23/12/2019 · Existe abundante literatura sobre qué competencias son más necesarias para ser un buen líder. Por lo general, se han asociado a atributos personales, al reconocer que los líderes tienen cualidades ‘carismáticas’ y ‘visionarias’, y fuertes habilidades personales para motivar a grupos de individuos. Sin embargo, tal y como recoge un informe realizado por Esade y PwC, especialmente desde la crisis económica de 2009, “la figura del líder ha cambiado. Se ha pasado del modelo de un gerente que gestiona recursos monetarios y humanos a la figura del líder que dirige equipos y procesos, y asegura que todo sea económicamente sostenible”.
En este nuevo escenario, se ha puesto el acento en nuevas competencias, sobre todo en las que están más relacionadas con la inteligencia emocional y que el informe de Esade y PwC concreta en:
1. Humildad. La humildad es una competencia transversal, necesaria para cualquier estilo y rol de liderazgo. Una persona humilde se esfuerza por escuchar y aceptar a los demás y, cuanto más acepte a los demás, más se le valorará y más se le escuchará.
2. Habilidad para generar confianza y construir relaciones honestas. Las organizaciones en que los líderes pueden sacar lo mejor de los demás y lograr que las personas sientan que son atendidas son las más exitosas. El líder debe ayudar a los miembros de la organización a comprender que los objetivos individuales están relacionados con lograr los organizativos.
3. Resiliencia. Se define como la capacidad de afrontar la adversidad saliendo fortalecidos y alcanzando un estado de excelencia profesional y personal. Esta competencia es un atributo básico para el emprendimiento.
4. Habilidad para colaborar. Capacidad de trabajar de un modo cooperativo con otros, tanto dentro como fuera de la organización, incluso con organizaciones de otros sectores. La base es identificar los valores comunes que pueden facilitar la colaboración y la consecución de unos objetivos compartidos. Esta competencia es básica para ejercer un liderazgo que fomente la colaboración y la generación de alianzas.
5. Asunción de riesgos / Espíritu emprendedor. Se trata de desarrollar soluciones, ideas o enfoques novedosos y con propósito, orientados a generar impacto, mejorando la eficacia y la eficiencia, para alcanzar los objetivos de la organización. En el contexto a que se enfrenta el tercer sector, saber asumir riesgos y tener un espíritu emprendedor y enfocado a la innovación son atributos básicos para el liderazgo.
6. Pensamiento sistémico. Líderes que buscan entender las causas y las fuerzas fundamentales que dan forma a los problemas y a los desafíos a que se enfrenta la organización. Piensan y actúan de forma sistémica, observando el panorama general, en vez de dividirlo en partes aisladas, y que sitúan a las personas en el centro y las tienen en cuenta como única vía para un mejor desempeño.
Excelente artículo porque las competencias que en el se indican son fundamentales para liderar adecuadamente una organización.