10 pasos que ayudan a superar el primer año de carrera

La incertidumbre y el miedo a lo desconocido –lo que implica, en definitiva, salir de la zona de confort- es lo que, a menudo, paraliza a los estudiantes que recién arrancan su andadura universitaria. Además, según un artículo publicado por el diario El País, “la presión y las elevadas aspiraciones frente a un entorno nuevo y una realidad tozuda”, es lo que impulsa a que muchos estudiantes se sientan decepcionados en su primer año de carrera.

Tanto es así que, según el informe ‘La Universidad española en cifras’, entre un 7% y un 8% de los estudiantes de primer año cambian sus estudios y, aproximadamente, un 20% abandonarán a lo largo de los años siguientes. Es por ello que El País ha recopilado 10 consejos que diferentes expertos dan para hacer que esa primera experiencia universitaria sea la mejor posible.

Para ello, el primer paso es elegir bien la titulación que se va a cursar, llevando a cabo una profunda reflexión sobre cuáles son las motivaciones, aspiraciones personales e intereses propios, permitiendo así que todos estos elementos estén alineados con la carrera que se va estudiar. Aunque la teoría parece clara, lo cierto es que un informe de la consultora Círculo Formación revela que solo el 22% de los estudiantes saben con claridad qué grado van a estudiar mientras están cursando bachillerato.

En este sentido, en declaraciones concedidas a El País, Rocío Argudo, directora de Unitour, señala que la decisión “se complica porque la oferta es cada vez más amplia”. Asimismo, para ayudar en esta elección, la aplicación gratuita Wikigrado permite conocer, a través de vídeos, en qué consiste cada grado universitario y qué salidas profesionales tiene.

El segundo paso a dar es conocer el campus en que se va a pasar la mayoría del tiempo lectivo. En este punto es clave valorar la distancia a la que está la facultad, el tipo de instalaciones de las que dispone o las practicas extracurriculares que proporciona, así como el plan de estudios de la carrera en cuestión.

Ligado a este punto, el tercer paso implica ahondar aún más en los recursos que la universidad pone a disposición de los alumnos. Para ello, el artículo aconseja personarse en la facultad, solicitar información a la secretaría o el departamento académico, para resolver cualquier duda sobre trámites o la organización de los cursos.

Otro de los aspectos claves a tener en cuenta antes de decidirse por un centro u otro, es la calidad de su profesorado. Saber si son profesionales del sector, si cuentan con experiencia en la materia en la que imparten la formación o una red de contactos importante, a la hora de ampliar las posibilidades de empleo de los alumnos. En este sentido, El País sugiere tratar de “relacionarse con los profesores, concertar tutorías y mantener una buena relación con ellos”.

El quinto paso está vinculado al propio autocontrol de los jóvenes y, en especial, de sus expectativas. De este modo, aunque se haya sido el mejor estudiante en otras etapas, esta situación no tiene por qué repetirse el primer año de Universidad. No obstante, según el artículo, algunos centros cuentan con servicios de acompañamiento especiales.

Por otro lado, El País sugiere “descubrir puntos débiles y diseñar una estrategia para blindar el currículum con vistas a triunfar en el mercado laboral”, como es el caso de los idiomas o de los cursos que permiten ampliar el conocimiento sobre determinadas herramientas tecnológicas. Para ello, es clave organizar el tiempo de estudio (séptimo paso) y es aquí donde la Universidad McGill en Canadá aconseja diseñar un calendario, actualizarlo y revisarlo a diario.

Finalmente, hay que evitar desmoralizarse ante un error, un tropiezo e, incluso, una mala decisión; aprender a gestionar la nueva libertad que se adquiere, puesto que la burbuja protectora de los profesores se diluye en el ámbito universitario; y por último, crearse un buen entorno. “Socializar, superar la timidez y conocer gente nueva son los tres mandamientos de este curso”, concluye El País.