La medición del bienestar de los empleados como propósito para 2023
Jose Ortego,
director de People First de SDG Group
2023 está a la vuelta de la esquina. Las calles lucen los colores de las fiestas mientras nos deslumbran los anuncios navideños. Es el tiempo de echar la mirada atrás y concretar nuestros propósitos profesionales para el próximo año.
Muchos disfrutamos de los días que nos separan del merecido descanso, pero, lamentablemente, para otros, esta época del año es sinónimo de inquietud o de estrés. El síndrome prevacacional se identifica cuando el trabajador aprecia dificultad para concentrarse, falta de atención y aumento de la ansiedad justo antes de irse de vacaciones.
Ante esta situación, el semáforo de la salud mental se tiñe de nuevo de rojo y nos obliga a los profesionales de los recursos humanos a tomar cartas en el asunto. ¿Estamos logrando establecer una estrategia organizacional que ponga en el centro a los empleados? ¿Hemos conseguido instaurar una cultura del bienestar transversal a todos los departamentos? En general, creo que estamos avanzando a pasos agigantados hacia un modelo compartido, más conciliador, inclusivo y atento aunque, sin dudas, nos quede camino por recorrer.
El bienestar como cimiento de una cultura organizativa híbrida
Potenciar el bienestar integral de los empleados en un entorno laboral híbrido no es tarea baladí. Desde las organizaciones debemos empoderar a todas y cada una de las personas que trabajan en ellas independientemente del lugar donde se encuentren, propiciando que generen un compromiso continuo consigo mismos, con la empresa y con su entorno.
Según el informe Tendencias Talento, “la digitalización y aplicación de la tecnología a los procesos junto con la progresiva humanización del trabajo marcarán el mercado laboral en los próximos meses”. Lo suscribo y añado que la llamada humanización del trabajo solo es realmente beneficiosa para todos cuando somos capaces de medir su calado, al igual que analizamos las tasas de absentismo o de rotación. Un departamento de recursos humanos tiene la capacidad potencial de desarrollar políticas que mejoren de facto el bienestar integral de las personas, ofreciendo modelos de conciliación entre la vida personal y profesional. Sin embargo, para que todas estas acciones no se queden en un brindis al sol, debemos utilizar la tecnología y el conocimiento a nuestra disposición para medir su efectividad.
En definitiva, mi propósito para 2023 es lograr que la visión del bienestar de los empleados como un parámetro medible se extienda en las áreas de recursos humanos de las organizaciones. Evaluar el retorno de nuestros programas de bienestar en base a datos reales, fiables y medibles, así como su influencia en la cultura de las empresas, supone un reto mayúsculo para el sector, pero el alcance de sus beneficios para la vida de las personas hará que sin duda merezca la pena emprender este camino.