó a sus interlocutores cómo ven este departamento y sus responsabilidades en este nuevo escenario dibujado por los avances tecnológicos, y las respuestas de los tres invitados resaltaron la importancia creciente de la función. Para Pilar Rojo, de IE, “este año, han tenido un papel muy relevante, ha sido una función muy estratégica en estos meses de pandemia. Las personas han tenido que dar un do de pecho, ha sido el momento de la confianza y la mayoría ha aprobado. Pero quizá este sea el momento para resetear, cambiar políticas y procesos que se mantenían por inercia, y los directores de RRHH se están planteando ahora ese reto, buscar cómo ayudar a empleados y a directivos de una manera diferente”. Mientras que Lucía Velasco hizo hincapié en el elemento disruptivo que ha sido el teletrabajo en estos meses de pandemia tanto en el sector privado como en el público. “Ha puesto de manifiesto todo lo que era necesario y no estaba preparado: sistemas, competencias, dispositivos, tecnología… Porque no es hacer lo mismo por videollamada, sino que es un replanteamiento de los sistemas de trabajo, uso de la tecnología, entender los límites…”, destacó la directora general de Ontsi, quien recordó que: “La ley de teletrabajo existe y lo que es necesario es conocer bien la realidad sobre la que debe aplicarse. Las empresas deben conocer y medir lo que está pasando dentro de ellas. Las regulaciones deben ser inteligentes, deben proteger, pero a la vez impulsar. El teletrabajo también puede ayudar a combatir la despoblación, cohesionar el territorio, que la gente encuentre el espacio/vivienda donde puede ser más feliz sin tener que estar condicionada por dónde está su oficina... Este año nos ha hecho replantearnos muchas cosas”.

A pesar de estas bondades del teletrabajo, en la charla quedó claro que muchos profesionales están deseando volver a la oficina. “Nosotros hicimos un estudio sobre los motivos por los que la gente quería volver a la oficina y el resultado fue por la importancia de las relaciones humana a la hora de la promoción, de los ascensos y de conocer cómo está la situación en la oficina y cómo puede afectarles. Esta parte de relación humana no puede suplirse con la digitalización”, explicó Íñigo Merino, de SAP. Como conclusión, Pilar Rojo, del IE, apuntó su convencimiento de que: “Las organizaciones tenderán a sistemas híbridos porque el talento que necesitan está en cualquier parte del mundo y no podemos perderlo porque es obligatorio estar presencialmente en la oficina. Y también hay talento que tiene otras capacidades o cargas familiares que le impiden ir a los lugares de trabajo y poder estar en su casa les permite trabajar sin problemas. Y ese trabajo flexible puede ser muy beneficioso para ambas partes, empleados y organizaciones. Pero eso implica nuevas competencias y comportamientos".