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Reportaje > 10/09/2021

Outplacement, acompañar hacia nuevas oportunidades laborales

Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo fueron una constante a lo largo del pasado año. Aunque la situación provocada por la pandemia ha mejorado y vamos hacia una progresiva vuelta a la normalidad, muchos profesionales se han desvinculado de sus empresas en estos últimos meses por muy diversas razones, enfrentándose a un mercado laboral agitado y convulso para el que muchos no estaban preparados. Y aquí entran en juego los procesos de outplacement, un acompañamiento importantísimo para sobrevivir en esta situación.

En España, la ley obliga a las empresas de más de 50 trabajadores a ofrecerles un programa de recolocación, un proceso de acompañamiento para todos los profesionales que desvinculan. El objetivo es ayudar al profesional en esta nueva etapa, mejorando su empleabilidad para que pueda volver a estar en activo en el menor tiempo posible. Son procesos que benefician al trabajador y a la empresa, ya que revierte en su employer branding y es una muestra de su responsabilidad social empresarial.

Los diversos estudios que hay sobre el outplacement aseguran que lo más habitual es que el trabajador se recoloque en los primeros seis meses del proceso, aunque la crisis sanitaria y su influencia en el mercado laboral ha alargado un poco más este periodo. En general, el perfil de un profesional que participa en un proceso de outplacement es el de un hombre (solo alrededor del 40 % son mujeres), en la franja entre los 40 y 50 años. Y por sectores, últimamente ha sido el bancario el que más empleados ha incluido en estos acompañamientos, fruto del cambio de paradigma de este sector en cuanto a atención al público, digitalización y fusiones y adquisiciones. Y el sector que más recibe a profesionales en transición es el industrial y servicios. También según datos extraídos de diferentes estudios, una amplia mayoría de los candidatos se reubicó en empleos con la misma o mayor categoría y sueldo.

En estos procesos de acompañamiento, los profesionales cuentan con la guía de consejeros expertos que trabajan para individualizar todo lo posible el programa y mejorar sus habilidades y conocimientos, algo que tiene como consecuencia, además, un mayor grado de confianza del candidato.

Procesos en marcha

Tras este pequeño resumen sobre el outplacement, hemos preguntado a algunas de las compañías que confían este tipo de procesos cómo ha sido su experiencia reciente en los mismos y qué valoran de los mismos. Así, desde Caixabank nos han explicado que han incluido el plan de recolocación en los procesos de salidas voluntarias puesto en marcha recientemente. Es un amplio conjunto de medidas dirigidas a reubicar en un nuevo empleo estable y ajustado a su perfil a cada trabajador que quiera participar en el programa. Este incluye desde un plan de consultoría ilimitado hasta sesiones de coaching y una amplísima oferta de formación. Además, podrán volver a acogerse al plan en caso de que acepten una oferta de trabajo y al iniciar su nueva etapa laboral consideren que el puesto no responde a sus expectativas o al proyecto profesional que quieren emprender. Las mismas fuentes de la entidad aseguran que esperan conseguir una ratio de recolocación del 100 %.

Un programa muy similar es el ofrecido por Naturgy, que está orientado a sus profesionales menores de 55 años que se han adherido al plan de bajas voluntarias y a los que quieren ayudar a comenzar una nueva etapa de vida laboral. El plazo previsto para el programa es de 9 a 12 meses, en los que también se imparte formación y se actualizan habilidades según perfiles. Además, ofrecen asesoramiento para quienes opten por el camino del emprendimiento empresarial y comienzo del programa desde el inicio para aquellos que no alcancen una recolocación laboral estable y satisfactoria. Como comentan desde esta gran compañía internacional, conociendo el alto nivel profesional de sus personas, sus expectativas están en conseguir una ratio de recolocación de alrededor del 90 %, lo que implica que, si llegado el plazo previsto de duración aún no se hubiera alcanzado este porcentaje, el programa continuará por el tiempo necesario para lograr un mínimo del 70 %.

Otra empresa que se muestra satisfecha con el rendimiento de este tipo de programas es Bosch. En su caso, Verónica Rodríguez Lagarcha, su responsable de RRHH en España, nos dice que ofrecen un acompañamiento de entre 6 y 9 meses a aquellas personas que tras desvincularse mantienen su interés en seguir activas laboralmente. Consiste en un acompañamiento personalizado en la búsqueda de empleo, con acciones de orientación e intermediación laboral (cuenta ajena) o asesorando y validando un plan de negocio y la puesta en marcha de un proyecto empresarial (cuenta propia). Además, incluye formación para la mejora de habilidades y reciclaje profesional y ayudan a diseñar y gestionar de forma correcta y eficaz el proceso de reinserción laboral, según nos detallan desde la compañía. 

Y desde Calidad Pascual destacan que cuentan con una Política de Personas en la que reflejan su compromiso con la empleabilidad de sus colaboradores y, por ende, facilitan el acceso a procesos de outplacement a las personas que por cuestiones organizativas deben dejar la compañía. Palmira García, directora de Talento y Liderazgo de la organización, asegura que: “No tenemos un target concreto, si no que evaluamos la necesidad individual según corresponda”. Así, adecuan el tipo de programa al perfil de los colaboradores afectados, siempre con programas que aseguran una atención continuada hasta su recolocación. “Velamos por la cercanía del proceso en el que la persona se sienta acompañada y apoyada y garantizamos un equipo de profesionales que den acceso a las mejores oportunidades laborales en el menor tiempo posible y siempre con un proceso de desarrollo personal que facilite el incremento de autoestima y el desarrollo de capacidades y conocimientos críticos”, subraya García. En cuanto a la ratio de recolocación, afirma que el tiempo y el porcentaje de recolocación “depende mucho del perfil profesional del colaborador y de otros aspectos como los geográficos”. En todo caso, resalta que “el feedback siempre es muy positivo y valoran mucho el acompañamiento y seguimiento que se realiza desde el proveedor y desde la propia compañía con su programa Vínculo”. Vistos estos ejemplos, queda claro porque las empresas, más allá de la obligación legal, apuestan por el outplacement.

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