Revista digital
02/11/2021

¿Es posible detectar la motivación en un proceso de selección? 

Desde Inginium hablan sobre qué es la motivación y cómo identificarla
Las personas y su motivación son sin duda una clave del éxito de las empresas. En efecto, para que una compañía pueda mantenerse competitiva en un mundo globalizado, es necesario que cuente con capital humano adecuado y comprometido. Por lo tanto, el primer paso es llevar a cabo un proceso de selección que nos garantice el perfecto encaje de cada persona en cada puesto. Para alinear el compromiso de los candidatos con la misión de la empresa, durante los procesos de selección es preciso tener en cuenta los ejes de motivación de las personas candidatas.

La psicología tiene bastante claro que la motivación está directamente relacionada con la producción y el desarrollo de una actividad laboral. Autores como Hezberg o McClelland han concluido que el hecho que una persona se encuentre motivada le permite llevar a cabo actividades a diario sin que éstas les resulten tediosas. Según los mencionados autores, gracias a la motivación, todas estas tareas se perciben, incluso,  como gratificantes. 

 

¿Sabemos qué es realmente la motivación?

La motivación es resultado de un complejo sistema de elementos o variables que “mueven” a un individuo a realizar una tarea determinada. Estas variables configuran una necesaria tríada de condiciones que tienen que ver con el “querer”, el “saber” y el “poder” ejecutar su cometido. Asegurarnos de cómo están organizadas en el cerebro de la persona candidata nos da pistas para prever su futuro grado de compromiso una vez se incorpore al puesto. 

 

Por otro lado, la motivación debe analizarse de forma contínua, detectándola tanto a medio como a largo plazo, puesto que el objetivo a la hora de seleccionar un nuevo empleado será su permanencia y consolidación en el puesto. Si somos capaces de conseguir eso, aseguraremos una baja rotación, lo cual supone evitar costes por este concepto. Está claro que no podemos permitirnos tener una alta rotación de empleados.

 

La motivación se ve relacionada con muchas variables psicológicas que afectan al ser humano en  las áreas de la autoestima, el cansancio, el estrés y la atención que se sea capaz de prestar bajo ciertas circunstancias. De hecho, muchos estudios han demostrado que una alta motivación tiene una gran influencia en la salud y bienestar personal.

 

Cómo identificar la motivación

Desde la consultoría de recursos humanos Inginium afirman que “en ocasiones, lo que motiva a un empleado a dejar su trabajo es el mero hecho de experimentar un cambio o salir de un círculo de rutina”. Esto sucede cuando no se está ofreciendo al empleado una propuesta de valor que asegure su compromiso sostenido y su motivación constante. Pero para poder trabajar en ello es imprescindible qué le motiva realmente, de lo contrario no responderemos sus expectativas. 

 

De acuerdo con Inginium, para empezar es importante plantear expectativas realistas respecto al puesto de trabajo para evitar que el candidato genere una alta motivación a corto plazo que posteriormente se diluya en el tiempo y termine desembocando en frustración. Este es uno de los errores más frecuentes a la hora de buscar personal. 

 

La motivación laboral está relacionada con 3 factores:

  • La personalidad, que es un rasgo intrínseco de cada individuo. Está compuesta por sus aspiraciones más profundas, como por ejemplo, la necesidad de un puesto dinámico o la capacidad de dirigir un equipo. Estas motivaciones suelen ser estables y a veces son necesarias tanto para desempeñar un puesto con éxito, como para encajar con la cultura de una empresa.

  • Los intereses propios de cada individuo, que componen la “esencia” del individuo. Son las motivaciones intrínsecas que le guían hacia un ámbito profesional concreto. Son una extensión de la personalidad que permite orientar las motivaciones hacia un objetivo concreto, resultando en la satisfacción para con una empresa y su consecuente rendimiento.

  • Las motivaciones externas, que están estrechamente relacionadas con el contexto profesional del puesto al que se opta. Corresponde al ambiente laboral, la remuneración del puesto o la proximidad geográfica entre la oficina y el hogar. Estas fuentes de motivación se evalúan en relación a las prioridades profesionales y éstas pueden evolucionar rápidamente en función de la situación personal del individuo.

 

No existen pruebas psicotécnicas definitivas que puedan medir la motivación de forma milimétrica, pues está unida a un puesto y a una empresa en concreto, así como a momentos vitales personales distintos. Como hemos visto, el compromiso puede variar dependiendo de las condiciones de la propia persona. Por eso mismo, es importante llevar a cabo diferentes pruebas de selección, adaptadas para cada puesto y cada proceso de selección. 

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