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26/05/2011 Randstad ha querido conocer a fondo el mito de la felicidad laboral y como durante siglos y siglos esa satisfacción se ha ido modificando. Por eso, ha analizado en un reportaje amplio en su revista `Tendencias´ cuál es el secreto para ser feliz en el trabajo. Para empezar este análisis, es necesario saber cómo ha evolucionado durante todos estos años el propio concepto de "trabajo". Todo se inició de la mano de Adán y Eva y el castigo divino que les amenazó con ganar el pan con el sudor de la frente. Tantos siglos después, según afirman en Randstad, si el trabajo ocupa buena parte de nuestro tiempo, parece que lo más inteligente es disfrutar de él.

Un estudio de la Universidad de Warwick estima que los trabajadores felices son un 12% más productivos. Pero está claro que para conocer el concepto de "felicidad laboral" es necesario entender primero en qué consiste el propio concepto de "trabajo".

En este reportaje publicado en la revista "Tendencias" de Randstad, se explica la historia de esta palabra, tan sencilla como compleja, que se remonta al inicio de nuestros tiempos.

Si todo empezó con Adán y Eva y su "castigo divino", los humanos hemos tenido tiempo de evolucionar en cuanto a la mentalidad y la práctica de esa búsqueda de felicidad laboral. El esfuerzo empezó siendo la única herramienta para comer y obtener recursos para la subsistencia; en esa época era necesario laborar con sufrimiento y esfuerzo físico.

Pero no todo se quedó en esa época sino que evolucionó (o no) y el siguiente paso fue Roma. Entonces sólo trabajaban los esclavos mientras los demás se dedicaban al comercio y al ocio. Más tarde, durante la Edad Media, la situación tampoco mejoró mucho. A pesar de que se elimina el concepto de esclavo como animal de trabajo, gran parte de la población ocupaba todo su tiempo en el trabajo físico con el fin de cultivar los campos o elaborar productos.

La cosa mejoró con la llegada de la Revolución Industrial, que, en cierta manera, nos indultó del castigo divino. Gracias a la aparición de las máquinas, el trabajo físico `desapareció, ya que eran las maquinarias las que se encargan, en gran medida, de ello. Por lo tanto, el trabajo empezó a ser algo más etéreo y como Randstad publica "pasó a ser concebido como un deber, un medio de subsistencia y, con el tiempo, un medio de realización personal".

Hoy en día, el trabajo requiere de personas formadas, motivadas y que entiendan los valores de la empresa para la que trabajan. Actualmente, las compañías luchas, por su parte, contra la apatía, la desgana, etc. No somos esclavos en el trabajo, pero a veces muchos siguen entendiéndolo como un "castigo".

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