Directivos del futuro, con qué garantías buscarlos
Luis Truchado,
director de EuroGalenus
Hoy en día, el contexto de mercado en el que se mueven
las empresas ha cambiado considerablemente. La
influencia de la globalización, la competencia cada vez
mayor y los continuos progresos tecnológicos están
afectando, sin duda, a la organización, estructura y sistemas de producción de las empresas. Sin olvidar las exigencias que en materia de responsabilidad social corporativa y buen gobierno empresarial se están implantando cada vez con más fuerza.
Este contexto pone a prueba la capacidad de los empresarios
y gestores para hacer frente a estos retos. Contar
con los directivos más adecuados y mejor preparados
para liderar los cambios necesarios es una tarea difícil en
la que, cada vez más, se cuenta con el trabajo de firmas
consultoras con experiencia contrastada en Executive
Search.
Conociendo de antemano las ventajas de la contratación de una firma consultora para la búsqueda de directivos –profesionalización de los nombramientos, apertura y transparencia de los procesos de selección e incremento de la oferta de candidatos- ¿qué garantías debe recibir la empresa que contrata dichos servicios?
Según la Carta de Derechos del Cliente de la Association of Executive Search Consultants (AESC) –principal asociación internacional del sector- una firma consultora está obligada a ofrecer ciertas garantías a sus
clientes con el fin de prestar una alta calidad en el servicio. Cuanto mejor se conozca el método de trabajo de
cada firma consultora, mayores serán las probabilidades
de éxito.
El intercambio de información cliente-firma y la confidencialidad, cruciales para buscar correctamente.
En primer lugar, y antes de aceptar un encargo, la firma
consultora debe proporcionar a la empresa -su clienteuna
valoración precisa y sincera sobre su capacidad para
llevar a cabo la búsqueda. Aunque no todas las firmas de
búsqueda de directivos ofrecen los mismos servicios,
todas deben asegurarnos honestidad y profesionalidad.
Por ello, es exigible que la firma averigüe los posibles conflictos de intereses (off-limits) con otros clientes, una vez definida qué parte de la organización se considera “cliente” ya que puede tratarse de una división, una unidad, un centro de trabajo o toda la compañía.
Posteriormente, el cliente tiene derecho a conocer quién será el consultor/a que llevará a cabo la búsqueda y la experiencia previa del equipo responsable.
Es importante que la firma consultora demuestre un
claro conocimiento de la posición requerida, de la Compañía
y de los objetivos de la búsqueda. Para ello, la firma
solicita al cliente, en una primera reunión –briefing-,
detalles sobre la definición de la organización, la descripción del puesto, el perfil del candidato, los retos del proyecto, las condiciones, etc. A partir de ahí se elabora el Informe de Búsqueda, herramienta de trabajo imprescindible en el proceso de búsqueda y selección de directivos.
Toda la información que el cliente ofrece a la consultora debe mantenerse en estricta confidencialidad, y sólo podrá ser -en todo o parte- desvelada a los candidatos cuando así se acuerde.
La calidad de los servicios de consultoría y la lealtad de la firma benefician a largo plazo a ambas partes.
La búsqueda directa de directivos es conceptual y metodológicamente
diferente de otras metodologías de reclutamiento
como la selección por anuncio o internet: ofrece
más valor y debe ser exigido.
La presentación de informes regulares sobre los progresos del proceso permiten no sólo realizar un seguimiento de la marcha del proyecto sino obtener una valiosa información sobre la imagen de la compañía en el mercado, sobre la competencia, los profesionales, su motivación al cambio y una referencia de sus remuneraciones.
Durante el proceso, el cliente recibirá una lista de candidatos
adecuada a la posición y cultura de la organización,
así como una evaluación detallada de los mismos, a
quienes ha entrevistado previamente y de los cuales ha
verificado exhaustivamente sus credenciales y referencias
profesionales. Si el consultor/a es experto, conocerá
las motivaciones para el cambio y podrá atraerlos a la
organización del cliente más por un proyecto de proyección
profesional, que por puro dinero.
La firma consultora ayuda en la negociación con el candidato final, representando a ambas partes con integridad y profesionalidad, y contribuyendo así a elevar la imagen de la compañía en el mercado.
Una vez que la empresa ha contratado a su nuevo directivo, la firma de Executive Search proporciona un seguimiento razonable para facilitar la incorporación y acogida del nuevo colega, así como para detectar a tiempo problemas que pudieran surgir.
Si en los primeros seis, nueve o doce meses se produjese
la salida del profesional contratado, la firma ofrecerá
retomar la búsqueda, cobrando sólo los gastos derivados
del segundo proceso.
Hasta dónde exigir...
La firma consultora no puede garantizar que la posición sea cubierta, ni que el candidato finalmente elegido desee unirse a la empresa. Generalmente, detrás de una situación así, se encuentra una aspiración poco realista o excesivamente ambiciosa.
Por último y no menos importante, el cliente debe obtener garantías de que no se considerarán empleados suyos en búsquedas futuras contratadas por otras empresas. El período suele oscilar entre uno y dos años, según se establezca con la firma consultora.
Para los miembros de la Association of Executive Search Consultants, las búsquedas de directivos más exitosas
son aquellas en las que, tanto clientes como candidatos
y consultores, conocen sus derechos y obligaciones
durante el proceso de búsqueda y suscriben los
estándares de profesionalidad y conducta ética marcados
por la asociación. En España sólo hay dieciséis firmas
admitidas como miembros de la AESC (www.aesc.org).