Llevo más de 18 años trabajando en Nestlé Professional, la división de Nestlé S.A. experta en ofrecer productos y soluciones a los clientes de hostelería.
A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de trabajar en diferentes posiciones dentro del área de Generating Demand, es decir, tanto en Marketing desarrollando marcas y conceptos en el fuera del hogar como Nescafé, Nesquik y Bonka como en Trade Marketing reforzando las estrategias según el canal (bares y cafeterías, hoteles, Cash&Carry, clientes organizados…) como en Ventas negociando directamente con clientes y también gestionando equipos comerciales.
Durante estos años, en los que he ido cambiando de posición con relativa frecuencia, me he enfrentado al reto de tener que adaptarme rápidamente tanto al negocio como a los equipos. La capacidad de adaptación es clave y las diversas experiencias te ayudan a adquirir herramientas para adecuarte a cada transición. Gracias a estas situaciones, he aprendido a mejorar profesionalmente escuchando al equipo, apoyándome en sus conocimientos y, sobre todo, reconociendo los fallos para ir mejorando.
Llevo 9 meses en la posición actual, anteriormente estuve liderando un proyecto para mejorar la eficiencia en el mismo equipo. Cuando inicio una nueva posición considero que es importante observar cómo es la dinámica del día a día de los equipos. En este momento, tras realizar diversidad de visitas con los equipos de venta, mi principal objetivo ha sido mejorar la eficiencia en cada una de las rutas de venta y que eso repercuta en un mejor desempeño de sus labores. Esto vinculado a que cada uno se sienta responsable y empoderado en las tomas de decisiones, desde actividades más operacionales hasta actividades más estratégicas en su área.
Estoy convencida de que liderar desde el propósito, es decir, entender el “para qué” de sus acciones y “cederles” su autonomía en las decisiones ayuda a mejorar la motivación en los equipos.
Me siento cómoda en entornos diversos donde poder generar la confianza suficiente a los empleados con tal de que puedan desarrollarse personal y profesionalmente y seguir creciendo.
Considero que es importante escuchar al equipo, fomentar la participación y la toma de decisiones para potenciar el compromiso y la autonomía. Debemos equivocarnos para seguir aprendiendo, reaccionar cada vez más rápido ante el error y aceptar el reto de volver a intentarlo.
Estoy convencida de que es la manera de sacar lo mejor de cada uno en entornos cambiantes es darles las herramientas para que se sientan empoderados en el día a día y de esta forma, puedan desarrollarse personal y profesionalmente.
Realmente no creo que pueda destacar un logro específico que haya impulsado mi carrera a la posición actual. Al fin y al cabo, mi carrera se ha basado en el día a día trabajando con constancia y dedicación para adaptarme lo antes posible a las situaciones, no tener miedo a tomar decisiones ni a dar mi opinión y lo que considero más importante: ser coherente entre lo que se dice, se piensa y se actúa.
En los últimos años, la presencia de la mujer en equipos de venta ha aumentado, sin embargo, es un área que sigue dominada principalmente por hombres. Si pensamos en el sector de la hostelería esta diferencia es aún más acusada.
Me gustaría pensar que cada vez habrá mayor igualdad de género en este ámbito; las mujeres tienen excelentes habilidades de negociación, comunicación y toma de decisiones para asumir puestos directivos en ventas. Además, esta equidad de género puede llegar a ser beneficioso para las empresas ya que un equipo de ventas diverso aporta una perspectiva más amplia y una visión de negocio diferente.
Para conseguirlo, hay que asegurar, por un lado, los planes de desarrollo desde el inicio para que en el momento de la decisión haya mujeres preparadas. Y, por otro lado, garantizar que las personas que tomen las decisiones hayan trabajado previamente sus sesgos inconscientes. Al fin y al cabo, si la persona que decide tiene sesgos o las mujeres no tienen una buena trayectoria marcada para llegar, no conseguiremos nunca tener más mujeres en estos roles.
Así que, considero que el compromiso e iniciativas de las empresas en tener programas de igualdad en sectores que han estado muy masculinizados anteriormente es un pilar fundamental para poder llegar a esta equidad.
Dentro de la organización no he tenido ningún reto en este sentido. Considero que he tenido la misma igualdad de oportunidades que mis compañeros para asumir nuevas posiciones, las cuales he aceptado siempre con muchas ganas. He tenido la suerte de contar con equipos directivos que a lo largo de mi carrera han confiado en mí para afrontar posiciones que, según los estereotipos actuales, podrían haber sido puestos más destinados a hombres, han apoyado mis decisiones y me han impulsado a seguir creciendo y evolucionando.
Sí es cierto que fuera de la empresa, en algunas negociaciones con clientes específicos, he tenido el desafío de tener que demostrar más para ser creíble ante ellos y en algunos casos, ha habido comentarios que posiblemente si hubiera sido hombre, no se habrían dicho. En estas situaciones creo que es importante afrontar la situación diciendo lo que se piensa siempre con respeto y educación. A veces, es fundamental decirlo para crear conciencia y ayudar a las personas a reconocer sus propios prejuicios y comportamientos sesgados.
Como he comentado anteriormente, creo que es de suma importancia tomar conciencia para abordar estos sesgos. Sin darnos cuenta, todos tenemos prejuicios y comportamientos sesgados. El primer paso es ser conscientes para poder mejorar y sensibilizar a todos los empleados ya que, sólo de esta forma, conseguiremos el cambio cultural necesario.
Por otro lado, también es importante el compromiso de toda la organización para conseguir que todas las personas, independientemente de su género, sean valoradas y tratadas con equidad en el ámbito laboral. Para ello, se necesitan iniciativas y políticas basadas en procesos de contratación, compensación salarial y promoción sin discriminación de género.
Puedes sonar a tópico, pero lo primero que les diría es que es importante no subestimarse y aceptar los retos que se les presenten. Muchas veces subestimamos sistemáticamente nuestra capacidad y a veces pensamos que no nos merecemos un puesto de liderazgo o que si lo conseguimos no es por nuestros propios méritos.
También recomendaría que reflexionen sobre qué posiciones quieren alcanzar y que lo comuniquen a la empresa. Es importante ser transparente y comunicar cuáles son tus metas y tu compromiso, y de esta forma, quizás otras personas de la empresa te pueden aconsejar como llegar a alcanzar estas metas.
Por último, cuando lleguen a estos puestos de liderazgo, les aconsejaría que se apoyen en su equipo, que tengan referentes de liderazgo pero que no intenten imitarlos, que confíen en sus valores y que persistan en los desafíos que se puedan encontrar por el camino.
“La vida es 10% lo que te sucede y 90% cómo reaccionas ante ello”. No tenemos el poder absoluto para controlar lo que nos ocurre, pero sí tenemos la capacidad de decidir cómo reaccionamos frente a cada situación. A veces, una situación complicada se puede convertir en una oportunidad para avanzar, eso sí depende de nosotros. Por esta razón, me gusta tener en mente esta frase para recordarla en los momentos más complicados.
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