Formación, Coaching y Mentoring, ¿sabes en qué consiste cada uno y como diferenciarlos?

Para ayudar a diferenciarlos, saber cuál se adapta mejor a las necesidades de la empresa y sacarle el máximo partido a cada una de ellas, los expertos de CoachHub analizan su metodología y sus diferencias.

1. Formación

Formación es el término más conocido y la herramienta más utilizada históricamente para que los empleados adquieran habilidades y conocimientos sobre un tema en concreto. Por ejemplo, la empresa quiere empezar a utilizar un programa sobre bases de datos, que la mayoría de la plantilla no conoce, ni sabe cómo funciona. En este caso, lo idóneo sería programar sesiones de formación para aprenderlo.

Deberá ser impartida por un experto en la materia, con conocimientos técnicos y prácticos. El formador debe saber transmitirlos de forma clara y concisa en las sesiones para que los trabajadores sepan cómo utilizar la herramienta y manejarla con precisión. Normalmente, las formaciones suelen darse en plazos cortos y momentos específicos.

Tradicionalmente se organizaban sesiones físicas, pero hoy en día es habitual que sean cursos online, de forma que los asistentes puedan adaptarlo mejor a su jornada.

El objetivo de la formación es que al terminar el curso, toda la plantilla haya adquirido nuevos conocimientos y habilidades y pueda ponerlas en práctica en su día a día laboral.

2. Coaching

Un coach es un profesional que asesora a otro para impulsar su desarrollo profesional y personal, por ejemplo, a saber cómo potenciar las habilidades de su equipo o aumentar su confianza en sí mismo. Además, para garantizar la calidad del programa, es importante que estén certificados por las principales asociaciones de coaching internacionales, como lo están en CoachHub.

En cuanto a la metodología, el coaching empresarial es una experiencia 1:1 personalizada, basada en el crecimiento y el aprendizaje. El coach guía al coachee durante las sesiones ofreciendo comentarios, explicaciones, apoyo y sugiriendo ejercicios y técnicas para ayudarle a encontrar las respuestas que más se adapten a cada persona. Motivan la autorreflexión y el autoconocimiento, porque conociéndose a sí mismo, podrá encontrar más fácilmente la forma de afrontar sus preocupaciones y solucionarlas. De esta forma, los coaches ayudan a los empleados a cambiar su perspectiva, activar fortalezas preexistentes y encontrar nuevas soluciones productivas.
 

Tradicionalmente, el coaching estaba muy enfocado a los altos ejecutivos, sin embargo, se está democratizando cada vez más y las empresas lo ofrecen a todos sus empleados, independientemente de su cargo. De hecho, el 55% de las empresas españolas ya ha adoptado el coaching individual como parte del desarrollo de su personal, y el 39% está considerándolo, según una encuesta que llevó a cabo CoachHub a finales del año 2021. Además, el reciente informe “The Total Economic Impact of CoachHub”, elaborado por Forrester Consulting, refleja que el coaching ayuda a mejorar el entorno de trabajo y permite atraer y retener talento y, en concreto, señala que la retención de los empleados mejoró del 3% al 5% tras implementar el programa de coaching de CoachHub.

3. Mentoring

Por su parte, un mentor es un trabajador con una amplia experiencia y conocimientos sobre los procedimientos internos y del sector, por lo que el mentoring está basado en el aprendizaje a través de sus consejos y vivencias. Por ejemplo, si un empleado está interesado en progresar en su carrera, un mentor puede ayudar a mostrarle las posibilidades que tiene explicándole cómo se desenvolvió en el sector, ayudarle a planificar la trayectoria profesional, crear redes de contactos o ayudarle en funciones de liderazgo de grupos.

Desde el punto de vista de la organización, el mentoring es una buena herramienta para reforzar las relaciones intergeneracionales dentro de un mismo equipo. Suele estar enfocado al aprendizaje de un sector en concreto. Por normal general, el mentor suele ser alguien senior y el alumno alguien más joven, pero desde hace unos años también se aplica el reverse mentoring, en el que se invierten las edades. Se ha podido ver en el caso de la aplicación de las nuevas tecnologías, dado que las generaciones más jóvenes las conocen mejor y pueden transferir esos conocimientos.

El proceso es más largo, requiere de más tiempo, a veces incluso, estas relaciones pueden llegar a durar años y suele ser un referente al que se acude en múltiples ocasiones para pedir consejo.

La situación actual es un reflejo del ambiente de continua evolución, en el que las empresas buscan herramientas diferentes y novedosas, como el coaching digital, para poder ayudar a sus empleados a desarrollar todo su potencial. Además, demuestra que el bienestar del empleado se ha convertido en una prioridad para las compañías, lo que permitirá entornos de trabajo más abiertos y flexibles, que se adapten a las necesidades actuales de las personas.