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Más reales, sociales e interactivas. Así son las nuevas experiencias formativas en idiomas

Las empresas elevan sus requisitos en idiomas para candidatos y empleados

 
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12/02/2019 Aunque las nuevas generaciones tienen un nivel de idiomas superior al de hace unos años, en España seguimos estado a la cola de Europa en esta materia, según los resultados del estudio English Proficiency Index de EF Corporate España, donde nuestro país ocupa la trigésimo segunda posición dentro del ranking mundial. También lo confirman los proveedores de formación y empresas consultadas por Equipos & Talento, con el fin de analizar el estado de la demanda y la formación en idiomas en España.

Según explica a Equipos & Talento, Alfonso de la Torre, director de ASTEX Empresashablar inglés hace ya años que dejó de ser un valor diferencial, para convertirse en un mínimo exigible en el mundo empresarial”. “De lo que se trata es de trabajar las habilidades en idiomas y no tanto el componente lingüístico”, añade. Una opinión que también comparte Nina Heindrichs, directora regional Sur de Europa y Norte de África de BBi Communication.

Se pide a los profesionales que hablen inglés, tengan habilidades digitales y experiencia internacional”. También se valoran “las denominadas competencias soft, como, por ejemplo, la competencia intercultural que, según los últimos estudios internacionales en temas de RRHH, será uno de los factores claves del talento en nuestro mercado global”, explica Heindrichs. Quizás, por ello, cada vez más empresas han comenzado a apostar por la formación interna en idiomas, tal y como destaca Julián Baños, director general de EF Corporate España.

Precisamente el reportaje publicado por Equipos & Talento ‘Los idiomas, un must have del desarrollo profesional’, recopila algunas de esas acciones que están emprendiendo las empresas, fruto, en parte, del desarrollo tecnológico y la expansión a un mercado global que están teniendo que asumir.

"La transformación digital está afectando a todas las actividades de la empresa, incluida la formación en idiomas", afirma Elena Giménez, directora de Speexx España, que también señala algunas de las demandas que hacen en esta materia los profesionales, como la "flexibilidad y personalización" de la formación. "La organización ha de facilitar a sus colaboradores los medios para mejorar sus habilidades de comunicación, pero es responsabilidad del empleado sacar el mayor partido a esos recursos", matiza la experta.

Las empresas apuestan por la formación en idiomas

En este sentido, por ejemplo, BBVA cuenta con un amplio catálogo de formación online, mediante un espacio virtual de acceso universal, con un itinerario de 90 horas de formación, y mide el nivel de inglés a partir del sistema que define el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL). Según detalla su responsable de Global Talent Acquisition, Ophélie Richard, en la mayoría de sus procesos de selección solicitan un nivel C1. “Ponemos al alcance de toda la plantilla diferentes soluciones formativas, que se adaptan a las necesidades puntuales de cada empleado”, añade.

Otra de las firmas que apuesta por los idiomas es Deloitte. De hecho, la firma invierte más de 100 horas anuales y más de 8.000 euros en la formación de cada empleado, destinando recursos humanos y tecnológicos. “Hace poco hemos lanzado una iniciativa interna enfocada a habilidades de negocio en inglés”, nos avanza en exclusiva su responsable de formación en idiomas, Yeniffer Hernández. “Ha tenido muy buena acogida y nos anima a seguir desarrollando nuevas ideas para los próximos meses”, destaca.

Por otro lado, Banco Sabadell ofrece formación presencial y online, ayudas en formación externa de algunos idiomas y cursos de inmersión en el extranjero. Una apuesta que responde a uno de los grandes problemas que, según la directora de Formación de la entidad, Carme Amat, tiene España: “Acabar la ESO con un nivel B2 de inglés no ocurre en todas las escuelas ni en todos los casos. Hay que ser conscientes de que un idioma es algo vivo, que se aprende en la calle. El problema más grande con el que nos encontramos es que casi nunca se llega a poner en práctica lo aprendido”.

Esta falta de nivel en idiomas claves como el inglés también es señalado por Elisabeth Guitart, directora de Recursos Humanos de Merck, que asegura: “En los procesos de selección para perfiles más juniors seguimos encontrando candidatos con un nivel de inglés básico e insuficiente para poder desarrollar con éxito su actividad en una empresa multinacional”.

“Antes la formación se dirigía a avanzar desde un nivel medio a uno avanzado y ahora se centra, por ejemplo, en mejorar habilidades de negociación o en hablar en público en este idioma”, incide Patricia Vélez, coordinadora de Gestión del talento en Heineken España, compañía que también solicita un nivel avanzado de inglés en la gran mayoría de vacantes, el cual es evaluado con pruebas de nivel en las primeras fases de cada proceso y, posteriormente, en conversación durante una entrevista personal.

Por otro lado, Milagrosa García, gerente senior de Soporte y Control en la Dirección de Formación y Aprendizaje de Repsol, destaca otra de las tendencias que se está siguiendo en materia formativa: la adaptación a nuevos modelos de aprendizaje más ágiles y digitales. En este sentido, la compañía pone a disposición de sus profesionales “un portal de recursos de aprendizaje de inglés y español”. Adicionalmente, “se ofrecen programas blended estructurados en módulos con diferentes metodologías, que trabajan sobre las habilidades de comunicación en un idioma”, explica García.

Estos son tan solo algunos ejemplos de compañías que han comenzado a invertir en formación en idiomas dentro de la empresa, la cual es según Sara Gessler, directora de King’s Training, “cada vez es más especializada en habilidades y no tanto en la mejora general del nivel”.

Camino hacia una mayor personalización de la formación

 “Los idiomas se enseñan en grandes grupos y se enfocan en la gramática, no en la expresión oral del idioma. Estos alumnos necesitan inversiones significativas para poder ser operativos en inglés”, añade Declan Mulkeen, director global de Marketing en Learnlight, quien asegura que “lo que sí ha cambiado y cambiará es el nivel de entrada”. Además, el experto señala que la tendencia formativa en idiomas actual se dirige hacia la neutralización del acento. “Nuestros programas de reducción de acentos han probado tener un gran éxito y han ayudado a muchos empleados a crear la confianza que necesitan, hablando y presentando en inglés”, apunta.

También crece la demanda de programas especializados, donde una vez que el alumno alcanza el nivel B2 (MCER) es posible avanzar desde el desarrollo funcional del idioma a un dominio más profesional, que permita realizar presentaciones, presidir reuniones o conducir negociaciones. Junto a ello, las redes sociales también juegan su papel, permitiendo reforzar el conocimiento del idioma de una manera más tecnológica y divertida.

 “Hemos pasado de unos planes de formación universales y generalistas a otros más concretos y adaptados al perfil profesional de cada trabajador. Y no solo nos referimos a contenidos, sino también a las plataformas de formación”, reconoce por su parte Ginés Méndez, director general de Berlitz en España.

Sin embargo, no solo basta en invertir en nuevos recursos sino que también hay que “seducir al alumno” y trasmitirle que la formación que va a realizar le va a servir para los fines que se ha marcado, y que se “adapta a su personalidad, a sus gustos, a sus inquietudes, a su agenda”, tal y como explica a Equipos y Talento, Jorge Moya, country manager de goFLUENT. Una personalización que también defiende Alfonso de la Torre, director de ASTEX Empresas: “Vamos hacia modelos donde el empleado es dueño de su formación, tanto en la elección del programa como a la hora de gestionar su dedicación”.

Además, según Elena Giménez, directora de Speexx España, el hecho de mejorar las competencias lingüísticas permite a las empresas “trabajar mejor en mercados internacionales, incrementar ventas y resultados y reducir brechas entre distintos equipos”. No obstante, para alcanzar estas ventajas, Katie Nielson, directora de Educación de Voxy, destaca la importancia que tiene medir cuánto tiempo dedican las personas a aprender un idioma y qué cosas están aprendiendo, permitiendo saber si la formación está o no siendo efectiva.

Accede al reportaje completo en este enlace.

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