Revista digital
TRIBUNA
enero 2023

El nuevo rol de la Dirección Financiera

Rocío Calleja,
partner de LHH Executive - The Adecco Group

 
Rocío CallejaEl papel del CFO ha cambiado hasta quedar fuera de todo reconocimiento con respecto al de los últimos años. No hace mucho tiempo, el CFO era visto como una "persona de números", un par de manos seguras encargadas de equilibrar los libros y calcular la mejor manera de obtener capital para la inversión y el crecimiento.
En tan solo cuatro o cinco años hemos visto como ese director financiero tradicional ha quedado fuera del staff. Atrás quedó aquella persona que solo andaba muy preocupada por la contabilidad, por lo que entraba y salía, por la tesorería… Ahora, el CFO es una persona centrada en la estrategia global de la compañía, su crecimiento, muy afianzada e involucrada en todos los departamentos de la compañía, en especial en el área comercial, donde su criterio es muy importante, valorado y necesario. Ha llegado la hora de centrarnos en los objetivos globales y no solo en las finanzas.

De esta manera vemos cómo la dirección financiera está repercutiendo en el negocio global, está repercutiendo directamente en las propias ventas de la compañía, en sus beneficios, en la estrategia global. El CFO se ha convertido en un líder muy de negocio y que, incluso a la hora de la selección, se le pide que domine unas habilidades comunicativas y comerciales muy fuertes.

A lo largo de esta transformación, el CFO ha tomado conciencia de que su propia proyección va ligada al desarrollo de la empresa y para fomentar esta alianza no ha dudado en asumir una forma de actuar basada en la transversalidad.

Usando una combinación de pensamiento estratégico y conocimientos matemáticos, se espera que el CFO de hoy prediga los riesgos y su posible impacto financiero en el negocio. En muchos casos, el rol se ha expandido más allá incluso de esto para incluir la transformación digital, los recursos humanos y la innovación empresarial. Los CFO de hoy se han convertido, en efecto, en líderes empresariales en primer lugar y en contables en segundo lugar.

Lo cierto es que en la actualidad ya no vale con ser “muy bueno con los números”. Hay que dominar ciertas habilidades como la capacidad de comunicación e influencia sobre sus stakeholders internos y también con los externos en su ámbito más comercial, dentro de su compromiso de expansión a través de la adquisición o de proyectos M&A, otra de las funciones más relevantes junto con la búsqueda de financiación del CFO actual, que se requiere ahora.

Todo esto nos ha obligado a volver la mirada hacia una configuración de un departamento financiero distinto. Hasta hace poco los departamentos financieros eran más pequeños, por ejemplo, el director de Tesorería era una posición que estaba desapareciendo y quedaba integrada en el puesto de director de Contabilidad. Ahora, la nueva complejidad de las compañías y el peso que este departamento ha adquirido obliga a la creación de departamentos financieros de mayor tamaño y, por lo tanto, hace más necesaria la importancia del liderazgo, formación y gestión de equipos.
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