La importancia de saber evaluar el bienestar de los empleados

Después de una época tan complicada, marcada por la incertidumbre en la que estamos viviendo estos últimos años, las empresas son más conscientes todavía de la importancia del bienestar de sus empleados. Según la reciente encuesta global de CoachHub, líder mundial de coaching virtual, el segundo cambio más relevante en las empresas actualmente es la adaptación a un modelo de trabajo híbrido y flexible y el 28 % de las organizaciones a nivel global mantiene en su Top 10 de prioridades el bienestar de los empleados.

Cifras que muestran que no solo es primordial ayudar a los empleados a solucionar estos problemas, sino también a detectarlos a tiempo. Para ello, es importante que los líderes sean empáticos y transmitan a sus empleados la importancia que tienen para él, para el buen funcionamiento del equipo y para el rumbo de la empresa.

Sin embargo, dado que en ocasiones es complicado lograr esa sensación de bienestar en los empleados, los científicos del comportamiento de CoachHub han reunido algunos factores claves a tener en cuenta:

Satisfacción en el trabajo: para mantener el bienestar, los empleados deben de contar con un entorno seguro y saludable y, a su vez, es importante que los managers eviten el favoritismo y traten a cada persona de forma justa en cuanto a responsabilidades, oportunidades de promoción y salario.

Compromiso con el trabajo: los líderes tienen que saber estimular e inspirar a su plantilla para conseguir que estén comprometidos con el trabajo y el equipo, que den lo mejor de sí mismos. Reforzar su compromiso puede traducirse en mejor rendimiento, más creatividad y aumento de la satisfacción de los clientes.

Estrés: en momentos como el actual, es habitual que las personas sufran estrés ya que tienen que gestionar muchas emociones y cargas, tanto a nivel personal como profesional. Por ello, es extremadamente importante que los managers escuchen, empaticen y comprendan a sus empleados, que conozcan sus problemas para poder ayudarles a gestionarlos de la mejor manera posible.

Felicidad personal: por encima de todo, los empleados son personas y este razonamiento, por lógico que resulte, es primordial para ayudar a las empresas y líderes a evaluar el bienestar de sus plantillas. Estas personas tienen una vida personal que han de poder compaginar de la mejor manera posible con su rendimiento laboral, de forma que haya un equilibrio entre ambas. Potenciar la comunicación abierta y un espacio protegido será clave para crear un vínculo de confianza y poder entender mejor sus necesidades.

Una vez que estén identificados correctamente los factores, se puede empezar a trabajar mano a mano con los empleados para que puedan alcanzar el bienestar tanto profesional, como personalmente, con herramientas como el coaching, que se centra en una relación personalizada, alentadora y empática, creada para ayudar a los demás a superar obstáculos.

A través de una estructura organizada, el coachee entabla una conversación en profundidad sobre su realidad y bienestar. El coach escucha activamente y orienta al coachee sobre las áreas de enfoque clave que le resultan más desafiantes. Una vez que se han determinado los objetivos de crecimiento, se desarrollan acciones específicas en colaboración entre el coach y el coachee para que el primero pueda ir haciendo seguimiento del progreso y el segundo pueda determinar los resultados que desea obtener en las siguientes sesiones de coaching.

La personalización del programa es una parte fundamental, ya que aumenta la capacidad de los empleados para sentirse relajados, valiosos y pensar con claridad. Tener una persona neutral con la que hablar permite a los empleados compartir sus emociones de forma adecuada o constructiva. Por ello, cuando se adapta el programa a las necesidades de cada persona, esta puede maximizar su potencial y su rendimiento, así como fijar sus objetivos, lo que hará más fácil hacer un seguimiento con ellos y evaluar su bienestar periódicamente.