WPP lanza su nuevo Programa de Formación en Idiomas como parte de su estrategia de formación

¿Cuáles son las bases del nuevo plan de formación en idiomas?

Javier Vidaurreta (J.V.): Con todo lo que ha pasado durante 2020 y la situación actual en la que nos encontramos, era necesario reinventar el modelo de formación en idiomas que estábamos operando. Los idiomas, y en especial el inglés, son totalmente necesarios en nuestro día a día y un elemento común para cualquier miembro de nuestro equipo. Necesitábamos dibujar un nuevo esquema adaptado a la situación actual (digital, dinámico, retador, etc.) y plenamente compatible con las dinámicas y rutinas personales del día a día: remoto, autoservicio, realmente aplicable en el día a día y, por su puesto, cuya eficacia pueda ser medida. Partiendo de esto, cocreamos con ASTEX, con la que ya llevamos colaborando muchos años, un modelo que se soporta sobre tres ejes: formación online, con un modelo de autoconsumo, que nos permita empoderar a los participantes y hacerles partícipes de su aprendizaje; alta aplicabilidad al entorno laboral y al día a día de todos aquellos que participan en la formación y ajustado a las necesidades de cada perfil; y añadiendo un elemento lúdico entorno a la gamificación que incentive la participación y aumente el engagement. Al unificar la formación, este esquema nos permite, además, hacer un uso más eficiente de los recursos gracias a las economías de escala, crear una experiencia de usuario más potente y relevante y poder enfocar los esfuerzos de la inversión según las necesidades estratégicas del grupo en cada momento.

Macarena Uceda (M.U.): Para ASTEX, la clave del nuevo modelo de formación en idiomas que hemos puesto en marcha junto con WPP es el perfi lado previo que hemos realizado con la ayuda de todos los directores y directoras de las distintas agencias. Como comenta Javier, uno de los requisitos del programa era cubrir las necesidades de aprendizaje de cada participante, y lo hemos conseguido gracias a nuestra matriz en la que, por un lado, evaluamos la necesidad de conocimiento del idioma y, por el otro, el punto de partida de cada alumno. Una vez identificados los distintos perfiles, todo el plan de formación tiene como vehículo conductor ASTEX Languages, nuestra plataforma de aprendizaje online, que se convierte en el ecosistema de formación de los participantes y desde la cual acceden a las distintas modalidades formativas que componen su plan, al material y al feed back de cada una de las sesiones en las que participan. Además, el nuevo modelo establece una formación progresiva y meritocrática, en la que los alumnos van desbloqueando distintos elementos de su plan a medida que completan otros, incorporando así el elemento de gamificación que nos pedían desde WPP

Debemos medir cada avance, progresión y hacer tangibles los resultados y para ello es fundamental tener un reporting único con KPI definidos desde el inicio

¿Cómo se consiguen cubrir las necesidades específicas de más de 750 alumnos con perfiles tan distintos?

J.V.: La clave está en encontrar los elementos comunes y abordar el proyecto desde ese prisma. En nuestro negocio, hay ciertas softskills que debes dominar para poder sacar adelante los proyectos como, por ejemplo, las presentaciones, impacto en cliente, storytelling, negociaciones o habilidades de comunicación, tanto escrita como verbal. Cuando introducimos la variable del idioma, es crítico preparar a tod@s aquell@s que se enfrentan en su día a día a estas situaciones para que sean tan efi cientes a la hora de hacerlo en inglés como lo son cuando lo hacen en su idioma nativo y esto es algo común para todo WPP. Por otro lado, otra parte muy importante de nuestra tarea ha sido fi ltrar a quiénes realmente tenemos que cualificar en cuanto al dominio del idioma por la tipología de proyectos internacionales en los que participan o van a participar en el corto plazo para realmente darle foco y retorno en términos económicos y de negocio al programa.

M.U.: Para nosotros, en este sentido, es muy importante conocer bien a nuestro cliente para ofrecerle la formación que mejor se adapte a su realidad, combinando la parte pedagógica con la tecnología que nos permita hacerlo posible. Como comentábamos anteriormente, con el nuevo modelo de idiomas de WPP, hemos creado una serie de perfi les con unas características comunes. Por ejemplo, todos aquellos que ya tienen un nivel sufi ciente y lo que necesitan es desarrollar sus soft skills en inglés tienen un plan de formación compuesto de workshops intensivos en los que trabajamos cómo hacer presentaciones en inglés, cómo abordar una negociación, cómo comunicarse en público o transmitir su mensaje de una forma clara, dotándoles así de las herramientas que necesitan para su puesto de trabajo. Es muy importante también, en el entorno actual, ofrecer flexibilidad para participar en la formación, por lo tanto, son los participantes quienes eligen las sesiones a las que quieren asistir y cuándo, todo ello de manera automática desde ASTEX Languages, nuestra plataforma online. Paralelamente, por poner otro ejemplo, con otro colectivo distinto, además de las habilidades, trabajamos también la base del idioma para que consigan subir de nivel, así como contenidos más específicos relacionados con el mundo del marketing. Todo esto es posible gracias a la defi nición de perfiles que hemos comentado, que además de ser pedagógica según los objetivos, también se traslada a la plataforma para que cada alumno acceda a su plan personalizado y hacen que la gestión de un colectivo tan grande sea viable. 

Todo el plan de formación tiene como vehículo conductor ASTEX Languages, plataforma de aprendizaje online, que se convierte en el ecosistema de formación de los participantes

Por último, ¿cómo se mide el éxito del nuevo Plan de Formación en Idiomas?

J.V.: Conocer el ROI es fundamental en cualquier formación que ponemos en marcha, no únicamente en idiomas. Debemos medir cada avance, progresión y hacer tangibles los resultados y para ello es fundamental tener un reporting único con KPI defi nidos desde el inicio. Es decir, gestionar la formación como cualquier otro proyecto que abordamos. No solo debemos tener visibilidad sobre la asistencia, el uso de los recursos o la satisfacción con la formación, debemos ser capaces de ir más allá y medir el impacto de cada acción formativa que ponemos en marcha para ser capaces de ir tomando decisiones: progresión, cualificación alcanzada, nivel, dominio de componentes técnicos, impacto en cliente, etc.

M.U.: Como comenta Javier, hay que establecer los KPI globales del programa y a nivel individual medir el progreso a cada paso. En ASTEX, trabajamos nuestra metodología OBL en la que fi jamos objetivos a corto plazo para que tanto participantes como Recursos Humanos tengan visibilidad sobre el grado de consecución de objetivos. Es importante ir fijando metas intermedias que nos lleven al objetivo fi nal que es la subida de nivel, pero que no en todos los casos es el fin último. Por otro lado, también, en este modelo, es necesario monitorizar el compromiso de los participantes con su formación para ir haciendo ajustes si fuera necesario. Por nuestra parte, todo se registra: asistencia, actividad online, satisfacción, objetivos conseguidos, objetivos en progreso, etc. y se vuelca en el módulo de reporting que nos permite acceder a la información en todo momento.