Revista digital
15/12/2021

Los 10 mandamientos de un buen liderazgo

Interim Group comparte varias claves para ser un buen líder
¿Qué significa ser un buen líder? El liderazgo es la capacidad que posee una persona para guiar e influir en los demás, con el objetivo de alcanzar una meta concreta. Un buen líder de equipo se caracteriza por saber cómo transmitir los valores empresariales de la manera más adecuada, para lograr que sus empleados estén motivados y comprometidos y trabajen por contribuir al desarrollo general de la compañía. Por tanto, contar con liderazgo efectivo en nuestra organización es fundamental para su crecimiento.

 

Los 10 mandamientos para ser un buen líder

 

  1. Entrena tu capacidad analítica. Trata de descomponer los problemas o tareas complejas en otras más sencillas, que puedan realizarse con mayor soltura y menor esfuerzo.
  2. Mantén la mente abierta y dispuesta al cambio. Un buen líder debe estar dispuesto a tomar riesgos, salir de su zona de confort y plantear nuevos retos.
  3. Establece una buena estrategia de comunicación interna. La comunicación bilateral y fluida, hace que los empleados se sientan integrados en el negocio.
  4. Aprende a resolver y gestionar conflictos laborales.  Has de ser capaz de detectar y solventar conflictos antes de que deriven en problemas más graves. Puedes conseguirlo gracias a habilidades como la escucha activa y la inteligencia emocional.
  5. Reconoce y premia el buen trabajo: El reconocimiento es un método de motivación muy poderoso. Conseguirás que tu equipo se sienta estimulado y preocupado por el bien de la empresa.
  6. Delega tareas: Delegar tareas te ayudará a ahorrar tiempo y recursos. Además, los empleados se sentirán piezas claves en el proceso y mejorará su productividad.
  7. Preocúpate por el bienestar laboral y personal. Apuesta por la conciliación, permitiendo que cada empleado pueda compaginar su vida laboral con su vida personal.
  8. Conviértete en un referente, aprende a motivar. No te desentiendas. Debes conseguir que tu equipo vea en ti un ejemplo a seguir y un pilar fundamental sobre el que apoyarse cuando las cosas van mal.
  9. Trabaja en tu Employer Branding. Busca el modo de dar a conocer los valores, misión y visión de la compañía, mostrando una imagen real, honesta y transparente.
  10. Cuida el Engagement de tus equipos. Comprométete con tus empleados y haz que se comprometan, para garantizar la fidelidad del equipo, favorecer la retención de talento y la mejora del clima laboral.

 

 

 

Errores que impiden el buen liderazgo

 

Por el contrario, también existen algunos errores muy típicos que suelen cometer los líderes de las organizaciones casi sin darse cuenta y que, sin embargo, pueden causar graves consecuencias tanto para el trabajador, como para la empresa. Dentro de todos esos errores que un buen líder no debe cometer, destacamos los siguientes:

  1. No favorecer el progreso profesional. Es decir, no contar con políticas de promoción interna.
  2. No mostrar interés por el bienestar laboral y la salud del empleado.
  3. Descuidar la imagen que se proyecta de la empresa (tanto hacia el exterior, como hacia sus propios empleados)
  4. Normalizar la fuga de talento y no hacer nada para evitarla.
  5. Subestimar el poder del salario emocional.
  6. No establecer objetivos SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales)

 

¿Se puede trabajar y mejorar el liderazgo?

 

¿Cuándo decimos que un líder es un buen líder? Para poder liderar de forma efectiva y saludable, es necesario contar con una serie de habilidades concretas. Hablamos de habilidades como la comunicación, el compromiso,  la innovación, la inteligencia emocional o la resiliencia, entre otras. Y, aunque estas pueden ser innatas en la persona, también existe la posibilidad de desarrollarlas con ayuda de las acciones formativas adecuadas.

 

Sabiendo esto, podemos determinar que: el principal motivo por el que puede darse un mal liderazgo dentro de una empresa es que sus líderes o mandos intermedios no estén lo suficientemente formados. Cuando esto ocurre, esos líderes no cuentan con las herramientas, aptitudes, ni recursos necesarios para poder gestionar talento. Y, en este contexto, es inevitable la aparición de conflictos, el descenso de la productividad, la fuga de talento, la desmotivación, la falta de compromiso, etc.

 

Si esto está ocurriendo en tu empresa, no debes desanimarte ni tirar la toalla. Ahora, ya sabes que la mejor forma de trabajar el liderazgo y de ayudar a nuestros responsables a convertirse en verdaderos capitanes y referentes para el resto de empleados es, sin duda, la formación. Además, con este cuestionario de evaluación de liderazgo, podrás descubrir el potencial de tus mandos intermedios, así como detectar cuáles son las carencias y puntos débiles, para poder elegir las acciones formativas que más se adapten a las necesidades actuales de empresa.

 

Conclusión

Contar con buenos líderes es fundamental para una empresa. Ya que estos nos ayudan a mejorar el rendimiento de los equipos, a conseguir objetivos, a aumentar el compromiso de los empleados con la organización… Sin embargo, estos líderes, no siempre cuentan con las habilidades necesarias para poder desempeñar su papel con éxito.

 

Ante esta situación, no debemos preocuparnos. Todas y cada una de esas aptitudes y habilidades pueden trabajarse y desarrollarse mediante la formación adecuada. Por ello, es fundamental contar con un Plan de Formación empresarial que se ajuste a las necesidades y carencias de cada organización, de forma concreta e individual.

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