Cómo afecta la actitud de la directiva a la transformación digital de la empresa

Un artículo  publicado en Retina, perteneciente al diario El País, ha revelado algunas de las razones que explican por qué la transformación digital de algunas empresas no se está logrando alcanzar el ritmo deseado. Según expone Daniel Marote, socio director de Hydra.digital, la causa principal del freno al proceso de digitalización empresarial se sitúa en una mala dirección o una falta de liderazgo por parte de las altas esferas de las organizaciones que, a menudo, acaban delegando la tarea transformadora en los cargos medios.

En esta línea, un reciente estudio publicado por PwC, revelaba que el 66% de los altos cargos de los consejos de administración afirman que deberían dedicar más tiempo a asuntos relacionados con la transformación digital, especialmente en áreas como la ciberseguridad o los peligros tecnológicos. Esto pone de relieve que tanto jefes como trabajadores comparten un mismo sentimiento que impide que la digitalización avance: el miedo al cambio.

Así lo destaca también el artículo en Retina que, por otro lado, recoge una de las conclusiones aportadas por el informe Digital Vortex: ”How Digital is Redefining Industries”: la transformación digital desplazará del mercado al 40% de las empresas. Es por ello que este cambio se hace necesario pero desde un enfoque muy distinto que, algunas empresas, están adoptando.

“Los altos cargos de las empresas deben demostrar su valía en materia de liderazgo, estando dispuestos a adaptarse al mercado 3.0; a delegar en sus cargos medios más jóvenes y a involucrar a la plantilla para que afronten esta transición con optimismo y no con incertidumbre”, destaca Marote en Retina. Junto a ello, se hace imprescindible transformar los modelos jerárquicos adoptados por las compañías, para ser así más ágiles y rápidas en la toma de decisiones que permitirán a la organización adaptarse a las nuevas reglas del mercado.

La consecuencia de no hacerlo será grave, ya que según el artículo, “si la información no fluye y las directivas se niegan a asumir el liderazgo que les corresponde en el cambio digital, generarán un ambiente laboral incómodo para los cargos medios que sí saben cómo realizar esta transformación”. Algo que, en el caso de España, es un grave problema, pues son muchas las que reconocen tener una falta de líderes preparados para asumir dicha tarea, generando entornos de trabajo poco flexibles y despreocupados con sus empleados, lo que invita a la fuga de ese talento que deberá acompañar al líder en el proceso de cambio.

Finalmente, Daniel Marote hace referencia a otro de los fallos que suelen cometerse en cuanto al enfoque que las empresas adoptan: la falta de tolerancia al fallo, una cuestión que es clave si lo que se busca es impulsar la innovación. “El castigo inflexible no ayuda a la transformación digital. En todo camino innovador y original hay que ser menos severo con los errores”, concluye.