Es tiempo de Coaching 'de verdad'
Enrique Jurado,
CEO de Darte Human and Business School
Hace unos días la International Coaching Federation (ICF) daba a conocer en una noticia que ha superado los 50.000 miembros en todo el mundo. Un hito que a los que ejercemos como coaches profesionales y defendemos esta profesión a capa y espada nos llena de orgullo y de esperanza, puesto que implica que crece el número de personas que quieren ser coaches ‘de verdad’ y están realmente implicados en el desarrollo de esta bonita profesión.
Los datos son más llamativos si se comparan con los de años anteriores: desde la fundación de ICF en 1995 el crecimiento de coaches federados ha sido constante, pero en los últimos 10 años ese crecimiento ha explotado sobremanera incorporándose, solo en el último lustro, más de 20.000 miembros.
¿”Solo” hay 50.000 coaches en todo el mundo?
Conviene aclarar que la ICF es la asociación o federación de referencia para los profesionales del Coaching a nivel mundial puesto que, a falta de reconocimiento oficial de la profesión, son los que velan por que los que obtienen sus certificaciones cumplan unos requisitos de formación, práctica y ética, además de trabajar porque el Coaching ocupa el espacio y respeto que merece en la sociedad mundial.
Es decir, los datos dados por ICF revelan que ya hay 50.000 personas en el mundo que están ejerciendo como coaches siguiendo la metodología y la ética de esta profesión. Indica el número de coaches profesionales y adscritos a un código ético que existen a lo largo y ancho del planeta; pero, por desgracia, esto no quiere decir que solo haya ese número de coaches.
Al no haber un colegio oficial de coaches que obligue a su afiliación para ejercer y que sirve, además, como garantía para los clientes, seguro que están trabajando bajo la denominación de coaches en todo el mundo muchos más de esas 50 mil personas que sí que podrían formar parte de un colegio oficial sin problema.
Es la plaga de vendehúmos que azotan y denostan la profesión de coach. Personas que apenas saben realmente de Coaching, que ni se han formado, o lo han hecho muy poco y que, claramente, no tienen ni moral ni ética de ningún tipo.
Por eso, para que se oiga bien la voz de los que trabajamos continuamente por profesionalizar de verdad el Coaching, se insta a que los coaches mostremos sin miedo ni vergüenza nuestras acreditaciones y certificaciones. No solo es un ejercicio de respeto a nuestra profesión, sino también un acto de respeto hacia los coachees.
De hecho, mi mensaje en este sentido va más allá, y le digo a clientes y personas que van a participar en un proceso de coaching que no duden en exigir credenciales y títulos formativos a su coach: este estará encantado de mostrarlas. Un sencillo gesto que garantizará la tranquilidad del cliente y que sembrará la semilla de la exigencia de la verdadera profesionalización.
Vamos a por los 100.000 coaches auténticos
Tras la revelación de estos datos, ICF se atreve a ir un poco más allá y hace ya predicciones de futuro de lo más alentadoras: “Con las estrategias adecuadas para seguir adelante, estas organizaciones también están generalmente en camino de alcanzar los 100.000 miembros o más, lo que significa un impacto verdadero y transformador para su profesión".
Por tanto, este boom expansivo de los últimos cinco años está claro que se potenciará aún más y espero que de verdad esa cifra de 100 mil miembros acreditados por ICF sea una realidad antes de que acabe esta década: cuantos más coaches realmente acreditados haya en el mercado, más se reconocerá la profesión y, por supuesto, más se silenciarán las voces de los falsos coaches.
Creo que esta cifra se sobrepasará sin problema, no porque sea optimista por naturaleza o tenga una bola de cristal. Tengo casi la certeza absoluta de que así será porque soy testigo directo de cómo está moviéndose el mercado del Coaching en los últimos años.
Los periodos de incertidumbre como los vividos a raíz del Coronavirus son el detonante para que muchos se acerquen al Coaching, pero muchos más para que haya personas que descubran que acompañar a otros a trazar su camino en esos tiempos, es su verdadera vocación.
En apenas dos años hemos tenido que aumentar las plazas del Máster propio en Coaching Profesional de D’Arte HBS lo máximo que nuestros estándares de calidad nos permiten para poder ser eficientes en la entrega de esa formación, porque la demanda del mismo es incesante. No solo es un Máster de los más completos para formarse y poder ejercer como coach profesional, sino que facilita la acreditación correspondiente tanto con ICF como con ASESCO, la Asociación Española de Coaching. Es decir, no solo hay más gente que quiere ser coach, sino que lo quiere ser ‘de verdad’.
Como parece que se siguen avecinando tiempos de zozobra, está claro que los 100 mil coaches profesionales que espera tener en sus filas ICF no se quedará en una ilusión. Y los que seguimos trabajando día a día en esta maravillosa profesión y velando porque se ejerza con su método y su ética, seguiremos con nuestra labor ‘evangelizadora’ para contribuir a ello y aportar nuestro granito de arena para hacer de este mundo un lugar mejor con miles de coaches profesionales campando en él.