El desarrollo en Navantia, eje clave en su evolución cultural

Javier Herrador ha sido una de las personas claves en esta firme apuesta de la organización, pues desde que se incorporó en el año 1996 como becario hasta hoy, ha ido creciendo y asumiendo puestos de responsabilidad, hasta ocupar actualmente la posición de director de Navantia Seanergies, la nueva línea de negocio destinada a impulsar la actividad de la compañía en energías verdes, eólica marina e hidrógeno.

¿Qué supone para ti desarrollarte?

Para mi desarrollarme significa conocerme mejor, impulsar pequeños cambios, hacer cosas de forma diferente, y que todas las acciones persigan un propósito. Entiendo el desarrollo como una forma de enfrentarme al día a día, no como algo específico que hay que hacer en un momento dado. Es esencial adquirir nuevos hábitos que me permitan seguir creciendo como persona y profesional. Visualizo la carrera profesional como un “camino a recorrer” lleno de posibilidades, en el que es importante aprovechar las oportunidades que nos brinda la empresa, tomando conciencia de las capacidades para potenciarlas; así contribuimos a conseguir nuestros objetivos individuales y también los de la compañía. Es un camino que debemos liderar, desarrollarse es el vehículo para progresar y alcanzar la realización profesional, así como el equilibrio de nuestra vida personal.

Desde tus inicios, ¿qué te ayudó a “hacer click” para activar tu propio desarrollo personal y profesional?

Darme cuenta de que desarrollándome me convertía en mejor profesional y con mejores capacidades para afrontar cualquier reto. También me ayudó el ser consciente de que ante los diferentes proyectos, retos y oportunidades que nos ofrece Navantia, fue clave ser proactivo en mi desarrollo y buscar oportunidades que me motivaran. Sin duda esto supuso desde el inicio, al menos para mí, un aliciente individual y colectivo sin igual.

En todos los ámbitos por los que he ido pasando dentro de la empresa, desde la oficina técnica, el área comercial, el seguimiento operativo, la gestión de astillero, el desarrollo de negocio y ahora Navantia Seanergies, he sentido esa motivación y nivel de compromiso. Esto me ha permitido siempre estar dentro del camino de desarrollo personal y profesional. Además, me he ayudado de mis mejores herramientas personales. Me considero una persona optimista, constante, sin miedos, y comprometida con los objetivos que tengo que alcanzar, comprometida con Navantia.

¿Cuáles son los logros de los que te sientes más orgulloso en tu desarrollo profesional?

Me siento especialmente orgulloso de haber asumido el apasionante reto de Navantia Seanergies porque me ha permitido desarrollarme y contribuir a crear una división de negocio dentro de Navantia, que apuesta por potenciar el desarrollo de este nuevo modelo energético, contribuyendo a la sociedad como motor de desarrollo económico, industrial y de innovación a nivel nacional e internacional. En apenas dos años, aprovechando el trabajo que veníamos haciendo desde el 2014, y por supuesto todas las sinergias con nuestro negocio tradicional de Construcción Naval, hemos conseguido ser líderes en el desarrollo de productos y servicios en el sector de las energías verdes, tales como la energía eólica marina y el hidrógeno. Navantia es ya hoy motor del liderazgo de la innovación sostenible en España y en los mercados internacionales. También me siento orgulloso de la contribución que estamos haciendo con proyectos que transforman la manera de generar energía limpia y sostenible, pues contribuyen a la descarbonización del transporte marítimo, que es vital para la conservación y para el desarrollo sostenible de nuestro planeta, y, por tanto, de nuestro futuro, creando valor, progreso y bienestar para todas las personas. Como decía el doctor Mario Alonso Puig durante su ponencia qué importante es la ilusión como motor de la transformación, mantener el entusiasmo y una mentalidad positiva me ha permitido convertir estos grandes desafíos en oportunidades.

A día de hoy ¿cómo sigues apostando por tu desarrollo y crecimiento?

Sigo encontrando cada día formas de aprendizaje personal y profesional. Muchas veces simplemente escuchando de forma activa a mis equipos de trabajo, a mis clientes, a las empresas colaboradoras, a nuestros socios, a mis amigos, a mi familia, a las personas que me rodean. En todas ellas está la clave. La mejor forma de mantenerse actualizado y motivado es nunca dejar de aprender. Además, sigo atento a identificar mis propias debilidades, que son muchas, para intentar fortalecerlas.

En este sentido, también tenemos en Navantia una gran oportunidad de desarrollarnos al estar rodeados de grandísimos profesionales que día a día te sorprenden. Acceder con nuestro trabajo a otros profesionales de otras empresas, a los mejores de cada ámbito son fantásticos foros de los que seguir aprendiendo. Todavía recuerdo las palabras de la persona que me embarcó en Navantia hace muchos años, Carlos Arias, mi mentor que ya está jubilado, y que me dijo esto mismo poniendo en valor la grandísima oportunidad que podía suponer para mi desarrollo profesional la ventaja que brinda esta compañía de aprender, de conocer, de rodearte de los mejores en el sector, dentro y fuera de la empresa. De esto hace ya más de 25 años, pero sin duda ese mensaje sigue muy vivo en mí.  

¿Qué importancia tiene el desarrollo para conseguir la evolución cultural en Navantia?

El desarrollo es un eje cultural clave dentro de la estrategia de Navantia y nos permite adaptarnos a los nuevos retos que está afrontando la compañía. Si cada una de las personas que formamos Navantia nos desarrollamos y conectamos nuestras propias energías individuales, la empresa seguirá creciendo. Nada distingue más a una empresa que las personas que la componen. Por eso es importante que cada uno de nosotros conozcamos bien la estrategia de Navantia, y la posición en la que nos encontramos en cada momento.  De lo que se trata, es de que todos rememos en la misma dirección, con ambición por hacer las cosas mejor, adelantándonos y adaptándonos a los cambios para hacer las cosas de forma diferente.  Ser mejores profesionales, nos ayudará a tener una empresa mejor, pero sobre todo a sentirnos más realizados y mejores personas.

¿Qué consejo darías a los equipos para enfocarse en el desarrollo profesional?

Que sean generosos, humildes y solidarios. Que reflexionen acerca de su posición en el equipo, y de lo que pueden hacer por su propio desarrollo profesional y el de sus compañeros. Que busquen espacios en el día a día para conocerse mejor, que huyan de las etiquetas, que confíen en que si uno brilla, todo el equipo lo hace. Que busquen el aprendizaje mutuo, que se dejen ayudar y que ayuden. Que compartan el conocimiento, que aprovechen las oportunidades y que den oportunidades. Que reconozcan el trabajo para ser reconocidos. Contribuir al desarrollo profesional de las demás personas de nuestro equipo está mucho más en nuestras manos de lo que podemos llegar a imaginar.