Nuestro modelo vivencial cambia el paradigma del aprendizaje

¿Cómo nace Magma Somos?

Nuestra idea era aplicar la lógica de la película “The Game” a la realidad del alumno, implicarlo en una historia en un entorno online que le permitiese aprender de lo que está viviendo y experimentando al seguir ese relato. Tras la pandemia, vimos que la formación online se había convertido en un cajón de sastre, al tiempo que los directivos de L&D demandaban una formación mucho más personalizada, más atractiva, que consiguiera enganchar al alumno. Para nosotros fue la oportunidad de ir más allá y el año pasado nos centramos en crear un nuevo modelo de aprendizaje, el modelo vivencial. Queremos que la gente viva el aprendizaje, que pase del: “Debo formarme” al “Quiero aprender”.

¿En qué se basa el modelo vivencial de aprendizaje?

Este “quiero aprender” tiene tres elementos: dedicar tiempo, poner atención y sentirse acompañado. Con ellos, establecemos nuestro modelo, basado en el concepto de “aprender mientras vivo”, que parte de tres pilares fundamentales: una persona va a querer aprender si tiene un propósito, si hay engagement y si es skills based.

¿Y cómo implementar ese modelo en la empresa?

Nuestras experiencias de aprendizaje tienen un desafío profesional muy concreto y de aplicación inmediata, que es lo que consigue que la formación tenga un propósito. Analizamos qué pueden necesitar esas personas y generamos esas experiencias de aprendizaje muy vinculadas a la realidad profesional del alumno y que puedan tener una lógica de itinerarios. Suelen tener una duración de pocas horas que se pueden seguir a lo largo de una semana, es decir, que se pueden realizar en un tiempo razonable y aplicar así rápidamente lo aprendido.

Ya tienen el propósito, ¿y el engagement?

Hay cuatro elementos que aumentan este engagement: el guía que acompaña la experiencia de aprendizaje, una trama narrativa, los formatos de TV y podcast, y una tecnología innovadora. En todas las formaciones los alumnos tienen un guía que los acompaña, ya sea profesionales de la propia organización que han demostrado que saben gestionar esta situación, u otro que ponemos nosotros a su disposición con larga experiencia empresarial a sus espaldas. Esta figura se convierte en un coach que le guiará en esta experiencia formativa. Aquí intervienen elementos de IA, elementos tecnológicos que permiten ese acompañamiento. Por otro lado, está la conversión de los contenidos de aprendizaje en programas audiovisuales. Es decir, podemos hacer un talent show para comerciales o un “Callejeros viajeros” para formar sobre la gestión descentralizada en distintas partes del territorio. Y esto lo conseguimos porque Magma une tres mundos: el de los expertos en pedagogía online, el de los expertos en formación y el de la tecnología. Con todo ello, creamos el contenido y la metodología para que el alumno pueda alcanzar ese desafío profesional con los mismos formatos con los que se entretiene, pero sin perder ni un ápice del conocimiento necesario.

¿Cómo es esa inmersión?

A través de una app que hemos creado, denominada Movida, en la que cada profesional puede interactuar con el resto de los personajes de la trama narrativa. Y esa trama deriva de una película que hemos escogido porque ejemplifica la situación que debe gestionar el profesional. Tenemos un acuerdo con Filmin, ya que en su catálogo hay muchas películas que pueden servir para formar en competencias transversales: gestión de equipos, empatía..., así que unos días antes de empezar la formación, el profesional debe ver esa película con un visor pedagógico que le proporcionamos con comentarios que le indican en qué momentos debe estar más atento, lo que le ayuda a ver la película con otros ojos.

Luego, en la app, generamos una nueva historia en la que, con los mismos personajes, tendrá que interactuar para lograr el objetivo marcado y, de esta manera, cuando tras la formación se enfrenta a la gestión de esta situación complicada, haya aprendido a hacerlo. Toda su actividad queda registrada para que el departamento de Formación tenga todos los datos a su disposición.

Queda la parte de skills based. ¿Cómo se integra?

Cualquier actividad incluida en la app está pensada en función del logro que queremos que obtenga el alumno y las pesamos para tener un cómputo según la cantidad de competencias que estamos trabajando, que pueden ser competencias cognitivas, habilidades o aptitudes. Cada actividad está pesada para que dé un resultado en función de cada uno de estos logros en cada una de estas competencias, para que después de nuestros procesos de aprendizaje las personas tengan un spider map donde les decimos qué cosas han hecho bien y en qué cosas tienen que mejorar.

Antes, en el momento de arrancar la experiencia, hacemos un análisis en lenguaje natural con IA de las competencias que tiene esa persona, así conocemos su evolución al realizar la formación, y dos meses después volvemos a pasar ese assessment en lenguaje natural con IA o en entrevistas personales con ellos y con sus managers para ver si efectivamente ha mejorado el desempeño. Eso nos ayuda a ver el ROI del aprendizaje.

Por lo que comenta, son todos proyectos a medida.

Sí, son proyectos que realizamos en función de la necesidad detectada por la empresa que nos contrata y que en unas diez semanas ya tienen a su disposición. Pero, viendo las tendencias del mercado, hemos creado dos soluciones estándar, la Escuela del Alma, en la que hay experiencias con foco en la persona y su bienestar y encaje en la organización, y la Escuela para la Influencia y las Ventas, con un itinerario orientado a la mejora de las ventas.

¿Este modelo vivencial de aprendizaje está dirigido a cualquier tipo de empresa?

Nos dirigimos a empresas que tuvieran tres elementos: que sean relativamente grandes, que tengan una plantilla con dispersión geográfica y un cierto recorrido en elementos de formación online. Sabemos que las empresas a las que les interesa una formación online de calidad de verdad suelen tener estos tres componentes. Hemos creado Magma para cambiar el aprendizaje en España. Queremos abrir un camino que suponga una diferencia y que otros puedan seguir, porque solo así conseguiremos esa transformación del paradigma.