Revista digital
TRIBUNA
marzo 2021

Nuevo mindset para una era digital

Nieves Mesas,
Senior Key Account Manager de Speexx

 
Nieves Mesas¿Somos menos digitales dentro de la empresa que fuera? A veces pienso que sí, esta diferencia nos hace perder competitividad, como empleados y como organizaciones.
La cuarta revolución industrial o era digital es un hecho histórico que ha revolucionado el mundo y que está presente ahora más que nunca en nuestras vidas. Hacemos la compra, reservamos vuelos, contratamos seguros, acudimos a consultas con nuestro médico, asistimos a clase de yoga, todo ello dentro de entornos digitales. Hemos interiorizado las ventajas de está digitalización a golpe de un solo clic.


Pero, ¿qué pasa cuando este fenómeno lo trasladamos al mundo empresarial? ¿Ocurre lo mismo? ¿Somos igual de digitales a la hora de formarnos en nuestras organizaciones? ¿Somos igual de digitales cuando nos formamos dentro del entorno corporativo? ¿O más bien buscamos las limitaciones y nos mostramos reticentes a este cambio?


A lo largo mi trayectoria profesional, que ya son unos cuantos años, y tras largas conversaciones con líderes de L&D y RRHH, he podido observar un denominador común en la mayoría de las organizaciones: invierten mucho tiempo, esfuerzos, y presupuestos en digitalizar los procesos, pero quizás no el suficiente en digitalizar las mentes de los colaboradores que forman esa organización. Este es el principal obstáculo que se encontrará una empresa al implementar un plan de digitalización: las personas.


Robert Bolton (Director Global de People & Change Center of Excellence en KPMG), publicó recientemente un artículo titulado "Reinventar el trabajo” en el que establece el imperativo de la reinvención y analiza algunas de las áreas que los líderes de recursos humanos deben abordar, por ejemplo, la formación para sus empleados. Uno de los puntos clave en su argumento es 'Lograr una mentalidad digital’. Destaca las tendencias de las organizaciones que cuentan con una mentalidad digital y de aquellas menos propensas a tenerla. Los beneficios potenciales de hacerlo son claros, ya que las organizaciones centradas en los empleados y los clientes superan a las demás, a menudo con una gran magnitud.


Desde KPMG destacan estos cuatro puntos como esenciales:



  1. Conectar la empresa en el End To End y comprender a lo largo del camino el impacto del cambio en la cadena de valor de la empresa, los resultados esperados y cumplir con la experiencia cliente.

  2. Innovadores: todos en la organización. Cada colaborador tiene un papel que desempeñar como innovador, en lo que respecta al desglose de tareas entre humanos y robots, la creación de nuevas funciones o puestos de trabajo, la entrega de nuevos productos.

  3. Fomentar una mentalidad de crecimiento, que promueva la agilidad, la colaboración y el cambio. Esto requiere la creación de un entorno de trabajo en el que los roles puedan evolucionar y las personas puedan colaborar más allá de las fronteras de su función. Las técnicas incluyen la adopción de una mentalidad de “aprender a aprender”.

  4. Todos son líderes y se les anima a actuar y a desafiar, promoviendo la autonomía y libertad de acción, al mismo tiempo que son responsables del cumplimiento de las metas trazadas.



  5. El mindset digital es el poder de la reinvención y adaptación de las personas a la nueva era digital. Esta mentalidad lleva consigo habilidades y capacidades que debemos desarrollar para alcanzar los objetivos marcados. Los expertos aseguran que son necesarias 4 habilidades:

    1. Pensar en el mundo online y offline como un solo mundo.

    2. Tener una mentalidad global y actuar de manera local: la globalización ha eliminado cualquier barrera por lo que pensamos sin límites fronterizos, pero hemos de actuar de manera local, personalizando el mensaje y siendo más cercanos.

    3. Empatía: la personalización y automatización de muchos procesos comienzan con la capacidad de empatía, saber ponernos en el lugar del otro para entender sus necesidades.

    4. Capacidad de adaptación al cambio, ser capaz de entender las nuevas tendencias tecnológicas, aprender de ellas y saber implementarlas. Estar en continuo cambio y aprendizaje.



    Para poder poner en práctica dichas habilidades hace falta metodologías ágiles, diferentes métodos capaces de diseñar una serie de pasos a seguir de manera interactiva, en función del aprendizaje obtenido en el anterior paso y que se va adaptando a los cambios del contexto con el fin de conseguir los mejores resultados.

    Así, estas metodologías se adaptan a las nuevas exigencias de la era digital que se caracteriza por la inmediatez, la volatilidad, la personalización y el cambio constante para adaptarse a nuevos entornos.

    En conclusión, si una organización se limita a automatizar las tareas dentro de las estructuras de trabajo, los beneficios no se traducirán en los resultados esperados, generando así una experiencia deficiente. Para conseguir el cambio esperado, será necesario crear capacidades en toda la organización, tanto de abajo hacia arriba como de arriba hacia abajo, a través de la tecnología, las personas, los datos y los procesos.


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