
27/12/2012 Cuando uno está a gusto en su puesto, a menudo se pregunta si “es el trabajo de su vida” o si tendría que seguir buscando. Según Amber Rae, fundadora de The Bold Academy, es fácil de saber, si te sientes representado en una lista de ocho ítems que propone. A partir de un artículo de MeiMei Fox sobre encontrar “el amor”, Rae describe como saber que has encontrado “el trabajo”.
1. No parece trabajo.El trabajo de tu vida se llama así porque no es un puesto de trabajo, sino tu manera de vivir. Te permite crear el estilo de vida que quieres para ti pero también dificulta separar trabajo de vida personal.
2. Te sientes alineado con tus valores. El trabajo se convierte en una extensión de tu visión del mundo. Vives tranquilo y te sientes integro porque no tienes que hacer nada que no esté en desacuerdo con tus creencias. Además, esta alineación inspira para entregarse aún más a ese trabajo.
3. Estás dispuesto a sufrir. Pasión proviene de pati, una palabra latina que significa sufrir. El trabajo de tu vida implica aceptar sufrir por el camino, que se presentará muy abrupto en ciertas ocasiones. Pero si realmente es lo que quieres, podrás soportar los reveses inesperados. De hecho los obstáculos aún te motivarán más.
4. Experimentas una fluidez natural. Estás en constante movimiento, inmerso en tu trabajo, y a la hora de comer te das cuenta de que han pasado ya cinco horas, y tú ni has mirado el reloj. O igual piensas que estás inspirado y no te importa salir a comer más tarde porque necesitas seguir creando. El trabajo simplemente fluye.
5. Haces espacio para vivir.Tu trabajo te permite vivir plenamente y disfrutar de la vida, pero te fascina tanto que a veces tienes que esforzarte en hacer un hueco para tu familia y también para las rutinas saludables como el gimnasio, la desconexión o simplemente la espontaneidad.
6. El compromiso es un honor. Cuando uno descubre el trabajo de su vida, comprometerse le resulta muy fácil. No tienes dudas sobre si tienes que comprometerte con ese proyecto o no, simplemente tu corazón te obliga a hacerlo.
7. Tus amigos lo notan. Las personas que te conocen te lo dicen: “¡Estás espléndido!” o “¡Esto es sin duda lo que mejor se te da!” son algunos comentarios que escuchamos de las personas más cercanas cuando estamos en el camino correcto. Es cierto que también son los que más se preocupan por lo inmerso que estás en tu trabajo, pero reconocen cuando está funcionando.
8. Te duermes agotado y te levantas satisfecho. Te vas a dormir cada noche agradecido por el día que has tenido, aunque no todo haya salido como tú querías. Sientes el alivio de estar haciendo lo que te gusta y no puedes imaginar tu vida de otra manera. ¡Esto no se paga con todo el oro del mundo!