Perfeccionismo en el trabajo: ¿virtud o defecto?
María Fernanda Ciavaldini,
Psicóloga & Content Technician de ifeel
Al hablar sobre nuestras fortalezas y debilidades en el ámbito laboral, es común escuchar que algunas personas hacen alarde acerca de cuán perfeccionistas son, destacando como positiva dicha cualidad.
Sin embargo, ¿es realmente el perfeccionismo en el trabajo un rasgo por lo cual debamos sentirnos orgullosos? O, al contrario, ¿es una característica que puede poner en riesgo nuestra salud mental en el trabajo?
Esta pregunta puede resultar controvertida dentro del agitado mundo en el que nos encontramos, que alaba y recompensa el exceso de productividad y de exigencia. Pero, si indagamos un poco, encontraremos que la experiencia subjetiva de las personas perfeccionistas no es tan positiva como aparentan; pues estas experimentan una constante frustración, relacionada con la insatisfacción que representa la persecución continua de metas inalcanzables.
De hecho, si aterrizamos el concepto, la perfección en sí misma es un término que está ligado a interpretaciones subjetivas de la realidad, es decir, depende de cada persona. Por lo tanto, conseguir un resultado que sea “perfecto” ante los ojos de todos, es un objetivo utópico.
¿Qué es el perfeccionismo en el trabajo?
Los comportamientos perfeccionistas son aquellos que desean alcanzar estándares de excelencia “ideales” (que son, de cierta forma, utópicos) en cualquier actividad que se realice. Bien sea a través del desarrollo de una actividad, el trabajo, algún hobby o afición, o cualquier otro ámbito, las personas perfeccionistas buscan que todo lo que hagan carezca de errores o fallos.
En el contexto laboral, el perfeccionismo suele reforzarse de forma positiva. Pero nada más alejado de la realidad. El perfeccionismo en el trabajo se observa a través de la búsqueda de control en cada detalle, con la intención de que los proyectos alcancen siempre la excelencia y la perfección (lo cual es muy difícil, si no imposible). Por ende, este trae consigo altos niveles de exigencia que al final se pueden traducir en ansiedad y frustración para la persona, o en una disminución de la productividad para la empresa.
De hecho, al indagar más a fondo, encontraremos que el perfeccionismo realmente es un comportamiento que esconde un gran temor al fracaso y una baja tolerancia a la frustración, que se refleja a través del control estricto y en altos niveles de autoexigencia.
Señales del perfeccionismo laboral
- Altas expectativas: Este comportamiento a menudo se demuestra a través del establecimiento de estándares extremadamente altos para las diferentes metas o proyectos, así como una presión constante para alcanzar la perfección en todo lo que se hace.
- Miedo al fracaso: El perfeccionismo a menudo está relacionado con el miedo al fracaso, debido a que se entienden los errores o el fracaso como inaceptables. Esta forma de pensar trae como consecuencia que la persona repase una y otra vez cada detalle de la tarea, para certificar que esté “perfecto” (aunque esto sea imposible).
- Dificultad para delegar: Las personas perfeccionistas pueden tener dificultades para confiar en otros para realizar tareas, ya que sienten que solo ellos pueden hacer las cosas de la manera “correcta”. Esto se traduce en un aumento de la carga laboral, y del tiempo necesario para poder cumplirlas.
- Autoexigencia extrema: Las personas perfeccionistas tienden a ser muy exigentes y autocríticas consigo mismas, y pueden sentirse insatisfechas, incluso ante logros significativos, debido a su búsqueda constante de la perfección.
- Revisión constante: Es común observar como las personas perfeccionistas tienden a revisar y corregir repetidamente su trabajo, incluso después de haberlo completado. Nunca están satisfechas y siempre ven margen de mejora, lo cual, puede generar sensaciones de malestar y frustración.
- Procrastinación: Algunas personas procrastinan porque el miedo al fracaso o la preocupación por no poder alcanzar la perfección les impide comenzar una tarea. Es decir, la falsa creencia de que las tareas deben quedar “perfectas” genera miedo a fallar y, por ende, retrasa el inicio de las actividades.
- Sobreimplicación en detalles: Los perfeccionistas pueden perder de vista el panorama general y gastar demasiado tiempo en detalles triviales, en lugar de centrarse en el resultado del proyecto completo.
Riesgos de la búsqueda de la perfección
Existe una gran diferencia entre el esfuerzo y la búsqueda de la perfección. Principalmente, el esfuerzo centra la atención en el trabajo realizado, mientras que la búsqueda de la perfección se centra en el resultado.
Un trabajo bien hecho ocurre cuando el foco se encuentra en las pequeñas acciones que podemos llevar a cabo día a día, de la mejor manera posible, y no meramente en la calidad del resultado.
Desde la perspectiva del perfeccionismo en el trabajo, se plantea que si dicho resultado no cumple los estándares de excelencia o perfección, automáticamente el trabajo realizado pierde valor, desestimando todo el proceso de ejecución. Esta desestimación, y esa visión focalizada y crítica que solo persigue estándares irreales, puede representar riesgos tanto para los trabajadores como para las empresas. Entre ellos podemos mencionar:
- Impacto en la salud mental
- Deterioro de las relaciones laborales
- Dificultad para tomar decisiones
- Insatisfacción constante
- Incapacidad para solucionar los problemas de manera eficiente
- Desequilibrio entre vida laboral y personal
¿Qué podemos hacer ante la perfección en el trabajo?
El reconocimiento de la existencia de estos riesgos, no pretende infringir miedo, ni dirigir nuestro comportamiento hacia el extremo opuesto. Si no más bien, pretende buscar un equilibrio saludable entre el esfuerzo y la aceptación de que la perfección absoluta puede ser inalcanzable.
Desde los entornos laborales, las empresas pueden desarrollar estrategias que sustenten esta idea. Por ejemplo, a través del establecimiento de metas realistas, plazos de entrega adecuados, y el ofrecimiento de los mejores beneficios sociales para empleados, capaces de promover espacios de seguridad psicológica en el trabajo.
La perfección en el trabajo, más que una virtud, representa un riesgo que debemos atajar a tiempo. Por esta razón, resulta vital aliarse con los expertos que nos permitan enfrentar el problema a tiempo.
Desde ifeel trabajamos para ayudar a los departamentos de Recursos Humanos a velar por el bienestar laboral dentro de las empresas.