Modas o tendencias

Socialmente vamos a notar grandes cambios, tanto ideológicos como sociales, algunos valores los invertiremos, y las grandes organizaciones ya están trabajando en ello. No nos daremos cuenta y veremos un nuevo régimen más disciplinario. En cuanto al ámbito de las personas y organizaciones, volverán a ser más jerárquicos, habrá más control y reinarán la austeridad y la rigurosidad. En mi opinión, creo que esto enriquecerá a las nuevas generaciones que se incorporarán al nuevo mercado laboral y mucho más a la generación que hasta la fecha no ha visto pasar una crisis como la actual, seguramente una de las que han ejercido mayor impacto por ser la primera globalizada.

Las grandes consultoras que se han vanagloriado y se les ha llenado la boca con sus modelos de gestión vamos a ver cómo van vender este nuevo pastel, por que el mandato suscrito no es fácil de aplicar después de dos décadas de continuos cambios de gestión horizontal. Es bien cierto que en algunas cosas hemos mejorado, pero también es cierto que ha sido gracias a la ayuda de las nuevas tecnologías, que nos han simplificado en ciertos casos algunas cosas.

Al final, cada país debe tomar sus propios modelos, cada organización debe adecuar sus necesidades con los modelos de gestión; es más, los deben crear ellos mismos, por que si al final sólo hay uno y éste falla ¿qué pasa? Pues pasa que ninguna funciona. Y esto es lo que ha pasado, en definitiva.

Lo más gracioso de todo es que cuando hablo con directivos de varias organizaciones todos vemos lo mismo y nadie dice nada; simplemente compramos por que creemos que es lo “mundial”, y después vemos cómo aquello tiene un efecto multiplicador tanto económico –me refiero a costes adicionales– como sociales y organizativos, donde vemos a las personas cuestionando permanentemente dichos modelos y como resultado vemos cómo los objetivos establecidos no son reales desde un punto de vista lógico y coherente.

Creo que lo más sensato es que cada organización aplique su modelo de gestión, pero claro ésa es una labor muy compleja y ardua; lo fácil es aplicar el copy con algunas modificaciones, sin importarnos verdaderamente cuál es el impacto real que va a tener. Un 65% de las grandes organizaciones a nivel mundial tiene que revisar permanentemente dichos modelos y creo que se debe a que alguien no se lo mira bien, y también creo que nos va ir bien hacer un cambio de aires en algunos aspectos organizativos.

Las grandes organizaciones han visto en estos dos últimos años cómo se han desvanecido sus cuentas de resultados, cómo han tenido que orientar sus modelos hasta dejarlos hechos unas sílfides, simplificar al máximo los procesos, reducir costes innecesarios que hasta la fecha creían que eran necesarios,... Todo es paradójico y al final de lo que se trata es de vender algo, aunque pensemos que verdaderamente no tiene una gran utilidad; pero creo que las grandes organizaciones globales ya están trabajando de manera acelerada para generar soluciones pragmáticas que aporten valor económico y, por descontado, valor social.

Las modas y tendencias en cuanto a la gestión de personas y organizaciones no son una cuestión de pasarela. Es un concepto mucho más serio que tiene unos impactos importantes en nuestras vidas. Cualquier cambio que se ejerce en las organizaciones tiene consecuencias sociales y, al final, debemos velar en gran parte por ello. No nos olvidemos de que las organizaciones las mueven los individuos, no las ideas, y si éstos no son lo suficientemente pragmáticos y rigurosos seguiremos en el bucle de las modas y tendencias.