Estar enamorado/a
José Ramón Villaverde; Elena Garcia Pont,
gerente y consultora de RRHH de Izahara y evoluciona_t
Lo estás? El AMOR, es el sentimiento que nos mueve a todos, que te hace vibrar, que hace que te despiertes cada mañana con ganas de comerte el mundo, con pasión, energía, vitalidad... y es lo que todo buen emprendedor siente por su proyecto. Conjugar el AMOR por tu proyecto y la realidad práctica del mismo hacen que éste progrese. Así que, si tu sentimiento es el AMOR por tu proyecto te invitamos a continuar leyendo.
La premisa principal a la hora de crear o iniciar tu empresa ha de basarse en un hecho principal o valor principal que debe hallarse dentro de ti, lo que crees debe ser para ayudar a los demás, para que la persona o entidad que reciba se beneficie en algo, sea lo que sea. Si esa persona o empresa recibe de ti todo tu producto en forma de calidad, de aportación novedosa, de tu energía emprendedora y de coherencia, tendrás acceso al mercado deseado.
Iniciarse en la emprendeduría para obtener beneficios o éxito inmediato es un craso error. Ser emprendedor es una profesión ingrata, muy sacrificada, es un estar dispuesto y disponible, es sentir. Sino sientes, hay otras alternativas en el mercado laboral. Sí!, existen.
Emprender es sinónimo de paciencia, de constancia, de esfuerzo y de automotivación constante, todas estas ideas no se pagan, ni se compran, deben coexistir dentro de ti, porque el matrimonio que inicias es para muchos años. Dar a conocer a tu entorno tu idea, para que te apoye en momentos de tormentas, ejercer el liderazgo de la proactividad, de la honestidad y de la coherencia, para que la persona cuando reciba tu producto, reciba valor añadido y no otro más.
Actualmente emprender se está convirtiendo para muchos en una alternativa ante las circunstancias de mercado laboral que estamos viviendo, no nos paramos a observar que antes debemos mirarnos a nosotros mismos, para saber si estamos capacitados para simplemente ponernos en la línea de salida. La reflexión, autoconocimiento y una visión realista y práctica de esa alternativa nos da la respuesta a nuestra capacidad emprendedora.
Antes de emprender debemos hacer una profunda introspección de nosotros mismos, mirarnos ante un espejo y hacernos miles de preguntas, empezando por: me veo capaz? que haré? que resolveré? cómo lo haré? para quien? en qué momento? dónde? cuando?...si sólo uno de estas preguntas queda sin respuesta o si la respuesta es débil y poco matizada iniciamos el camino con piedras en nuestros zapatos.
Son tiempos de oportunidades, días de oportunidades logradas volviendo a los valores de siempre, esfuerzo, entrega, lucha, coherencia, tenacidad, astucia…
Sin embargo, recuerda, hay un sentimiento que te hará mover por encima de todo, estar enamorado de tu proyecto es imprescindible para iniciar tú propio camino. Lo estás?. Pues, adelante!!