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5 pasos para impulsar una cultura de bienestar

Biwel analiza cómo incluir las influencias sociales en la estrategia

 
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29/04/2020 En estos tiempos difíciles, implantar una cultura del bienestar de forma transversal es clave para impulsar la motivación y la productividad de los empleados, y, por consiguiente, que el bienestar se convierta en catalizador de la consecución de resultados.

El capital humano es el principal activo de la empresa, responsable de su crecimiento, y debemos cuidarlo creando empresas más saludables, seguras, productivas, humanas, competitivas y sostenibles. Personas más comprometidas, felices y saludables generan empresas saludables y rentables.

En este contexto, el nuevo liderazgo personal y profesional pasa porque las personas gestoras y directoras sean promotoras de la salud propia y del resto de su equipo. “El interés sobre cómo crear una cultura del bienestar está en auge. La clave para entender el concepto es comprender que la salud es un recurso para la vida, no un objetivo en sí. No debemos ver la salud cómo un índice de bienestar, sino la salud cómo una herramienta para llegar al bienestar”, explica Estel Mallorquí, directora y fundadora de Biwel.

De acuerdo a esta empresa especializada en la promoción de la salud, el primer paso para crear una cultura del bienestar dentro de una empresa es educar, empoderar y acompañar a las personas en la conquista de un estilo de vida saludable.

“En una cultura del bienestar, las influencias sociales pueden conducir a las personas a tener un comportamiento saludable, o no, en cada uno de los hábitos de salud: actividad física, alimentación, gestión emocional, hábitos tóxicos, descanso, salud general o educación financiera”, añade la directora de Biwel.  

En este sentido, desde Biwel han identificado estas influencias sociales y señalan cómo se deben tener en cuenta a la hora de diseñar un plan de bienestar empresarial:

 

1. Valores compartidos (prioridades)

Es importante establecer una conexión entre los beneficios del bienestar y los intereses y valores de la empresa, partiendo de la premisa que la cultura del bienestar impulsa a los empleados a tomar mejores decisiones consiguiendo los objetivos que se ha marcado la organización.

 

2. Normativas

Entendidas como la forma en cómo hacemos las cosas. En una cultura del bienestar, el objetivo es cambiar o adaptar las normas consiguiendo que los trabajadores tengan comportamientos saludables y, a la vez, apoyar o desarrollar normas que apoyen prácticas saludables.

 

3. Procedimientos culturales

Solo es posible implementar una cultura corporativa del bienestar si las políticas, formales e informales, están alineadas y ayudan a los empleados a seguir un comportamiento y estilo de vida saludable.

Gracias a esta influencia positiva, apuntan desde Biwel, se consigue un mayor compromiso, satisfacción y atracción del talento.

 

4. Programas de salud y bienestar

Es evidente que, en este punto, las empresas deben desarrollar acciones de apoyo y mejora de la salud. ¿Cómo? A través de entornos saludables, servicios y eventos formativos puntuales o continuos (workshops, PAE...), un portal de bienestar como canal de comunicación, etc.

Estas acciones no han de ir exclusivamente destinadas al trabajador, sino también al conjunto de su entorno (familia, amigos, y compañeros de trabajo).

 

5. Clima y cohesión social

Poner el foco empresarial en el bienestar mejorará el clima laboral y también contribuirá a fortalecer una cultura más alineada con la misión de la organización, que ofrezca oportunidades a los trabajadores para ayudar a sus compañeros, y donde primen más las fortalezas que los riesgos.

 

“Crear una cultura del bienestar requiere tiempo, esfuerzo, estar abierto al feedback constructivo de los empleados y construir una metodología de mejora continua año tras año. Cada uno de los programas de salud y bienestar implementados deben estar alineados con todos los aspectos de la cultura de la empresa, ser coherentes y que crezcan año a año con el cambio cultural”, concluye Estel Mallorquí.

Durante esta situación marcada por el Covid-19 las empresas deben plantear una gestión post-confinamiento coherente con su cultura y con la seguridad y salud de sus empleados. Y, en este contexto, digitalizar la salud puede ayudar a obtener información veraz importante para una gestión empresarial más eficaz.

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