Observatorio GT insta a las empresas a poner en marcha programas de salud psicológica post Covid

En este encuentro, Isabel Aranda, CEO de la Escuela de Evolución Emocional y vocal del Colegio de la Psicología de Madrid, ha explicado que las personas no estamos preparadas para trabajar igual de bien que antes de la pandemia ni psicológica ni fisiológicamente.

“Mientras no podamos superar la situación de catástrofe, no podremos responder igual; la máquina no funciona bien”. Por ello, asegura esta experta en psicología laboral que a las empresas no les queda más remedio que entender que la salud psicológica de su gente se ha convertido en una prioridad absoluta, opinión que comparte el Observatorio Generación & Talento.

En este sentido, recuerda que las estimaciones de la OMS y otras autoridades apuntan que la salud psicológica va a ser la primera enfermedad en 2030. “Ante esta realidad, las empresas tienen que estar muy activas; tienen que ayudar a que la maquinaria funcione”.

 Según Isabel Aranda, las soluciones que las empresas tienen que dar a esta situación tienen que ser a medida de cada organización, “no vale el café para todos”, afirma. “Lo primero que tienen que ofrecer a sus plantillas es psicoeducación, es decir, enseñarles cómo deben enfrentarse a los retos de la vida; cómo manejar nuestros pensamientos negativos; cómo reducir la intensidad de nuestros desbordamientos emocionales…”. Porque se aprende, “En definitiva, es imprescindible enseñar a la gente a gestionar estrategias para digerir todo lo que tenemos encima en estos momentos”.
 
Nos encontramos en una realidad nueva, y “esto implica que las empresas deben ser muy rápidas en ayudar a su gente a aprender a vivir en este mundo nuevo”, ha señalado Isabel Aranda en la presentación del primer estudio sobre el impacto de la COVID-19 en la salud psicológica y emocional en los trabajadores de las cinco Generaciones en el ámbito laboral, publicado por el Observatorio Generación & Talento.

Los resultados del estudio confirman que la pandemia ha tenido un importante impacto negativo en la salud mental de los trabajadores españoles. Existen grupos con una mayor vulnerabilidad para el desarrollo de cuadros de estrés, ansiedad y depresión que deben de ser tenidos en cuenta a la hora de desarrollar estrategias de prevención y tratamiento futuros ante situaciones de crisis como la vivida.