13/03/2019 · El porcentaje de mujeres en cargos directivos ha disminuido y, ahora, solo un 24% de ellos está en sus manos. Son datos del estudio 'Elevating women in leadership' que la consultora Lee Hecht Harrison ha publicado, gracias a la información recopilada de más de 500 directivos y líderes de recursos humanos en España, Francia, Países Bajos, Suiza y el Reino Unido. De esta forma, la división del Grupo Adecco, experta en el acompañamiento a las organizaciones en sus procesos de transformación (‘Workforce Transformation’), ha buscado explorar aquello que funciona y lo que debe mejorar para lograr un mayor impacto en las organizaciones a la hora de crear lugares de trabajo inclusivos que comprendan la necesidad del liderazgo femenino para avanzar en la sociedad.
Según el informe Elevating Women in Leadership de Lee Hecht Harrison (LHH), el porcentaje de mujeres en cargos directivos está en ligero descenso (24% en 2018 frente al 25% en 2017). A pesar de que el 75% de las empresas tiene al menos una mujer ocupando puestos de alta dirección, una de cada cuatro empresas globales no tiene a ninguna. De hecho, el esutio revela que en 2017, las mujeres directivas de las organizaciones del Fortune Global 100 alcanzaban el 22% en América, el 15% en Europa y sólo el 4% en Asia, y en 2018 asistimos a la disminución del número de mujeres en posiciones de liderazgo dentro del FTSE 100 (9,7%) siendo esta caída aún más aguda dentro del FTSE 250 (6,4%).
No hace mucho, impulsar el progreso de las mujeres era visto como ‘aquello que se debía hacer’. Sin embargo, en los últimos años, las organizaciones han ido cambiando su enfoque acerca de la necesidad del talento femenino. De esta forma, según aseguran los autores del informe, hoy, "cada vez más organizaciones se dan cuenta de que, en la medida que necesitan representar mejor a sus clientes y comunidades, es obvia la necesidad de diversidad en el entorno de trabajo". De esta forma, son las propias organizaciones quienes "presionan cada vez más a proveedores y socios para que demuestren dicha diversidad e inclusión en sus plantillas como requisito para mantener una relación comercial". Por ende, la cultura inclusiva se ha convertido en "un imperativo comercial estratégico, promoviendo así la toma de decisiones empresariales más sólidas y un pensamiento más innovador".
En este sentido, con el fin de conocer cuán generalizado es el cambio de mindset acerca del progreso de las mujeres, LHH preguntó a los encuestados en qué medida estaban de acuerdo o desacuerdo con que el progreso del liderazgo femenino es prioritario en sus organizaciones. A este respecto, el 58% afirmó que se trataba de un tema crucial. Pero, de ese porcentaje, el 76% se mostraba insatisfecho con la capacidad de su organización para impulsar dicho progreso.
Por otro lado, el estudio aborda la búsqueda de factores que contribuyen a una cultura más inclusiva de género. Según revela, son los cuatro aspectos diferenciadores presentes en empresas que sí fomentan estas culturas:
En esta línea, LLH revela los cinco comportamientos que más caracterizan a las organizaciones extremadamente satisfechas con el impulso del liderazgo femenino.