Formación y planes de carrera: los nuevos intereses de los jóvenes abogados

31/07/2018 · Las nuevas generaciones están impulsando un cambio en los modelos de trabajo, haciendo que factores como un buen salario -aun siendo un elemento destacado para muchos profesionales a la hora de decidir en qué ofertas de empleo aplican- pierda poder de atracción frente a otras cuestiones ligadas a los planes de carrera, la formación que la organización facilita, las posibilidades de ascenso o promoción y la flexibilidad laboral. Una tendencia que ha alcanzado a todas las industrias, sectores y negocios, incluidos los despachos de abogados.

Los jóvenes abogados ya no aspiran a ser socios de las grandes empresas del sector. Así lo han destacado los expertos de DLA Piper, Cuatrecasas, Herbert Smith Freehills España, Uría Menéndez y Garrigues al diario Cinco Días, en un artículo  donde se pone de relieve la readaptación que las firmas legales están haciendo de sus planes de carrera a fin de mejorar sus índices de atracción y retención del talento.

Tal y como está sucediendo en muchos otros sectores, los despachos de abogados también están teniendo que hacer frente al cambio que se está produciendo en los intereses que manifiestan tener las nuevas generaciones, a la hora de comprometerse con un proyecto o empresa. De este modo, la propuesta de valor que están desarrollando y trasladando al talento empieza a asentarse sobre ejes como la flexibilidad laboral, la formación y el desarrollo profesional.

Así, de hecho, lo constatan al diario Cinco Días, tanto Adela García de Tuñón, directora de recursos humanos de DLA Piper, como Nuria Martín, directora de recursos humanos de Cuatrecasas, quienes reconocen el “cambio de paradigma” que se está produciendo en la carrera de abogacía, hacia un modelo más flexible y donde los jóvenes abogados muestran aspiraciones y necesidades de desarrollo diferentes a las de otras generaciones más mayores.

En la misma línea se manifiesta Ignacio Paz, socio y miembro del comité de recursos humanos de Herbert Smith Freehills España, que apunta hacia una mayor personalización de dichos planes, aunque Loreto de Blas, HR manager de la oficina de Hogan Lovells en Madrid, matiza que en su compañía, no existen “planes de carrera alternativos a alcanzar la condición de socio, sino carreras profesionales adaptadas a cada abogado”.

Por su parte, Iciar Rodríguez-Inciarte, secretaría general de Uría Menéndez, señala al diario que uno de los objetivos de los letrados recién incorporados es el de trabajar en asuntos complejos, acompañados de profesionales con experiencia, así el mentoring empieza a ser también una parte importante dentro del proceso formativo al que buscan acceder estos jóvenes. En este punto, el artículo  ahonda en la importancia de ofrecer una evaluación continua que, en el caso de Uría Menéndez, se realiza de forma anual para conocer el nivel de desempeño de estos profesionales.

Finalmente, Lourdes Ramos, directora de recursos humanos de Garrigues, apunta a que el crecimiento profesional es la principal aspiración de los más jóvenes. En este sentido, desde el despacho la formación también cuenta con un papel destacado en el plan de carrera, así como “la movilidad geográfica y la posibilidad de realizar actividades académicas y pro bono".

"Los abogados jóvenes reclaman una involucración directa con el cliente y un entorno internacional, además de flexibilidad y conciliación", añade Loreto de Blas, al tiempo que Rodríguez-Inciarte apunta hacia la contrucción de un entorno de trabajo más “colaborativo” y donde las ideas de los jóvenes se tengan en cuenta. También son importantes otros elementos como “la felicidad laboral, el buen ambiente de trabajo y la transparencia en la gestión de personas”, según Nuria Marín.

Respecto a la cuestión de convertirse en socios, los expertos apuntan a que se trata de un proceso lento, exigente y complejo que requiere una dedicación media de entre 10 y 15 años que, además, no garantiza la sociatura, puesto que intervienen otros elementos como “la situación del mercado, el estado de la economía o la madurez y el tamaño del proyecto”, según Cinco Días, que a su vez resume las cuatro etapas que hay que superar para llegar a tener dicha categoría: “júnior, asociado, asociado sénior y una inmediatamente anterior a la sociatura, que tiene una denominación distinta según el despacho”. “Además, en el caso de Uría Menéndez existe una fase inicial para los abogados de primer año en la que durante sus primeros 12 meses en la firma rotan por, al menos, dos áreas prácticas”, añade.

El artículo concluye destacando que la promoción interna sigue siendo el mecanismo más utilizado para llegar a la sociatura en los grandes despachos. “En Garrigues, Cuatrecasas, Herbert Smith y Uría Menéndez entre el 82% y el 95% de sus socios han hecho carrera en las propias firmas hasta llegar a esa posición”. Unos porcentajes que descienden al 50% y 44%, en el caso de Hogan Lovells y DLA Piper, respectivamente.

Pese a ello, y debido a la apuesta internacional de Garrigues, la firma ha incorporado directamente a nuevos socios, en los últimos años. No obstante, “la edad media de los socios de estas seis firmas legales oscila entre los 45 y los 49 años”, destacan desde Cinco Días.

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