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25/01/2017 El trastorno narcisista de la personalidad se define como un trastorno mental en el que la gente tiene una idea exagerada de su propia importancia, una profunda necesidad de admiración y una falta de empatía por los demás. Con una urgencia impaciente, el narcisista irá a cualquier extremo para ser el centro de atención, anteponiendo sus intereses al de un compañero.

El narcisista patológico tiene a priorizar sus metas y objetivos por encima del resto de personas y, cuando este tipo de personalidad es incluida en un grupo de trabajo, por encima de los resultados. Aprender a tratar con ellos permite conocer cómo funciona su pensamiento e impedir que sus acciones impacten en el desarrollo de nuestra propia actividad.

Para ello un artículo publicado en INC diferencia entre ser egoísta y tener un trastorno narcisista. En este sentido, los expertos apuntan que, aunque ambos priorizan sus propios intereses a los de los demás, los segundos tienden a rodearse de personas, ya que buscan ser el centro de atención, y a proyectar una sensación de “bondad” con el fin de atraer adeptos que les ayuden a lograr sus objetivos.

Estas personas buscan el reconocimiento social a toda costa y sea no como consecuencia de un gran mérito o una pequeña hazaña empresarial. Son egoístas en la medida a que aspiran a hacerse responsables de un éxito colectivo, sólo con el objetivo de destacar por encima de resto, independientemente de las recompensas que obtengan con ello.

Un hecho poco conocido sobre los narcisistas es que, tras la máscara de arrogante confianza, se encuentra una autoestima frágil; estas personas son sensibles a la más mínima crítica. Por ello, y con el fin de mejorar la relación con esta clase de personas, hay que tratar de evitar incidir en errores y fallos cometidos y enfocarlos desde una perspectiva de cómo puede afectar dicha decisión al proyecto, idea o tarea en la que se está trabajando. En definitiva, centrarse más en las soluciones que problemas, desde un enfoque directo.

Por otro lado, el narcisista no tiene interés por los objetivos y logros de los demás. Sin embargo, si valoran los halagos. Buscan su propia reafirmación, por lo que apoyar “el buen trabajo” desarrollado puede generar dinámicas de trabajo que nutran la cooperación. Además, y para evitar que los trabajos en equipo se conviertan en éxitos de un solo individuo, hay que tratar de destacar, durante las presentaciones y evaluaciones, quién ha hecho qué.

Finalmente, si bien puede ser difícil, hay que tratar de no discutir sus opiniones sin dejar que crean que lo saben todo. Los narcisistas se consideran a sí mismos como superiores en todo, pero que lo sean o no, no es lo importante. La realidad en un trabajo es que, cuando toque ponerse a ello, habrá cosas que pueden no estar al alcance de sus conocimientos y ahí, es donde podemos intervenir nosotros con nuestras perspectivas e ideas.

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